Las inquietudes que despierta en Chile Vamos el proyecto de rebaja de la jornada laboral a 40 horas

Aunque por estos días el foco político está puesto esencialmente en el plebiscito del 4 de septiembre, que ha ido tensionando el ambiente cada vez más; el gobierno movió la agenda pública hacia otro tema que es altamente popular en la opinión pública, como es la reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas, otro de sus compromisos de campaña y del que no se había dicho nada hasta ahora, ya que ayer martes presentó con bombos y platillos las indicaciones que el Ejecutivo propone a la iniciativa, sobre la que ya asoman algunos reparos.

De hecho, esta tarde los integrantes de Chile Vamos de la Comisión de Trabajo del Senado sostendrán una reunión vía zoom para analizar las indicaciones del gobierno, para analizarlas una a una con sus técnicos.

El propio presidente Gabriel Boric aseguró que tales indicaciones cuentan “con alto nivel de acuerdo”, por lo que el proyecto debe avanza a pesar de las dificultades que puedan surgir y pidió al Congreso celeridad en su tramitación; sin embargo, hasta hoy la propuesta está sin urgencia, tal como cuando ingresó a la Cámara en el año 2017, cuando lo impulsaron la actual ministra vocera Camila Vallejo y la aún diputada Karol Cariola.

Y si bien todo indica que los empresarios estarían alineados con la iniciativa y habría, efectivamente, un grado alto de acuerdo con ellos y los trabajadores, cosa distinta es lo que pasa en el Congreso, donde no parece que se le haya dado la misma importancia a conversar especialmente con la oposición para asegurarle piso al proyecto.

Actualmente, el proyecto descansa en la Comisión de Trabajo del Senado, donde no ha registrado ningún movimiento desde el 14 de enero de 2020. El único cambio ocurrido se produjo el pasado 10 de agosto, cuando la Sala de la Cámara Alta acordó fijar un plazo para la presentación de indicaciones hasta el 22 de agosto al medio día y que ya habría concluido.

Y, por otro lado, es necesario considerar un factor nada menor para efectos de la tramitación y es que en la Comisión de Trabajo del Senado –al igual que en la de Hacienda- la oposición es mayoría, por lo tanto, cobra mayor relevancia la necesidad de diálogo entre el gobierno y Chile Vamos. Tras el anuncio del martes, varios de sus integrantes de Chile Vamos hicieron declaraciones bastante diplomáticas sobre su respaldo a la iniciativa y a la necesidad de que los trabajadores cuenten con más horas para la familia y el descanso.

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Reparos de Chile Vamos

Pero algunos, desde ya, adelantaron un elemento que podría ser una piedra de tope para el avance expedito del proyecto, como es el caso de la “flexibilidad”. Mientras la oposición estima que junto con la gradualidad que contiene la propuesta debería estar la flexibilidad, en el oficialismo tienen la convicción de que esta última no es necesaria.

En este sentido, uno de los integrantes de la Comisión de Trabajo, el senador socialista Gastón Saavedra, descarta la necesidad de incorporar la flexibilidad al proyecto. A su juicio, es más adecuado “avanzar por el lado de la gradualidad”. Y respecto de las indicaciones que apuntan a que las Pyme puedan sobrellevar la rebaja de la jornada laboral, Saavedra, estima que en ellas se ponderan en su justa dimensión la necesidad de que se vayan cumpliendo las medidas, a través de la fiscalización de la Dirección del Trabajo (DT) y, a su vez, se mejore la productividad con la innovación tecnológica, que “todos sabemos van de la mano”, asegura.

La mirada de Saavedra, contrasta con la postura de su compañero de comisión, el senador de la UDI Iván Moreira, quien argumenta que para no perjudicar el empleo, la medida debe implementarse con flexibilidad en paralelo con la gradualidad.

Según explica, "existe ánimo de acuerdo" para avanzar en la medida, pero considera que la flexibilidad es importante para ciertos sectores de la economía, como los relacionados con el turismo.

Mucho más duro en su análisis es el representante de RN en la comisión, el senador Rodrigo Galilea, quien acusa al Ejecutivo de desprolijidad en lo que respecta a los contratos de trabajo de las jornadas especiales, pero sobre todo –recalca- “echo de menos el tema de la flexibilidad”, argumentando que “un montón de personas trabajan con sueldos variables, es decir, lo que ganan a fin de mes depende de cuántas horas trabajan. Ahí hay un silencio absoluto sobre cómo deberá ser abordado”.

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Mientras que el presidente de la comisión, el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli) también hace hincapié en que durante la tramitación se buscará la fórmula adecuada para implementar la medida con gradualidad –algo que valoró-, pero sin afectar el empleo.