El cierre presupuestario del año 2024 dejó un sabor agridulce para las autoridades del Ministerio de Hacienda. Si bien el gasto público creció un 3,5% -justo lo esperado-, el déficit efectivo del sector público superó en casi un punto del PIB las proyecciones, situándose en un 2,9% del tamaño de la economía, un nivel no visto desde los años de la pandemia.
Un cierre fiscal peor a lo esperado -y que llevó al Ejecutivo a recortar US$ 1.500 millones del Presupuesto en todo el ejercicio- llevaron al ministro de Hacienda, Mario Marcel, a anunciar en entrevista con Diario Financiero que se ampliaría el monto del ajuste preventivo de gasto comprometido para este año, pasando de US$ 600 millones a US$ 700 millones.
“El ajuste fiscal no es suficiente para alcanzar una reducción significativa del déficit fiscal, debido a que el crecimiento PIB este año será menor al que proyecta Hacienda”, plantea el economista de Bci Estudios, Juan Ángel San Martín. El Gobierno prevé una expansión de 2,7% este ejercicio.
La economista de Libertad y Desarrollo, Macarena García, cree que para el ejercicio actual se requiere de un corte “sustancial” de más de US$ 4.000 millones, ya que estima un déficit estructural algo menos de 2,5% del PIB, desde un saldo negativo superior al 3% del Producto -estima- en 2024.
“Preocupa que nuevamente no alcance el balance comprometido, que nuevamente el ajuste lo aplique al gasto de capital (más aún en un año eleccionario), que la deuda siga acercándose peligrosamente al nivel prudente y que deje comprometido un gran ajuste para la próxima administración”, señala.
A la luz del resultado fiscal de 2024, cuando se subestimó el nivel de ingresos en más de dos puntos porcentuales como proporción del PIB respecto al presupuesto inicial, el ajuste realizado a nivel de gasto en enero de este año sería “insuficiente”, considera el economista del OCEC UDP, Juan Ortiz.
“El crecimiento real de los ingresos efectivos entre 2025 versus el cierre efectivo de 2024 sería de 13%, un aumento inédito, el cual no se ajusta a un crecimiento del PIB real estimado para este año del 2,7%. Excluyendo 2021, en los años recientes solo en 2018 el crecimiento real de los ingresos totales fue del 8,9%”, dice Ortiz.
La académica de la U. de los Andes, Cecilia Cifuentes, complementa que dado que el desvío sobre la meta proyectada equivale a cerca de US$ 3.000 millones, un ajuste de “solo” US$ 100 millones superior a lo que se había anticipado “es totalmente insuficiente para atenuar el problema”.
“Los ingresos proyectados para este año, basados en una estimación excesivamente optimista para 2024, tienen el mismo problema de sobrestimación, y si no se corrige el gasto con un ajuste bastante más significativo que el anunciado, la estimación de déficit para este año tampoco se cumplirá”, anticipa.
Dado todo lo anterior, entre los especialistas se advierte que por arrastre la meta de déficit efectivo este año tampoco se cumplirá.
En el Informe de Finanzas Públicas (IFP) de octubre pasado, Hacienda proyectaba un déficit de 1% del Producto en 2025, número que se modificará en el próximo IFP que se publicará este viernes.
La proyección de ingresos de Hacienda para 2025 significa un crecimiento de 13% respecto de 2024, esto es, mayores ingresos por US$ 10.000 millones, algo “muy difícil de cumplir”, expone el decano de la Facultad de Economía y Gobierno de la USS, Alejandro Weber.
“En este preocupante escenario, el punto de partida del balance estructural 2025 es aproximadamente -2,2% del PIB, solo por descontar el menor nivel de la base de ingresos, y no el -1,1% que señala Hacienda”, señala el exsubsecretario de la cartera.
Por el orden de magnitud que se habla, al exdirector de Presupuestos, Matías Acevedo, le parece “inevitable” un ajuste adicional del gasto.
“Leo al ministro en la entrevista en Diario Financiero y me quedo con la impresión que está consciente de aquello. La pérdida hay que hacerla rápida para dar vuelta la página. Al menos esa creo fue la lección que nos dejó el resultado fiscal 2024. No hay que distraerse: el foco debe estar el 2025 en impulsar medidas pro crecimiento”, señala el investigador del CIES-UDD.
En el área de estudios del Banco Santander estiman que parte del nuevo ajuste anunciado por Marcel podría compensar la rebaja de impuesto que se le está haciendo a las PYME en el marco de la reforma previsional, “pero dependiendo de cuánto se recaude efectivamente por la Ley de Cumplimiento Tributario, puede que sean necesarios recortes adicionales”, dicen. Así, mantienen su estimación de un déficit efectivo en 1,7% del PIB este año.
Para alcanzar el déficit efectivo de 1% del PIB, el recorte de gasto debiera estar más cerca de US$ 4.000 millones, calcula el gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández: “En el IFP que se publica esta semana, la proyección de déficit fiscal efectivo para este año será revisada al alza significativamente”.
El economista jefe para la región (exBrasil) de Itaú, Andrés Pérez, cree que la caída del 13,8% del gasto en diciembre debiera revertirse “con fuerza” en enero. Así, espera un déficit efectivo de 1,8% en diciembre: “Pareciera que el 0,2% del PIB en recorte de gastos se estaría comprometiendo en menores ingresos por impuesto corporativo a las PYME. En ese contexto, pareciera relevante plantear un ajuste mayor al gasto este año”, dice.
El director de Hermann Consultores, Jorge Hermann, calcula que el ajuste de US$ 625 millones con que partió este año implica una mejora del déficit fiscal desde un -1% a -0,8% del PIB: “Pero esto es un ajuste mínimo, ya que lo más probable es que los ingresos fiscales en vez de ser 24,3% del PIB se ubiquen en torno al 22,5% del PIB, lo que implica que para mantener el déficit fiscal en -0,8% debería ajustarse el gasto público en US$ 6.600 millones”.