Más de 3,6 millones de personas han ingresado al Registro Social de Hogares en medio de la pandemia

En dos años el Registro Social de Hogares (RSH), que es la base de datos que utiliza el Gobierno para mapear y distribuir los beneficios estatales, cambió. De acuerdo con información del Ministerio de Desarrollo Social (MDS), el balance a diciembre es que se sumaron 3.657.556 millones de personas desde el mismo mes de 2019, lo que implica un alza de 27%.

En magnitud, el mayor flujo se originó entre 2020 y 2021, cuando el número de personas creció 19,7%, alcanzando una cobertura del 87,3% del total nacional.

"Cuando iniciamos la gestión en el Ministerio de Desarrollo Social y Familia nos pusimos como objetivo la universalización del RSH y que este llegase a la mayor cantidad de personas posible", señala la ministra, Karla Rubilar, que asumió la cartera a fines de julio de 2020 en plena crisis sanitaria. Asevera que dicho propósito está "casi logrado".

Dado esto, los hogares que componen el RSH exhiben un incremento de 60% en dos años, de los cuales en el último año subió 34,8%.

En los resultados, el hito clave fue el paso que dio en junio el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que dejó de ser una transferencia focalizada y se volvió una universal.

Eso dio un incentivo a las personas para sumarse al registro, ya que el Estado pasó a entregar la mayor transferencia directa al bolsillo de los beneficiarios, elevando el monto para homologarlo con la línea de la pobreza ($ 177 mil para un hogar de un integrante) y excluyendo sólo al 10% de mayores ingresos (con un nivel promedio por integrante sobre los $ 800.000 líquidos) del RSH.

El nuevo perfil que se configuró

Los cambios en el período de estudio se observaron en los distintos segmentos de vulnerabilidad y si bien el que se identifica como el más vulnerable en el tramo que va entre el 1% y el 40% concentra el grueso del RSH (con el 56,5% de individuos registrados y el 53,3% de los hogares), en donde hubo un mayor aumento fue en los segmentos más acomodados.

Esto, según explica la ministra Rubilar, ocurrió "en directa relación" con el anuncio del IFE Universal, que "llegó a las personas que tenían hasta el 100% de calificación socioeconómica".

Los datos a diciembre muestran que el tramo de hogares entre el 91% y 100% se incrementó 76,8% en el lapso de doce meses, mientras que el que le sigue entre el 81% y 90% creció 77, 4%. Así, en dos años el primero se duplicó y el segundo aumentó 96,7%.

"Son números inéditos en la historia de esta herramienta que se pensó siempre para apoyar los procesos de selección de beneficiarios de los distintos apoyos que entrega el Estado", comenta Rubilar.

Esto, implicó que quienes "nunca habían solicitado el apoyo del Estado y que jamás pensaron recibirlo" en esta oportunidad accedieron a ello.

Al comparar la composición en el RSH entre la foto previa a la pandemia y la de hoy, se constata que de los siete tramos de calificación cuatro aumentan su relevancia, mientras que el resto la disminuye. De los grupos más precarios, sólo crece el de mayor vulnerabilidad (0,9 puntos), mientras que entre el 41% y el 70% disminuye su peso (entre 1,9 y 0,9 puntos).

En paralelo, los tres segmentos superiores que van desde el 71% al 100% suben en su relevancia. El que más lo hizo fue el segmento entre el 81% y el 90% que pasó de representar hasta el 11,4% del total de personas y el 12% de los hogares.

Además, aumentaron los años promedio de escolaridad de todo el registro. Ahora el promedio de quienes son jefes de hogar es de 11,3 años y la jefatura de hogar femenina retrocedió casi cinco puntos.