Actividad de las consultoras de ingeniería disminuye en el tercer trimestre arrastrada por la minería y la energía
El índice ICON alcanzó un valor de 1,13 entre julio y septiembre, dando cuenta de una baja de 7,1% respecto al cuarto anterior, y de un crecimiento anual de 4,2%.
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El ajuste que está viviendo la economía se siente a diferentes niveles. Uno de ellos es la actividad de las consultoras de ingeniería, que luego de un primer semestre al alza, comenzó a disminuir.
De eso da cuenta el índice de actividad de la industria de ingeniería (ICON), que bajó a 1,13 puntos en el tercer trimestre, desde las 1,21 unidades alcanzadas entre abril y junio.
La baja del indicador elaborado por la Asociación de Empresas Consultoras de Ingeniería (AIC) fue de un 7,1% respecto al trimestre anterior, mientras que creció un leve 4,2% en comparación con el mismo período del año pasado. Un cuadro que, según el presidente del gremio, Iván Rayo, “implica que la alta demanda de ingeniería que ha experimentado el año 2022 habría llegado a su peak y comienza disminuir la actividad”.
La ingeniería para la energía y la minería -que en conjunto representan un 53% de la actividad total- muestran una menor actividad, de 19,2% y 6,9% en el tercer trimestre.
La ingeniería en infraestructura general -responsable del 32% del total-, también cae, pero un 4,3%.
Eso sí, todos los sectores muestran más actividad ahora que en julio a septiembre del año pasado, excepto energía.
“La minería sigue impulsando mayoritariamente la inversión, a pesar de la disminución de actividad de ingeniería que se está evidenciando y la incertidumbre existente en dicho sector producto de los cambios en regulaciones tributarias en desarrollo”, detalla Rayo.
Tipo de actividad
El presidente de AIC explica que, en general, el nivel de actividad de ingeniería ha sido mayor este año que el anterior, posiblemente porque muchos proyectos se vieron diferidos en 2021 por temas coyunturales, políticos o relativos a la pandemia.
Al segmentar por tipo de ingeniería, las actividades asociadas a ingeniería preinversional -etapas iniciales de evaluación, que permite decidir si es factible de realizar, desde el punto de vista ambiental, logístico, económico, social, etc-, representan el 21% de las horas del trimestre, y se derrumbaron un 22% frente al cuarto anterior. Todos los sectores tuvieron un “fuerte” retroceso, acota Rayo, excepto los proyectos de infraestructura sanitaria. Y, enfatiza que el nivel alcanzado por minería y energía anotó su peak en el segundo trimestre, “y después solo muestra disminución”.
También cayeron en un 7,6% y, por segundo período, las actividades de gerenciamiento de proyectos -planeación, ejecución y monitoreo de un proyecto para que se lleve a cabo-, que equivale a un 58% de las horas. Acá todas las industrias descendieron, menos la minería. La mayor baja se concentra en infraestructura general, lo que significa que los proyectos en el sector se encuentran terminando y no tienen reposición, dice Rayo.
Precisa que esto es consecuencia de la ralentización de los proyectos de obras públicas, “donde los presupuestos asignados por el Estado han sido parcialmente utilizados este año”.
El único crecimiento, de 9,8%, lo registró la ingeniería de detalles, que comprende el conjunto de documentos definitivos que se preparan para ser entregados en la obra o taller, para la construcción o fabricación. Esta etapa es responsable de un 20% de las horas, y el alza la explican energía e infraestructura, que han levantado el nivel de actividad en los últimos trimestres. Rayo destaca que en infraestructura han influido las medidas proinversión del Gobierno.
Pero, al analizar por mandante, el sector público parece estar al debe: su participación en la actividad fue de un 30%, y su índice bajó a 1,08 puntos, pese a un incremento de 142,2% de la ingeniería de detalles. El mandante privado, en tanto, fue responsable de un 70%, pero disminuyó desde el trimestre anterior, arrastrado por la baja de 24,5% de la ingeniería preinversional.
Eso sí, ambos mandantes mostraron una mayor actividad interanual, por el “peak de demanda” generado tras las postergaciones del año pasado.
Pesimista 2023
En el último trimestre del año el ICON mostraría valores similares a los del tercer cuarto. Y, los primeros tres meses de 2023 podrían dar cuenta de un impacto positivo, por la mayor actividad de licitaciones en infraestructura.
“Las proyecciones del índice siguen sujetas a la actual sensación de incertidumbre y a una alta contracción de la actividad económica, tanto nacional como internacional”, dice el reporte, y alerta que “la inversión contenida mantiene en duda la ejecución de nuevos proyectos”.
Rayo advierte que comparten las proyecciones del Banco Central para la inversión en 2023 -un desplome de 5%-, lo que implicaría una “fuerte” disminución en todos los sectores. Así, lo más probable es que el indicador siga descendiendo en los próximos trimestres, anticipa.
Detalla que, a pesar de mantenerse un nivel alto de actividad de ingeniería en la actualidad, observan menos procesos de licitación de nuevos proyectos de ingeniería, especialmente en mandantes privados, lo que los lleva a prever un peor desempeño en 2023.