La inflación sobrepasaría "durante algunos trimestres el límite superior del rango de meta" durante este año, alcanzando en diciembre un aumento anual de 4,3%, según se desprende del último Informe de Política Monetaria (IPoM) dado a conocer esta mañana por el Banco Central.
La cifra supera ampliamente el 3,3% proyectado en diciembre pasado, y se explica, principalmente, por "el efecto de los mayores precios del petróleo y sus derivados", el que se estima se ubicará en un promedio de US$ 102 el barril en 2011.
El impacto directo en el precio de los combustibles, así como el encarecimiento de los alimentos no perecibles influyeron en esta estimación.
El Consejo, en tanto, señaló que el IPC volvería a ubicarse en el rango de tolerancia durante el segundo trimestre de 2012, para instalarse en 3% a finales del mismo año.
En su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado, el presidente de la institución, José de Gregorio, afirmó que "continuaremos retirando el estímulo monetario, a un ritmo que dependerá de las condiciones macroeconómicas que enfrentamos, pero donde la principal guía de nuestras acciones será el logro de la meta de inflación".
Crecimiento se mantendrá
Respecto al Producto Interno Bruto (PIB), el informe estima que la economía local registrará una expansión de entre 5,5% y 6,5% este año, igual al rango previsto anteriormente, en línea con una demanda interna que se incrementaría un 7,6% en el periodo señalado, por sobre el 6,6% del informe de diciembre.
La entidad, no obstante, destacó que esta vez "el balance de riesgos está sesgado al alza", como "el tamaño, persistencia, y propagación del shock en los precios de las materias primas", cuyas consecuencias dependerán de la continuación o intensificación de las tensiones políticas en los países exportadores.
Asimismo, subraya como un riesgo interno el efecto de lo anterior en la inflación, si es que este shock se propaga más de lo previsto.
En la medida que la economía sostenga dinamismo más allá de la capacidad instalada, advierte, se facilitaría "una propagación mayor de esos shock de precios relativos hacia los precios de los productos y a los costos laborales, acentuando sus efectos inflacionarios".
"Es absolutamente necesario actuar en la medida que se estima que estos shocks puedan propagarse desde sectores específicos al resto de los precios de la economía. Evitar esta propagación es hoy la principal tarea de la política monetaria", sostuvo De Gregorio ante parlamentarios.
Tipo de cambio
Respecto a la evolución del dólar a nivel local, el Central sostuvo en su informe que el tipo de cambio se mantendrá "en torno a niveles recientes", coherentes con sus fundamentos de largo plazo.
La entidad reconoció que tras el anuncio del programa de acumulación de reservas, que buscaba frenar la caída que la moneda venía registrando en el país, el peso se depreció, acercándose a los $ 500, para luego volver a niveles similares a los previos a la intervención.
"Los efectos de esta medida se han mezclado con los desarrollos externos", señaló, como la debilidad de la moneda a nivel externo y el aumento del precio del cobre hasta valores históricos, el que se estima que ubique en torno a US$ 4,20 la libra en 2011.
Sin embargo, dijo De Gregorio, "de no haber implementado la intervención cambiaría el peso estaría hoy más apreciado".