Alcatel-Luncent anunció hoy unas pérdidas
netas de 40 millones de euros (US$51 millones) en el tercer trimestre del año, que
frente a los US$441 millones de mismo período del año anterior
representa un descenso del 88,4%, y confirmó sus objetivos
para 2008.
El grupo franco-estadounidense de telecomunicaciones obtuvo un
resultado neto ajustado (dejando de lado de nuevo los elementos
excepcionales) de US$52 millones positivos, después de los US$329
millones de pérdidas que había tenido entre julio y septiembre de
2007.
El resultado de explotación en el tercer trimestre del año fue
negativo (- US$108 millones), lo que incluía 125 millones de
euros de impacto de la absorción de Lucent por Alcatel.
Al margen de esos elementos excepcionales, el resultado de
explotación ajustado fue de 40 millones de euros, un 42,9% inferior
al mismo período del año anterior y un 57% menos que en el trimestre
precedente.
A pesar del "difícil" entorno macroeconómico, la empresa confirmó
sus objetivos para el conjunto del año, entre ellos una caída de la
facturación de entre el 2% y el 5%.
Según las previsiones de Alcatel-Luncent, el margen bruto de
explotación oscilará entre el 34% y el 36% y el margen de explotación
ajustado se moverá entre el 2% y el 5%.
El grupo evocó también una "eventual cesión" de su participación
del 20,8% en Thales, pues considera que es posible mantener su
relación con la empresa francesa de electrónica de defensa "sin
tener necesariamente una ligazón capitalista con la sociedad",
aunque añadió que "examina todas las opciones estratégicas
posibles".
La facturación del grupo en el tercer trimestre del año alcanzó
los 4.065 millones de euros, es decir, un 0,9% menos que en el
segundo trimestre del año y un 6,6% menos que en el tercer trimestre
de 2007.
Los publicados hoy son los primeros resultados trimestrales desde
la dimisión del presidente, Serge Tchuruk, anunciada el pasado mes
de julio y que se hizo efectiva el pasado 1 de octubre. Le sustituye
en el cargo Ben Verwaayen.
Respecto a los resultados, Verwaayen declaró que el grupo dispone
de una "posición de tesorería sólida" aunque reconoció que la
"rentabilidad no es satisfactoria".