Baja concurrencia marca la histórica jornada para pueblos originarios y sus escaños reservados
Del pueblo mapuche, donde más de 1 millón de personas podían usar la cédula especial para votar por sus candidatos, poco más de 220 mil efectivamente la utilizaron.
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Un video en Facebook de un minuto y medio, donde el primero habla en mapudungún, subió la candidata de escaño reservado del pueblo Mapuche, la machi Francisca Linconao, quien obtuvo la primera mayoría nacional en votación de pueblos indígenas, con más de 13.700 votos.
“Hago un llamado a todos los constituyentes del escaño reservado. Yo como candidata gané con muchos votos y les pido que podamos trabajar juntos y poder escribir la nueva Constitución. Les saludo a todos y gracias. Nos estaremos viendo”, dice en el video rodeada por una decena de personas.
Linconao es una de las 17 personas de pueblos originarios que ayer, por primera vez, fueron electos para escribir la Constitución. El programa que presentó la virtualmente electa convencional constituyente incluye buscar dejar en la Carta Magna el “reconocimiento y garantía de derechos humanos para el pueblo mapuche, especialmente los civiles, económicos, políticos, ambientales, sociales y culturales.”
Además, se comprometió a la búsqueda del “derecho a la tierra, al agua, al territorio y al buen vivir” y que queden consagrados en la futura Constitución.
La segunda votación más alta en el pueblo mapuche la disputaban la abogada y activista de derechos humanos, Natividad Llanquileo y el ex alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur. Rosa Catrileo, también sería electa por uno de los cuatro cupos mapuche de las regiones de Ñuble, Biobío y La Araucanía.
Las regiones de Coquimbo, Valparaíso, RM, O’Higgins y Maule escogen un candidato y hasta las 1 de la madrugada y con el 88,9% de los votos escrutados se disputaba entre Isabel Cayul y Elisa Loncon.
Por último, en el pueblo mapuche, las regiones de Los Ríos, Los Lagos y Aysén escogían dos escaños y que dejaba dentro de la Convención a Carmen Caifil, y el segundo cupo se peleaba entre Carmen Jaramillo y Vanessa Huaiquimilla.
En tanto, en el pueblo aimara, que elegía dos escaños reservados, optó por Isabella Mamani, y el segundo cupo se disputaba entre Luis Jiménez y Luis Challapa.
Los rapanui optaron por Tiare Aguilera; los atacameños por Ximena Anza; el pueblo quechua por Evelyn Martínez, los collas por Isabel Godoy; changos por Fernando Tirado; diaguitas por María Gabriela Calderón; kaweshkar por Margarita Varas; y los yaganes por Lidia González.
Durante este lunes, debería corregirse por paridad también este grupo de escaños reservados, aunque cada candidato tenía un propio candidato alternativo del sexo opuesto.
Autonomía y de oposición
Aunque se trata de un grupo diverso, Antonia Rivas, abogada, doctora en Antropología e investigadora del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas, destaca que “los nombres mapuche al menos, son todos dirigentes de base, con posturas fuertes. Los candidatos que la derecha auspicio no salió ninguno”. Por ello, se podría esperar que al momento de votar formaran alianzas con colectividades como Apruebo Dignidad, la Lista del Pueblo o independientes, aunque también con una parte de Unidad Constituyente.
La experta agregó que “es interesante que mirando las propuestas de las ganadoras veo muchos que abogan por un Estado plurinacional, autonomía, derechos colectivos. Y eso es muy importante en la forma en que van a enfrentar los temas con unidad entre ellos”, acotó Rivas.
Sin duda que uno de los puntos grises de este histórico proceso que incluía el escaños reservados para pueblos originarios, fue la baja utilización y participación de los integrantes de estos pueblos de sus propias cédulas de votación.
Con el 90% escrutado, el pueblo mapuche sumaba 220.141 votos, siendo que el padrón autorizado para poder ejercer ese voto era de 1.063.980 electores inscritos.
En las redes sociales durante el fin de semana se destacaron varios casos de personas que desconocían el detalle del proceso para votar por pueblos originarios, pero también de varios locales donde fue fácil encontrar las papeletas verdes que marcaban los electores de alguno de los cupos reservados.
“Hubo mucha desinformación por los votos, poca claridad en como se votaba y quienes podían votar. Eso fue resultado de la falta de campañas oficiales del gobierno, solo las organizaciones hicieron el trabajo con las campañas”, afirmó Rivas.