El campo, uno de los pilares de las economías
latinoamericanas, está en pie de guerra en varios países de la región en
protesta contra factores que van desde los altos impuestos hasta la falta de
incentivos gubernamentales para enfrentar fenómenos como la depreciación del
dólar.
La huelga de los productores agropecuarios de Argentina, que comenzó hace dos
semanas, es la más notoria de las manifestaciones que por estos días se suceden
en países como Bolivia, Paraguay, Chile y Ecuador en demanda de más atención al
campo.
En la protesta más dura enfrentada en los poco más de cien días que lleva en el
poder, la presidenta argentina, Cristina Fernández, ha chocado de frente con
los productores rurales opuestos a una subida del impuesto a las exportaciones
agropecuarias y a la política del Gobierno para el sector.
Fernández dijo esta semana que no cederá a "ninguna extorsión" del
campo, en respuesta a la huelga indefinida que incluye un bloqueo de carreteras
causante de escasez de lácteos, carne, frutas y verduras en Buenos Aires y
otras regiones.
Las cuatro asociaciones rurales que organizan la huelga agrupan a unos 290.000
productores y han encontrado el apoyo de otros sectores que han protagonizado
"cacerolazos" en Buenos Aires contra el Gobierno, respaldado a su vez
por grupos como los "piqueteros", lo que ha desembocado en peleas
callejeras.
Según los agricultores, el nuevo sistema impositivo, anunciado a comienzos de
mes, es "una confiscación" adicional de US$ 2.500 millones anuales
que afectará principalmente las exportaciones de soja y girasol.
Reclaman además porque el Gobierno no compensa con los subsidios la alta carga
tributaria del sector.
Una protesta similar mantiene bloqueadas hoy por segundo día varias rutas
internacionales en Bolivia, donde productores y transportistas se oponen a una
prohibición de exportar aceite decretada por el Gobierno para garantizar el
abastecimiento interno.
Algunas carreteras que comunican con Brasil, Argentina y Paraguay están
cortadas desde ayer, así como el acceso a las aduanas de Santa Cruz (oriente) y
Cochabamba (centro), según medios locales.
Paraguay, vecino de Argentina y Bolivia, también vivió hoy una jornada de
protestas de unos 10.000 campesinos que marcharon por Asunción.
Los manifestantes, agrupados en la Federación Nacional
Campesina (FNC), repudiaron la política económica del presidente Nicanor Duarte
y reiteraron la necesidad de una reforma agraria, más acceso a la tierra, a la
salud y a la educación en las zonas rurales.
Además, exhortaron a votar en blanco en las elecciones generales del 20 de
abril próximo como castigo a la clase política paraguaya que, según dijeron, no
los representa.
También se movilizaron hoy las organizaciones agrícolas de Chile, donde unos
2.000 agricultores pidieron al Gobierno protección frente a la caída del dólar
que tiene al sector al borde del colapso.
Los agricultores, concentrados en las afueras de la localidad de Requínoa, a 97 kilómetros de
Santiago, dijeron que la depreciación del 45% que ha sufrido el dólar frente al
peso chileno en el último lustro ha perjudicado al sector, especialmente a los
exportadores.
Alrededor de un millón de personas trabajan en el campo o en labores conexas en
Chile, donde el sector agrícola creció el año pasado el 4%, por debajo del 5,1%
alcanzado por la economía en su conjunto.
Ecuador fue igualmente foco de manifestaciones promovidas en Quito para
reclamar al Gobierno una "revolución agraria" y una "economía
solidaria", entre otras demandas.
Centenares de indígenas y agricultores protestaron además por el proyecto que
busca traspasar la gestión del Seguro Campesino al Ministerio de Salud,
mientras que en Cuenca, la tercera ciudad del país, exigieron políticas de
apoyo a los pequeños productores rurales.
El sector agrícola mexicano, que representa alrededor del 3,5% del PIB del país
y emplea a unos siete millones de personas, también está alterado por la
entrada en vigor del capítulo agrícola del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte, y una situación similar se ha vivido en Costa Rica por la aprobación
del TLC con EE.UU.
Brasil, gran productor mundial de materias primas, registra con frecuencia
manifestaciones de los Sin Tierra y de Vía Campesina para pedir agilidad en la
reforma agraria, mientras que en Panamá los productores de arroz y molineros
han exigido al Gobierno que suspenda la importación de unas 150.000 toneladas
del producto.