Las pistas entregadas por el Presidente electo Gabriel Boric en sus cinco primeros días
La autoridad, su círculo y coalición han desplegado una estrategia predominante de calma, lo que todavía no configura una tendencia. El enigma comenzará a resolverse cuando muestre sus cartas con el nombramiento de su gabinete.
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La institucionalidad
La instalación de Gabriel Boric como Presidente electo se ha realizado dentro de los parámetros institucionales, con todos los ritos republicanos entre el Gobierno saliente y el que asumirá.
No era un hecho del todo predecible, como había sucedido en todas las ocasiones, porque hubo tensiones hasta última hora entre La Moneda y el comando de Apruebo Dignidad por asuntos como la llamada telefónica pública entre el Presidente Sebastián Piñera y Boric, que se destrabó en el transcurso del mismo domingo de las elecciones en delicadas negociaciones.
Este hecho da cuenta de que el asunto tensionó a las fuerzas emergentes encarnadas en el círculo de Boric, pero que finalmente –posiblemente por el impulso del propio Presidente electo– se decidió tomar los causes tradicionales luego de una presidencial.
Voluntad de ampliarse a la centro-izquierda
El Presidente electo, Gabriel Boric, ha manifestado su intención de abrirse a nuevas fuerzas, más allá del bloque Apruebo Dignidad, del Frente Amplio con el PC. Ha sido su interés desde la campaña y lo aterrizó de inmediato en su discurso de la noche del domingo, tras el triunfo. “Hay conciencia de que no basta solo con Apruebo Dignidad”, aseguró el miércoles Giorgio Jackson, que tendrá un papel central en el nuevo gobierno.
En esa línea, todo indica que Boric incorporará al gabinete a militantes del Partido Socialista (suena la diputada Maya Fernández, entre otros), lo que no significaría necesariamente que la alianza se expanda. En la reunión del miércoles de Apruebo Dignidad, se hizo evidente que no todos están en la posición de abrir la coalición a otras fuerzas, por considerarlas “socialdemócratas”, aunque militantes de estos partidos puedan liderar ministerios.
Es una de las tensiones que se irán resolviendo en las primeras semanas y meses, como sucede en otros asuntos de importancia sustancial: la posición del Presidente con respecto a las querellas por la Ley de Seguridad Interior del Estado, en un asunto que parece no haber resuelto del todo todavía.
Rescate de la figura de Aylwin
En el primer discurso como presidente electo, Boric aseguró: “La historia no parte con nosotros. Me siento heredero de una larga trayectoria histórica, la de quienes, desde diferentes posiciones, han buscado incansablemente la justicia social, la ampliación de la democracia, la defensa de los Derechos Humanos, la protección de las libertades. Ésta es mi familia grande, a la que me gustaría ver de nuevo reunida en esta etapa que ahora iniciamos”, aseguró.
Fue un gesto a la Concertación y en algún momento, de hecho, hizo un visible guiño a Patricio Aylwin, al emularlo en su discurso cuando asumió en marzo de 1990.
De alguna forma, estos gestos hacia el democratacristiano dan cuenta de la forma en que se observa el propio Boric: como el que inicia la transición hacia un nuevo ciclo político, donde fue crucial la lógica de acuerdos. Está por verse, en cualquier caso, si se concretará.
Responsabilidad y gradualidad
Boric ha hablado en estos días en reiteradas ocasiones de la responsabilidad, en la línea con lo que fue su campaña de segunda vuelta, que le permitió saltar del 25% al 55%.
“No será fácil, no será rápido, pero nuestro compromiso es avanzar por esa senda con esperanza y responsabilidad”, aseguró en su primer discurso, donde utilizó la misma frase de Pepe Mujica, al asegurar que se caminará “peldaño a peldaño”.
Esto responde a una estrategia predominante desplegada por el Presidente electo, su círculo y coalición en estos primeros cinco días desde su triunfo: la de la tranquilización, lo que todavía no configura una tendencia.
En esa línea, Boric ha tratado de calmar a los que piden señales rápidas, como el nombramiento anticipado del ministro o ministra de Hacienda, poniéndose los mismos plazos que sus antecesores (Piñera nombró a sus ministros el 22 de enero).
“Si hay un lugar en el que la joven coalición de gobierno se beneficiaría mucho con tener alguien con la experiencia que tiene la centroizquierda es en el Ministerio de Hacienda. Además de que sería una señal importante para tranquilizar a los mercados”, aseguró en una entrevista a Ex-Ante el economista Noam Titelman, uno de los fundadores del Frente Amplio, sobre una carrera donde se han salido rostros que causaban entusiasmo en el mundo de Boric, como Andrea Repetto.
El acuerdo de Pensión
Garantizada Universal de Piñera
El clima político que se ha instalado en Chile posibilitó probablemente el miércoles que la comisión de Hacienda de la Cámara aprobara en forma unánime el proyecto de Pensión Garantizada Universal (PGU) del Gobierno, con muy buen pronóstico de salir adelante.
Fue luego de la reunión del lunes entre Boric y el actual Presidente, Sebastián Piñera, donde se tocó este asunto, lo que fue recogido con fuerza por el Parlamento, que comienza a destrabar un proyecto importante que llegará al 90% de la población y que se encontraba pausado.
Sería un caso extraordinario: en el pasado reciente nunca se ha promulgado un proyecto del gobierno de esta magnitud en un periodo de transición, que sea apoyado por los dos presidentes, el que está en ejercicio y el que entrará.