El precio de los alimentos continúa impulsando la inflación del segmento más vulnerable de la población
En mayo, el IPC para el 20% de la población de menores ingresos registró un alza de 0,2%, llevando el acumulado a un 3,6% en doce meses, el mayor entre todos los grupos
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La inflación se niega a volver a la meta del Banco Central, de 3%. Si bien el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ya se alejó de los dobles dígitos que registró en 2022, los últimos meses se han caracterizado por sorpresas principalmente al alza.
Y mayo no fue la excepción, con un IPC mensual de 0,3%, una décima mayor a las expectativas del mercado y llevando el acumulado en los últimos doce meses a un 4,1%.
Según explicó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en una mirada a los productos la gasolina presentó un aumento mensual de 2,3%, aportando 0,082 puntos porcentuales (pp.) a la variación del indicador general. Acumuló así un 7,6% al quinto mes del año. El arriendo, en tanto, anotó un incremento mensual de 0,4%, mientras que los alimentos para mascotas subieron 2,6% mensual. Por otra parte, los alimentos adquiridos en restaurantes, cafés y similares aumentaron 0,5% en mayo.
Durante el mes, la inflación mensual fue levemente más baja para el grupo más vulnerable de la población, aunque en una mirada de doce meses sigue siendo el segmento con el aumento más alto del costo de la vida.
Así lo muestra un informe elaborado por el Centro de Investigación en Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (CIES-UDD), que calcula que el IPC de mayo para el primer quintil -que agrupa al 20% de la población de menores ingresos- se incrementó un 0,2%, siendo el guarismo más bajo, junto con los quintiles intermedios (dos y tres).
Eso sí, en el último año, se registra un IPC acumulado de 3,6% para este grupo, compartiendo el nivel más alto junto al segundo quintil.
En contraste, la inflación mensual para el quintil número cinco (que engloba al 20% de la población de más altas rentas) mostró una variación de 0,3%, igualando al cuarto quintil, pero acumulando en el último año una tasa de 3,3%, la más baja entre todos los grupos analizados.
El director del CIES-UDD, Víctor Martínez, explica que los productos que más contribuyeron a los aumentos del mes se concentran en divisiones con mayor ponderación en las canastas de los quintiles de mayor ingreso, como la gasolina, el vestuario y los arriendos.
"Por ejemplo, la gasolina tiene una ponderación un 50% más alta en el quintil de mayores ingresos en comparación con el de menores ingresos. Productos como los alimentos consumidos en restaurantes tienen un impacto cuatro veces mayor en la canasta del quintil de mayores ingresos. Por el contrario, los limones, un producto que presentó una reducción mensual, tienen el doble de impacto en la canasta del quintil de menores ingresos en comparación con la del quintil de mayores ingresos", complementa.
Ahora, en términos anuales, la variación del IPC sigue siendo más pronunciada para el quintil de menores ingresos, debido a que -explica el economista- los precios de los alimentos, que tienen una mayor influencia en las canastas de este grupo, han experimentado un incremento más marcado en los últimos 12 meses.
"Destaca el hecho de que todos los quintiles muestran signos de convergencia hacia una tasa de inflación a doce meses cercana al 3%", valora de todas maneras el director del CIES-UDD.
Alzas recientes
Esto se da en un contexto de alzas en los últimos días en los precios algunos productos clave para la dieta de las familias, en particular la lechuga y la papa.
Por ejemplo, según datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), en la última semana se ha encarecido el precio de la lechuga escarola en el mercado de Lo Valledor, uno de los más representativos en la capital. Si el 10 de junio la unidad se cotizaba en $ 971, este lunes se empinó a $ 1.145 por unidad.
Asimismo, el valor de las papas tipo Rosi aumentó desde $ 14.000 el saco de 25 kilos hace una semana, a $ 15.000 en la jornada de lunes.