Con un ánimo algo más optimista sobre la situación económica, pero todavía en terreno negativo, comenzó 2023. De eso dan cuenta los últimos paneles de negocios y ciudadano aplicados por Deloitte y Cadem, pero con ciertos matices: mientras para los líderes empresariales el índice de recuperación subió de 20 a 27 puntos entre octubre y diciembre, para la opinión pública el alza fue de 40 a 43 unidades, de un techo de 100.
Roberto Izikson, gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, plantea que lo anterior “no son buenas noticias”, ya que el indicador está lejos de los niveles que mostraba en 2020 y 2021. Y, adelanta que 2023 “probablemente también va a seguir siendo un año bien complejo, tanto para los consumidores como para los empresarios”.
¿Los motivos? Las dos elecciones que se avecinan, el nuevo proceso constituyente, reformas del Gobierno como la tributaria y de pensiones que “la hacen compleja a los empresarios”; y por el lado de la opinión pública, la alta y persistente inflación y el temor a la delincuencia.
Los altos precios son, justamente, el principal problema económico para la ciudadanía -705 entrevistas telefónicas entre el 28 y 30 de diciembre-, junto con la inestabilidad política del gobierno. Dos temas que también inquietan profundamente al mundo empresarial -50 representantes de las industrias más importantes en Chile, que respondieron una encuesta online entre el 28 de diciembre y el 4 de enero-, pero para quienes irrumpen otros puntos en el escenario: el bajo crecimiento lidera con fuerza como la mayor dificultad, y si bien no alcanzan los porcentajes más altos, tanto la baja inversión como la productividad se posicionan como dificultades relevantes.
Ricardo Briggs, CEO & regional managing partner de Deloitte, atribuye el mayor pesimismo del panel de negocios al estancamiento en la inversión, la menor tasa de ahorro bruto de la economía y las mayores necesidades de financiamiento que muestran los últimos datos publicados por el Banco Central. Acota que, dentro de las principales preocupaciones, las bajas perspectivas de crecimiento marcan las más relevantes para este grupo, ya que el sector empresarial y de negocios “está experimentando correcciones importantes en sus ventas”.
Mientras, Izikson explica que “los empresarios tienen preocupaciones que no están en el día a día. Y por lo tanto entienden que para que las empresas puedan volver a invertir, al final lo que se necesita es crecimiento económico”. Plantea que, al estar comenzando un año de recesión, esto “está impactando en la toma de decisiones de las empresas”, algo que no ve como un problema el panel de opinión pública, para quienes la inquietud está puesta en el mayor costo de los alimentos, la vivienda, la energía, entre otras preocupaciones.
“Si el gobierno se abre a escuchar los puntos de vista del mundo empresarial y a acordar, entre todos los actores, una buena reforma tributaria que cumpla el objetivo de recaudación sin afectar la inversión, sería una señal muy positiva y que ayudaría a bajar los niveles de incertidumbre”. Karen Thal, presidenta Icare e integrante Panel de Negocios.
“Junto con la estabilidad política, es muy importante la aceleración de los procesos, que permiten la activación de la inversión. Y en eso el rol del Estado es muy importante (...) Aquí hay una premura de inyectar recursos, pero en el corto plazo, a la economía. Hay un factor tiempo que es importante”. Patricio Donoso, presidente ILC e integrante Panel de Negocios.
Reformas clave
Al pensar en las reformas que está impulsando el Gobierno, las prioridades de los líderes de negocios y de la ciudadanía vuelven a diferir: mientras para el primer grupo el cambio clave será el relativo a pensiones, para el panel general lo más importante serán las modificaciones al sistema de salud.
Izikson explica que “a nivel de opinión pública hoy día las prioridades están asociadas a la delincuencia y la inflación principalmente, y por tanto las reformas del Gobierno están en un segundo orden”. Y, detalla que los empresarios, que tienen “un nivel de información más relevante, entienden que es necesario llegar a un acuerdo en pensiones”. Si bien ve como un problema que al sector “no le gusta la reforma del Gobierno”, plantea que, tras tantos años en que no se ha logrado alcanzar un consenso sobre el tema, “esa es la razón por la cual se instala como la primera prioridad”.
Cambios en presupuestos
Cuando el año está recién comenzando, casi un 60% del panel de negocios confía en que el presupuesto 2023 de su industria o empresa se cumpla o ejecute según lo planificado. Pero, un 85% ve alguna probabilidad de que durante el primer semestre se deban hacer ajustes al erario, lo que está en línea con las expectativas de contracción de la economía que se espera para el año, en el que las empresas ya están viendo resentidas sus ventas, relata Briggs.
Además de reducir costos y revisar gastos, “es esperable que ajusten presupuestos en aquellas áreas que estimen menos necesarias”, adelanta, y advierte que los cambios impactarían negativamente al sector de servicios, proveedores y al empleo.
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