La presidenta, Michele
Bachelet, abogó hoy por políticas ambientales globales basadas en la
equidad al inaugurar una reunión de la Internacional
Socialista sobre cambio climático y desarrollo sustentable.
La segunda reunión de la Comisión para una Sociedad Mundial
Sustentable de la IS está presidida por el ex mandatario Ricardo Lagos, enviado especial del secretario general de Naciones
Unidas para asuntos relativos al cambio climático.
Asistieron delegados de más de una decena de países, entre ellos el
presidente de Panamá, Martín Torrijos, quien en la apertura defendió
las obras de ampliación del canal desde el punto de vista del medio
ambiente.
"Es indispensable avanzar a nivel global en una política
ambiental basada en la equidad, con especial atención a quienes
resultan directamente afectados que son los países más pobres, los
más débiles y vulnerables", dijo Bachelet.
"Frente al desafío del cambio climático, está la exigencia y
urgencia de contar con un sistema internacional fortalecido, que nos
permita dar una respuesta no sólo adecuada sino que ágil, oportuna y
concertada", recalcó la mandataria.
Bachelet añadió que el reto es dar una respuesta que combine
valores como el crecimiento económico, equidad y desarrollo
sustentable en un mundo complejo que continúa teniendo "viejos
problemas y viejas injusticias", que resolver.
Lagos destacó la necesidad de que el debate sobre estos temas se
realice en el seno de Naciones Unidas y agregó que la comisión que
preside dentro del organismo debe dar respuestas a finales de 2009.
Destacó que en el cambio climático "hay una responsabilidad
histórica distinta, según el nivel de desarrollo de los países y el
tiempo en que iniciaron su período de industrialización".
Lagos coincidió con Bachelet en que hay que buscar "soluciones
equitativas para todos" y defendió la necesidad de un modelo de
desarrollo que consuma menos energía y de invertir en energías más
limpias y renovables.
En tanto, el presidente de Panamá, Martín Torrijos, tras
reconocer que la construcción del canal de Panamá tuvo grandes
impactos ambientales, aseguró que su ampliación "se convirtió
también en un proyecto de mitigación".
"No sólo por la reforestación que implicará, sino también por la
efectiva reducción de emisión de carbono que trae como
consecuencia", explicó.
"Es una obra que va a contribuir al desarrollo del comercio
mundial al permitir que más barcos crucen el canal, pero que tiene
un impacto medioambiental mínimo", recalcó.
"Comprendimos que no existe incompatibilidad entre un proyecto de
infraestructura de gran magnitud, de 5.250 millones de dólares de
inversión, y el cumplimiento de un compromiso ético con el aire que
comparte toda la humanidad", indicó.