Mayo no fue un buen mes para el ánimo de quienes se dedican a los negocios en el país. Y menos para aquellos que se desenvuelven en el mundo financiero. De hecho, el Índice de Confianza Empresarial (ICE) de esa área cayó 38 puntos –equivalente a tres peldaños- para transitar a un estado “muy pesimista”.

Este deterioro, correspondiente a unas de las seis ramas que componen el indicador que elabora cada mes el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Facultad de Economía y Negocios de la U. del Desarrollo en conjunto con el Diario Financiero, se sumó al registrado por la industria, que pasó desde un nivel “neutral” a uno “moderadamente pesimista” al ceder 17 escalones.
Mientras en el primero el golpe provino de un retroceso en las percepciones sobre la situación del negocio y del rubro, en el segundo se relacionó con una expectativa menos favorables sobre la demanda nacional y mundial.
Lo que cruzó a ambos, en todo caso, fueron resultados menores que los esperados en los últimos tres meses.
Otras dos dimensiones donde hubo pérdida de confianza fue el sector agrícola, que sigue contaminado de pesimismo, destacando un retroceso en las percepciones sobre la demanda mundial y la situación del negocio; y en la minería, que no obstante logró aferrarse a un estado “levemente optimista”.
En este último caso, se resintió una visión negativa del precio de los metales en tres meses más, así como de los niveles de inventarios y el precio de los insumos.

Construcción y comercio suben
La confianza en la construcción y el comercio se mantuvo “moderadamente optimista” y “levemente optimista” tras mostrar un avance marginal en mayo.
Determinante en el primer caso fue la percepción de buenos resultados en los últimos tres meses, contrarrestados por una proyección menos favorable sobre la situación económica.
Dado los comportamientos anteriores, el ICE general registró un retroceso de casi nueve puntos el mes pasado, pero continuó ubicado dentro del rango “neutral”, es decir, ni positivo ni negativo.
Quizás un debilitamiento que parece congruente con el hecho de que la perspectiva que tenían los empresarios de la situación del negocio en los últimos tres meses, respecto a la que habían esperado, continuó empeorando. Dado esto, su estado pasó desde “levemente pesimista” en abril a “pesimista” a mediados del segundo trimestre.
Entre las seis principales percepciones del ICE, destacó el mayor pesimismo en las proyecciones del precio de insumos, así como un menor optimismo en la relativa a la situación del negocio. En contraste, mejoró la relativa a la dotación de trabajadores, mientras que no se registraron mayores cambios en la proyección del escenario económico.