Rodrigo Álvarez: “Espero la búsqueda de grandes acuerdos, hay que saber escuchar a todos los sectores”
El convencional de la UDI sostiene que un “error de los primeros meses” fue una visión de un poder constituyente prácticamente “sin límites”.
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Fue presidente de la Cámara de Diputados y también dirigente gremial. Ahora, en su rol de constituyente por Magallanes, Rodrigo Álvarez (UDI) es también vicepresidente adjunto de la Convención e integra la comisión de Medioambiente y Modelo Económico.
Hace un balance del proceso de redacción de una nueva carta fundamental y defiende los últimos 30 años de progreso que atribuye al actual modelo económico del país.
- ¿Qué balance hace del rol de los constituyentes de Chile Podemos Más, hay algún mea culpa, se les acusa de oponerse a los cambios?
- Creo que se ha hecho una crítica injusta y una caricatura de convencionales que tienen visiones diferentes, como son los 37 que fueron elegidos por Chile Vamos. En realidad, varias de las críticas que ha recibido la Convención han sido por malas decisiones o por actuaciones de convencionales de centro izquierda, no de Chile Vamos. Siempre se puede buscar un hacer un trabajo mejor, pero hay que recordar que nosotros somos una absoluta minoría en la Convención y los grandes responsables de su conducción y, por supuesto, también de colaborar en su éxito, son las fuerzas políticas mayoritarias que en este caso es la izquierda.
- ¿Pero cómo se maneja la alta expectativa depositada en el trabajo de la Convención?
- Uno de los errores de los convencionales en los primeros cinco meses y, que creo llevó a una pérdida de confianza en la Convención de sectores ciudadanos, fue una visión excesiva de refundación, que la historia comienza poco menos que el 18 de octubre, cuando en realidad tenemos no sólo una vasta historia constitucional institucional, sino también una historia de los últimos 30 años, que es muy positiva para el país.
Las altas expectativas, en alguna medida, han sido afectadas por esta actitud refundacional extrema, que se expresa en todas las comisiones con la postura de una visión muy crítica de los resultados y el modelo económico de los últimos 30 años.
- Algunos hablan de modificar el modelo económico y otros cambiarlo... ¿Cuál es su opción?
- Hay una discusión doctrinaria muy profunda sobre si una Constitución o no debe tener un modelo económico o debe tener principios económicos. Aspiro a que tenga ciertos principios económicos y esos garanticen elementos que son muy importantes para los chilenos, como crecimiento, empleo, desarrollo, y bienestar; también una adecuada respuesta a ciertos derechos, tanto individuales como la propiedad, la libertad de emprender y sociales como puede ser la pensión, la vivienda y la salud.
No estoy de acuerdo con la visión expresada por algunos de nuestros invitados y también por parte de los convencionales de criticar duramente los últimos 30 años y el modelo económico que ha regido. Nuestro modelo económico requiere sin duda alguna modificaciones, requiere cambios, pero también el reconocimiento de que han sido décadas para Chile de desarrollo, de crecimiento y de estabilidad económica; y esos son elementos que tenemos que cuidar y proteger.
- ¿Qué le parecen las discusiones de una Constitución ambientalista o que se hable del decrecimiento?
- La protección del medioambiente para mí es esencial, pero cuando uno ve el trabajo y, sobre todo las exposiciones de la mayor parte de las personas que han concurrido y las reacciones de muchos convencionales, creo que nos llevan a tesis que son altamente equívocas para Chile.
Una tesis de decrecimiento, de medioambientalismo extremo y sin equilibrio y sin mucha evidencia, al mismo tiempo que olvidar las bases para un modelo económico que permita crecimiento, desarrollo, empleo e innovación, es un error.
Hasta ahora ha sido muy sesgado ese análisis, espero que tengamos una visión de un desarrollo sustentable, de un total respeto con el medio ambiente, pero al mismo tiempo con la capacidad para un país de crecer y desarrollarse.
Espero y aspiro todavía a un debate mucho más profundo sobre, por ejemplo, las reglas de responsabilidad fiscal, los principios constitucionales de derecho a la libre competencia, que son materias absolutamente esenciales para la Constitución.
Al mismo tiempo, algunas de las materias que hemos conversado en esta comisión son más propias de leyes o de códigos y no de la Constitución en el detalle al menos que se ha pretendido argüir, por ejemplo, de energía, forestal, de salmones, de cultivos, de uso del agua, etc.
Mensaje de moderación
- ¿Qué lectura hace del resultado del nuevo Congreso ¿Es un llamado a la Convención a la moderación?
- La elección de hace un par de semanas retoma un camino de moderación, de prudencia, y lo hace de manera muy correcta, por ejemplo, estableciendo un Senado que va a estar en la partida empatado y una Cámara de Diputados que va a representar mucho mejor que lo que hace la Convención, a todos los chilenos del punto de vista de las mayorías.
Entonces, primero me parece que es un mensaje clarísimo de moderación y de razonabilidad.
Ciertas ideas que nosotros criticamos desde antes como sector, con el Congreso futuro se aleja la posibilidad de ciertas materias que eran incorrectas, como son los plebiscitos dirimentes, la modificación de los quórum, la ampliación de los plazos, etc.
Se ratifica el procedimiento de esta Convención y los plazos y modalidades que nos dieron los chilenos para que trabajáramos.
- ¿Cómo imagina lo que viene ahora con trabajo de contenidos en la Convención?
- Quiero que sea una etapa absolutamente consagrada a la redacción de normas y, al mismo tiempo, espero la búsqueda de grandes acuerdos, para lo cual hay que saber escuchar a todos los sectores.
En la Convención si bien la inmensa mayoría son convencionales de izquierda, en la práctica todos somos grupos minoritarios y, por lo tanto, hay que buscar acuerdos. Aspiro que no pretenda ser una convención refundacional de todo o que se atribuya más poderes que los que oficialmente tiene.
Un error de los primeros meses fue también esa visión de un poder constituyente totalmente originario y prácticamente sin límites, cuando en realidad lo único que somos es un órgano creado para hacer una propuesta a la ciudadanía y por tanto espero que con responsabilidad nos dediquemos a eso.