Las empresas chilenas comienzan a notar el lento descenso de la inflación, pero mantienen la cautela
Según el Informe de Percepción de Negocios del Banco Central, si bien gran parte de las firmas espera que su desempeño siga empeorando, esperan “mantenerse resilientes” durante este año. De hecho, hay consenso en que sus resultados se normalizarán a fines de 2023 o durante 2024.
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El ajuste económico está ocurriendo y seguirá en los meses que vienen. Ese es el panorama que delinean las empresas en el Informe de Percepciones de Negocios de febrero, que el Banco Central publicó este viernes.
Pero hay cierto optimismo para este año: la caída en la actividad económica esperada para 2023 “no debería generar disrupciones significativas para el desarrollo de sus actividades”, prevén las firmas.
La menor inflación también iría impactando, lentamente, en sus negocios. Aunque la presión de costos tiende a la baja, no ha terminado de ceder. Pero, los precios de venta están profundizando su proceso de desaceleración, “debido a la percepción de una demanda debilitada y la mayor competencia en algunos rubros”.
Las menores presiones de costos se observan en que ya no se perciben alzas sorpresivas o tan seguidas en los precios, y otras compañías destacan el abaratamiento de ciertos insumos y su mayor disponibilidad.
Con todo, al referirse a los precios, las empresas plantean que “no realizarán aumentos relevantes en el futuro para no debilitar aún más la demanda”, ya que perciben “un mayor pesimismo por parte de los consumidores”. Esto, de la mano de que los precios de venta de las empresas siguen desacelerándose paulatinamente, llegando a la zona de neutralidad por primera vez desde julio de 2021.
Desde el lado negativo, “la mantención de los precios, en conjunto con la disminución de los niveles de venta y costos que siguen elevados, han hecho que el deterioro de los márgenes de ganancia sea más pronunciado que en el trimestre anterior”, se lee en el informe.
Arista laboral
Las empresas declaran no haber realizado modificaciones “significativas” en su dotación de personal durante el último tiempo, aunque señalan una “leve” disminución del número de trabajadores con el que operan en sus negocios. Esto se traduce en que un 29% de las firmas buscó incorporar nuevos trabajadores en los últimos seis meses, y en el mismo período un 33% de empresas ha desvinculado dependientes por situaciones de rotación laboral habitual o bien por dificultades en sus negocios.
De este último grupo, un 41% ha despedido por razones habituales, como el término de contratos a plazo fijo o problemas de desempeño de los trabajadores. Y un porcentaje similar plantea que la reducción en sus niveles de ventas, o aumento de los costos, los ha llevado a ajustar su dotación a la baja.
Actualmente, las empresas perciben un mercado laboral “algo más holgado”, lo que se refleja en el descenso del porcentaje de empresas que busca nuevos trabajadores y en la menor dificultad para encontrarlos.
El reporte también destaca que se han reducido “levemente” las presiones salariales, por reajustes menores a la inflación y por menores sueldos ofrecidos a los nuevos trabajadores. Concretamente, el segundo semestre del año pasado el 62% declara haber reajustado el sueldo de sus trabajadores, pero se redujo el porcentaje de firmas que ajustó por sobre el la inflación.
De la mano de lo anterior, la mayoría de las empresas considera que su nivel actual de dotación “es el adecuado para el buen desempeño de sus actividades”, por lo que no lo aumentarían hacia adelante, pero por lo mismo tampoco han realizado “grandes desvinculaciones”. Con todo, un 43% de las firmas detalla que cuenta con una dotación de personal inferior a la que tenía prepandemia, pero solo un 26% considera que necesita más trabajadores.
Condiciones financieras
En todo este cuadro, la mayoría de las empresas sigue considerando que las condiciones financieras se han vuelto “menos favorables” en los últimos seis meses, siendo el aumento de las tasas de interés la principal razón de esta evaluación, seguido por demoras adicionales para obtener créditos.
La situación es dispar por sectores: la construcción ha tenido mayores restricciones para acceder a recursos, y los entrevistados de ese sector argumentan que ello está dentro de sus principales preocupaciones.
Pero, las firmas indican que la solicitud de créditos ha aumentado “levemente” en relación con el semestre anterior, cuyo destino está principalmente asociado a la compra de insumos y al pago de deuda a proveedores.
Hacia adelante
Gran parte de las empresas espera que su desempeño siga empeorando en los próximos doce meses. Pero, esperan “mantenerse resilientes” durante este año, y hay consenso en que sus resultados se normalizarán a fines de 2023 o durante 2024.
Si bien las firmas no tienen contemplado despedir personal en el corto plazo, no descartan eventuales ajustes de la mano de la evolución de sus negocios. De hecho, la encuesta refleja que se espera una “leve reducción” de la dotación en los próximos doce meses.
Los entrevistados prevén que los costos seguirán subiendo debido a la indexación de muchos de estos, especialmente los costos fijos, pero esperan que a futuro la subida se atenúe en la medida que la inflación regrese a niveles más bajos. De la mano de esto, las empresas ven restringido el espacio para poder subir precios debido a que perciben un mayor pesimismo por parte de sus clientes o usuarios, lo que termina modificando sus decisiones de gasto.