Jorge Rodríguez Cabello, presidente del Consejo Fiscal Autónomo (CFA): “Está bien congratularse con el primer paso, pero la consolidación fiscal no ha terminado”
Economista reitera llamado a resolver el tratamiento de los ingresos por el litio y argumenta que la trayectoria de gasto es sostenible aún sin la reforma tributaria.
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El lunes pasado, el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) entregó un informe con una serie de recomendaciones al Ministerio de Hacienda en el marco del cierre fiscal de 2022, que arrojó un superávit del aparato estatal no visto en una década, una caída superior al 23% del gasto estatal, y millonarios ingresos provenientes desde las rentas del litio.
El presidente del CFA, Jorge Rodríguez Cabello, destaca el esfuerzo que realizó la administración fiscal el año pasado, pero llama a no bajar los brazos ni pensar que el trabajo ya está hecho. También aborda los impactos del rechazo de la idea de legislar de la reforma tributaria en la trayectoria del gasto público.
“Hay situaciones legislativas que no se han terminado de desarrollar, por lo que hay que ser cautelosos. En todo caso, en nuestro escenario base del análisis de sostenibilidad no están incluidos los ingresos de la reforma tributaria”.
- ¿Cuál de las recomendaciones que entregaron cree más urgente de implementar?
- Primero, el informe hace una valoración del gran esfuerzo fiscal que se hizo en 2022, y a partir de eso identifica ciertas recomendaciones, recuerda que hay que dar más pasos, que este fue el primer paso, y también identifica ciertos riesgos. Pero parte de valorar el primer paso muy importante que se dio de ajuste del gasto como inicio de una consolidación fiscal.
Ahora, en cuanto a las recomendaciones, justamente para reafirmar la trayectoria de consolidación fiscal, el Consejo ha recomendado que el decreto de política fiscal del Gobierno pueda tener las metas de balance estructural anuales establecidas en el propio decreto, que es algo que hemos señalado con anterioridad y Hacienda ha señalado que está abierto a hacerlo, pero aún no lo ha concretado. Es bien importante para reafirmar y dar más certeza de cuáles son los pasos concretos que se van a dar en los siguientes años.
- También reiteraron la recomendación de tratar como transitorios los ingresos del litio.
- Ese tema ha cobrado gran importancia. Por lo mismo, hicimos un informe especial, porque los ingresos fiscales asociados al litio tomaron una importancia que nunca antes habían tenido.
Siempre el cobre ha sido un área de la economía y su asociación con el ingreso fiscal que se ha tratado en específico, y desde que se inició la regla fiscal existe una metodología de ajuste para identificar qué es transitorio y qué permanente. En el caso del litio nunca había existido eso porque no era necesario, porque era muy pequeño. Pero ahora los ingresos del litio son más del 6%, por lo que se hace necesario indagar cuánto de eso es estructural y, por lo tanto, se podría gastar, y cuánto de eso es transitorio. Y, por ende, la recomendación es que esa parte transitoria se ahorre.
Ahora el Ministerio de Hacienda ya contestó en su Informe de Finanzas Públicas que consideraba que este tema era relevante y que iba a iniciar un trabajo en comunicación o coordinación con el Consejo Fiscal.
- ¿Cómo se tiene que hacer cargo el Gobierno de este tema?
- Yo separaría las recomendaciones en tres etapas. La primera, es tratar de poner información pública respecto de los ingresos fiscales por litio, porque no es una línea claramente identificada como con el cobre. Lo segundo, es hacer una regla simple de ajuste en el corto plazo, porque tampoco podemos pasarnos un año o dos años viendo cuál es la metodología precisa, pero que se nos pase el tiempo e incurramos en algún riesgo que no es conveniente, como gastarnos todo y que después, a la larga, concluyamos que no es todo estructural.
Y el tercer paso -que podría tomar más tiempo- es estudiar una regla un poco más sofisticada para seguir aplicando tal vez desde el 2024. Pero el llamado del Consejo es aplicar algo, por muy simple que sea, desde ya, para que el 2023 ya podamos tener una separación entre estructural y transitorio del litio.
- ¿La preocupación del Consejo es que haya una tentación de gastar ingresos transitorios financiando gastos permanentes?
- Claro, esa es una máxima que siempre repetimos respecto de la responsabilidad fiscal, en que los gastos permanentes se financian con fuentes de financiamiento permanente. Los ingresos del litio, acorde a la metodología vigente, serían considerados permanentes. Eso es lo que hay que revisar, la metodología vigente. El riesgo es que se pudieran comprometer gastos con cargo a ingresos del litio que a la larga no fueran permanentes.
El efecto de la reforma tributaria
- ¿Cuán puntual fue el ajuste del gasto en 2022? En el informe señalan que el superávit tuvo componentes transitorios, como los ingresos del litio.
- Aquí vale la pena dar dos pasos para atrás y reconstruir un poco la historia, porque para enfrentar la pandemia, el gasto fiscal aumentó significativamente en 2020, más de 10%, y en 2021 más de 31%. Esas son cifras gigantescas que sirvieron en buena parte para paliar los efectos de la pandemia. Y eso se pudo hacer porque teníamos una conducta responsable, buenos ahorros y acceso a crédito barato. No hay que olvidarse de eso.
Lo que dijo el Consejo Fiscal en todo ese tiempo era que esos esfuerzos se podían hacer, pero que tenían que revertirse sí o sí cuando se acabara la pandemia. Y si bien la pandemia no ha terminado oficialmente, la actividad ya retornó a la normalidad en términos de que todos ya están realizando sus labores y, por lo tanto, lo que correspondía era retirar gran parte de las ayudas estatales.
Eso se hizo y es algo que es muy destacado, tampoco lo perdamos de vista porque el gasto en 2022 cayó un 23%, es muy poco habitual que caiga 23% por iniciativa propia del Gobierno y sin causar drama, en el sentido que en esto no fue impuesto por un organismo internacional por ejemplo. Y lo propuso el gobierno anterior, lo aprobó el Congreso, este gobierno lo hizo con convicción. Hubo un gran consenso de que había que hacer ese retiro, ese esfuerzo es innegable.
Ahora hay algunas cosas extras, hubo sorpresas por ingresos del litio y hay un tema un poco más técnico que tiene que ver con el cálculo de la brecha del PIB. Pero ninguna de esas dos cosas minimiza el gran esfuerzo que se hizo.
- ¿Hay que ser prudente con ese resultado? Uno mira al Gobierno con un tono muy optimista por el superávit del año pasado.
- Como CFA queremos destacar este primer paso, pero recordar que es el primer paso y hay que seguir dando los siguientes pasos, y además hay que monitorear los riesgos que se pueden encontrar en el camino. O sea, está bien congratularse con el primer paso, pero la tarea no está concluida, la consolidación fiscal no se ha terminado.
Tenemos una regla de balance estructural, hemos tenido consistentemente déficit en los últimos años, salvo el reciente superávit. Entonces, la idea es poder volver a un nivel más cercano a cero en el mediano plazo. La tarea tiene que continuar porque 2023 va a haber un déficit estructural nuevamente y, por lo tanto, los pasos de los siguientes años tienen que volver al 0% estructural o una cifra cercana a eso. Y, además, hay que velar porque la deuda no supere el nivel prudente de 45%. Esos son los siguientes pasos que hay que seguir construyendo. Eso no se logra en un solo año.
- ¿No hay que relajarse?
- Exacto, no nos relajemos. Para ponerlo en términos simples: nosotros pudimos enfrentar todas estas crisis, como la subprime, el terremoto de 2010 y la pandemia, porque habíamos construido un buen colchón de ahorro y porque teníamos una situación de deuda pública que nos permitía endeudarnos barato.
Luego de la pandemia, esas dos situaciones quedaron bastante más débiles y, por lo tanto, tenemos que volver a prepararnos para una próxima crisis, que no sabemos de qué tipo va a ser, pero alguna otra va a ser. Financiera, un terremoto, cambio climático, algo nos va a pasar. Tenemos que reconstruir nuestra posición financiera, nuestros ahorros para enfrentar crisis que lamentablemente nos van a golpear en el tiempo.
- ¿El rechazo de la reforma tributaria cuánto pone en riesgo la trayectoria de sostenibilidad fiscal?
- Hay situaciones legislativas que no se han terminado de desarrollar, por lo que hay que ser cautelosos. En todo caso, en nuestro escenario base del análisis de sostenibilidad no están incluidos los ingresos de la reforma tributaria, pues es lo que corresponde como criterio prudencial.
Igualmente, reitero la importancia de que cualquier compromiso de gasto permanente tenga un financiamiento permanente que lo sustente, lo que implica buscar un calce de ingresos y gastos, tanto en su cantidad como en su temporalidad.