Como un "fuerte impulso para el desarrollo futuro de la minería chilena" calificó hoy el Presidente del Directorio de Antofagasta Minerals, Jean-Paul Luksic, tras inaugurar oficialmente la Minera Esperanza, primer proyecto minero de cobre que entra en operación en el país y el mundo desde 2008.
“La inauguración de Minera Esperanza no sólo marca un hito de gran importancia para nuestro grupo. También constituye un fuerte impulso para el desarrollo futuro de la minería chilena, considerando que Esperanza es el único yacimiento nuevo y a gran escala que se inaugura en el mundo desde el 2008”, admitió Luksic.
Con una inversión de US$ 2.600 millones, la entrada en operación del yacimiento -cuya propiedad pertenece en un 70% al grupo chileno y en un 30% a la firma japonesa Marubeni- permitirá a Antofagasta Minerals alcanzar una producción que superará las 700.000 toneladas de cobre fino a partir de este año.
En sus primeros 10 años de funcionamiento, Minera Esperanza producirá anualmente un promedio aproximado de 190.000 toneladas de cobre y 230.000 onzas de oro contenidos en concentrados.
Innovación en el proceso
Una de las novedades del yacimiento es que es la primera minera en el mundo que ocupa un 100% de agua de mar sin desalar para su operación, lo que le permite resolver una de las grandes restricciones para el desarrollo del sector en el norte del país, como es el acceso al recurso hídrico.
Para ello construyó un acueducto de 145 kilómetros de longitud, a través del cual se bombea el agua desde el sector de Michilla, en la comuna de Mejillones, hasta el sector donde se ubica el yacimiento y la planta, en la comuna de Sierra Gorda, a 2.300 metros sobre el nivel del mar.
“El uso de agua de mar en toda la operación de la mina constituye un avance importantísimo en términos de innovación y da cuenta de la relevancia que tiene para Antofagasta Minerals la incorporación de tecnologías que incrementen la sustentabilidad de los procesos de producción”, destacó el gerente general de Minera Esperanza, Christian Thiele.
Pero además, la operación minera agrega otra importante innovación a sus procesos, la tecnología de relaves espesados que, de acuerdo a las condiciones de la zona, permite un uso más eficiente del agua y una alta estabilidad física, además de una baja emisión de material particulado