Por estos días el Gobierno estaba recibiendo fuertes presiones para que le solicitara la renuncia a la cuestionada embajadora de Chile en Reino Unido, Susana Herrera, presiones que no sólo venían de la oposición, sino también de sectores del oficialismo, en particular del Socialismo Democrático, incluso de excancilleres.
Por esta razón, desde el Ministerio de Relaciones Exteriores comunicaron que hoy martes presentó su “renuncia voluntaria” la representante de Chile en Reino Unido, Susana Herrera, “la que ha sido aceptada”, sostiene la información del Gobierno y añade que “la Cancillería agradece el trabajo” de la exembajadora. “La misión en Reino Unido seguirá funcionando con total normalidad, de acuerdo a las normas vigentes, y quedará temporalmente a cargo del encargado de Negocios”.
Cabe recordar que Herrera estaba fuertemente cuestionada por la gestión de un millonario fondo para un proyecto en el Biobío en el entorno del Rey Carlos III, sin seguir los procesos regulares del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La dimisión se produce a una semana de conocerse que la representante diplomática, sin seguir los trámites regulares, presentó ante el gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz, un proyecto que incluía la construcción de un mercado de maderas, para el cual buscaba un financiamiento de US$ 5 millones.
Los cuestionamientos no se hicieron esperar, desde excancilleres hasta el propio oficialismo, donde la titular del PS, Paulina Vodanovic, fue explícita en solicitar la salida de la diplomática de su cargo en Londres, por no respetar los canales regulares para este tipo de gestiones.
La tarde del lunes, Herrera fue citada a la oficina de la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, quien le expuso la molestia del Ejecutivo por el caso y por no avisar a sus superiores de las gestiones que estaba llevando adelante para conseguir los fondos.
Van Klaveren: “No nos enteramos por la prensa”
Pero fue el propio canciller Alberto van Klaveren quien, a la salida de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, quien comentó algunos detalles acerca de la renuncia de Herrera, contexto en el que advirtió que el Gobierno de enteró con antelación acerca de la gestión del proyecto que la exembajadora estaba tratando con el gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz, asegurando que fue el principal elementos que influyó en su salida.
Según el canciller, con esa gestión, Herrera “se apartó de las instrucciones que existen para los embajadores en el manejo de este tipo de situaciones. La embajadora Herrera, lamentablemente, se excedió en las competencias que corresponden normalmente a los embajadores y fue esa una de las razones, yo diría la razón principal, que se tomó en cuenta para aceptar su renuncia. Los hechos que han sido motivos de esta situación eran conocidos por la Cancillería con anticipación, en este caso no nos enteramos por la prensa, sabíamos que había sucedido, en términos de la presentación del proyecto”.
Van Klaveren detalló que por esa razón el secretario general de la Cancillería le envió una instrucción “muy clara” a la embajadora para detener cualquier gestión relacionada con el citado proyecto, lo que atribuyó a la “inexperiencia” de la exembajadora en el ámbito diplomático.
Consultado acerca de si se estaba considerando alguna otra medida, Van Klaveren insistió que la gestión del proyecto por parte de Herrera fue el principal criterio en su evaluación a la que son sometidos todos los embajadores permanentemente y descartó que se trate de una “encerrona” como acusa el Federación Regionalista Verde Social (FRVS), que la apadrinó para el cargo.
Por otro lado, descartó que haya un sumario en curso, puesto que según explicó para ello se requiere el resultado del informe jurídico sobre el proyecto para el Biobío, que sólo se recibió este martes en la Cancillería. Y aseguró que antes de la publicación, el Presidente estaba enterado de los problemas de funcionamiento de la embajada en Gran Bretaña.
También aprovechó de asegurar que aún no hay nombre de reemplazo y que sería prematuro especular sobre la sucesión.
La presidenta de la Federación Regionalista Verde y Social (FRVS), Flavia Torrealba, partido que postuló a Herrera al cargo, había defendido las actividades de la diplomática afirmando que “aquí se está tiñendo con un manto oscuro una gestión impecable de una embajadora que logró una cercanía con el Rey Carlos III muy estrecha, de mucha colaboración y donde estaba la expectativa de colaborar con la comunidad de Santa Juana, no solo para restaurar suelos, sino para incorporar prácticas de economía circular”.
Interés político
La salida de la ahora exembajadora de Chile en Reino Unido fue bien recibida tanto en el oficialismo como en la oposición, desde donde esperan que la exrepresentante de Chile en el extranjero sea reemplazada a la brevedad por una persona que tenga los atributos para desempeñar el cargo.
De hecho, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, el diputado socialista Tomás de Rementería incluso dio a conocer cómo se desencadenó la renuncia y otros hechos en los que, aparentemente, estaría involucrada Herrera.
Si bien el representante oficialista admitió que Herrera podría haber renunciado antes, debía tener una conversación con la subsecretaria, tras la cual se selló su salida. El diputado, especuló que Herrera “probablemente” presentó su renuncia porque su permanencia en el cargo se hacía insostenible, con lo que “nos hemos ahorrado seguir con problemas en la embajada de Londres, porque hemos sabido por otras fuentes que este no es el único problema, que hay problemas también con los funcionarios de la embajada, que hay problemas con la madre de la embajadora…”.
A juicio del parlamentario, los hechos conocidos en relación con la carta que habría escrito Herrera al gobernador del Biobío, que sería la “guinda de la torta”, para, “en el mejor de los casos, saltarse un procedimiento estándar y, en el peor, que esté buscando hacer un negocio a través de su cargo… si cuando hace una carta con membrete, sabiendo lo que ha pasado en la gobernación del Biobío no es de extrañar el tema”, señaló.
Pero fue más allá, asegurando que la exembajadora “tiene interés político en la Región del Biobío donde fue dos veces candidata”, por lo que insistió en que la compleja situación fue subsanada a tiempo por la Cancillería y para terminar de poner la lápida a la exfuncionaria, sentenció que se deben perseguir todas las responsabilidades que corresponden, cuando un funcionario incurre en las situaciones en que cayó Herrera.
Sin embargo, también instó al Gobierno a que nombre rápidamente a su reemplazante, dado que la relación con Reino Unido –dijo– “es prioritaria” y, porque hay que solucionar el “bochorno diplomático” en que se incurrió en el marco de las declaraciones de Herrera en las que involucró al Rey Carlos III.
De Londres al Ministerio Público
Desde la oposición, la postura fue más dura aún. Ello, porque no sólo hicieron la consabida crítica al presidente Gabriel Boric respecto de entregar cargos a sus amigos, sino que un pequeño grupo de parlamentarios opositores decidió ir un paso más allá con las responsabilidades que debe asumir la renunciada funcionaria.
Los senadores Iván Moreira (UDI) y Rojo Edwards (Partido Republicano) y el diputado gremialista Jorge Alessandri resolvieron concurrir con una denuncia ante el Ministerio Público en contra de Herrera.
“Nosotros creemos que es inaceptable que una embajadora, con el cargo de embajadora, con documento de la Cancillería y de la embajada, haya solicitado a la gobernación del Biobío, la más cuestionada por corrupción, nada menos que casi US$ 7 millones para un determinado proyecto en que ella había participado antes… Eso es tráfico de influencias”, argumentó Moreira.
Ante lo cual anunció que el miércoles 23 de agosto presentarán una denuncia por tráfico de influencias ante el Ministerio Público. En este sentido, Moreira enfatizó que será este organismo el que resuelva si lo cometido por Herrera es una falta gravísima o un delito, pero “nosotros creemos que aquí ha habido un aviso y este tipo de situaciones avergüenza al país en el exterior”.
Revisar comunicaciones de los embajadores
Por su parte Alessandri se refirió a los dichos del canciller Alberto van Klaveren en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta. Según habría señalado la autoridad en dicha instancia, la exembajadora habría comunicado lo que estaba haciendo al ministerio, pero sólo de manera general y que el canciller sólo se enteró con más detalle cuando se conoció la carta que Herrera había enviado al gobernador.
Desde el punto de vista de Alessandri, “las explicaciones del canciller agravan la falta”, porque los embajadores representan a todos los chilenos y “cuando un funcionario público trata de ejercer presión sobre otro funcionario público para obtener recursos para un proyecto, eso tiene un nombre: tráfico de influencias y está penado en nuestra legislación”.
Y generó la inquietud acerca de que lo ocurrido con Herrera sea “una primera piedra” y que si se busca se podría encontrar que otros representantes diplomáticos han incurrido en estas prácticas, en este Gobierno.
Por lo que instó al canciller a revisar todas las comunicaciones de los embajadores de Chile a las gobernaciones regionales. “¿Será esta otra hebra del caso Democracia Viva?”, interpeló el diputado.
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