Asipes lanza manual para tratar de “emparejar la cancha” entre trabajadores dependientes y subcontratados de la pesca
El gremio elaboró un Manual de Buenas Prácticas para sus empresas contratistas, el cual busca beneficiar a cerca de cuatro mil trabajadores externos, distribuidos en 372 PYME. El texto contempla medidas relacionadas a remuneraciones y clima laboral, entre otras.
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La Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes) activó un plan para mejorar las condiciones de los trabajadores de todo el sector. De hecho, el gremio que reúne a las firmas pesqueras Camanchaca, Landes, Blumar, PacificBlu y FoodCorp lanzó recientemente un Manual de Buenas Prácticas para sus empresas contratistas, el cual busca beneficiar a cerca de 4 mil trabajadores externos, distribuidos en 372 pequeñas y medias empresas (PYME).
“Con esto buscamos equiparar las condiciones de trabajo y crear mejores espacios laborales para todos”, cuenta la presidenta de Asipes, Macarena Cepeda.
Origen de la iniciativa
El gremio comenzó a analizar la realidad laboral de los contratistas a través de su Comité de Personas en 2019, previo al estallido del conflicto social.
En dicho espacio, las firmas socias establecieron el compromiso de promover las buenas prácticas en la gestión de contratistas en las empresas de la pesca industrial.
“El fin es fortalecer al sector como un espacio dinámico que genera empleos dignos y entrega estabilidad laboral”, dice el manual.
Según complementa Raúl Hermosilla, gerente de personas de Blumar, la asociación identificó la necesidad de “emparejar la cancha” entre sus trabajadores dependientes y los de las firmas subcontratadas.
“Veíamos que había un imperativo ético de asegurar a los trabajadores contratistas las mismas condiciones de trabajo de nuestros trabajadores directos. Ahí se empieza a gestar y a trabajar este tema”, relata Hermosilla.
El manual aborda las prácticas relacionadas con contratistas a largo plazo -llamados residentes- de planta y flota que realizan trabajos asociados a tareas pesqueras en las dimensiones de mantenimiento, líneas de producción, carga y descarga de productos, manipulación de muestras de laboratorio, almacenamiento y transporte.
Por las características, se trata de funciones que tienen directa implicancia en las áreas de producción.
“Así como nos preocupamos de nuestras operaciones internas (...), la invitación es a poner la mirada en nuestros contratistas, que estén preparados y capacitados y comprendan que también su actividad tiene que cumplir con un alto estándar de operación, garantizando la seguridad de sus trabajadores”, señala Pablo Hernández, gerente de capital humano de la pesquera Camanchaca, sobre la finalidad de esta iniciativa.
Esta no es la primera vez que el gremio pone atención a sus políticas laborales, según comenta Cepeda. Los pescadores industriales del Biobío han estado avanzando en acciones vinculadas con la dignidad del trabajo formal, estable y seguro en el sector.
“Para ello, entre otros puntos, estamos cerrando las brechas salariales entre trabajadores internos a fin de que ningún trabajador que labore de manera permanente en la pesca industrial obtenga un ingreso menor a los $ 600.000 brutos”, explica Cepeda.
Esta iniciativa se gestó como parte de las propuestas que como sector trabajaron para la Convención Constitucional.
El marco de acción
El manual del gremio contiene 37 medidas distribuidas en diez ejes: marco relacional contractual, comunicación y coordinación estratégica, clima laboral, gestión ambiental, cumplimiento de leyes laborales y fiscalización, seguridad y salud de los trabajadores, políticas de remuneraciones y contractuales, espacio físico para el contratista residente, desarrollo profesional de los trabajadores y resolución de conflictos.
En comunicación y coordinación estratégica, por ejemplo, el gremio propone realizar talleres o seminarios anuales para difundir buenas prácticas a las empresas contratistas en gestión de personas, manejo medioambiental y seguridad laboral.
En clima laboral, la sugerencia es reconocer a las firmas contratistas que destaquen por su buen clima laboral basada en resultados públicos.
El manual también contempla medidas relativas al medioambiente. En este ítem, el manual propone generar campañas transversales que inviten a las empresas contratistas a participar en acciones o ideas de innovación en el manejo de residuos y reducir el impacto medioambiental de sus actividades.
Respecto a las remuneraciones, el texto recomienda desarrollar bandas salariales para los cargos de puesta en servicios de personas en planta y flota, apuntando a la equidad en las remuneraciones; elaborar estudios de sueldos bi-anuales en el sector de la pesca industrial, con el fin de detectar cargos o áreas con indicadores de inequidad y, además, poder realizar una comparación de mercado objetiva; y desarrollar planes de beneficios flexibles para los y las trabajadores contratistas.
“Ya se hizo un primer diagnóstico, y ahora lo que viene es que cada empresa tiene que profundizar en ese análisis para poder detectar dónde existen brechas, y abordarlas”, explica Hernández.
Lo que sugiete parte del decálogo del sector
- Elaborar contratos marcos de servicios para todas las empresas contratistas.
- Compartir anualmente los desafíos de las empresas de la pesca industrial con los y las representantes de sus empresas contratistas claves.
- Realizar actividades anuales (talleres o seminarios) difundiendo buenas prácticas a las empresas contratistas para la gestión de personas, del manejo medioambiental y de la seguridad laboral.
- Promover la gestión del clima laboral en las empresas contratistas y apoyar desde la empresa principal acciones que mejoren la satisfacción general de las personas que trabajan.
- Reconocer a las empresas contratistas que se destaquen por su buen clima laboral, basado en resultados públicos.
- Instar a las principales empresas a guiar las acciones en materia medioambiental, por ejemplo, en cuanto a la Gestión de Residuos y Manejo de sustancias peligrosas, con el fin de traspasar el estándar que las empresas detallan en sus informes de sostenibilidad o en sus políticas de manejo medioambiental.
- Controlar las prácticas de gestión medioambiental de sus contratistas, a través de auditorías internas o externas.
- Crear un sistema de registro de contratistas en el sector pesquero industrial con el fin de tener información en línea sobre el desempeño las empresas contratistas del sector.
- Estipular con las empresas contratistas, a través de los contratos marco, el sistema de turnos requeridos de acuerdo a la naturaleza del servicio que implique puesta a disposición de trabajadores bajo servicios transitorios.
- Compartir estándares y fichas técnicas de equipos de protección personal que apunten a resguardar la salud y seguridad de los y las trabajadoras (cambio de guantes, calzado de seguridad, vestuario para temporada de frío y calor)
- Elaborar y compartir una matriz de riesgo asociado al tipo de actividad de los y las contratistas que trabajan en faena o planta, evidenciando las medidas de mitigación que tomará para abordar los riesgos.
- Desarrollar bandas salariales para los cargos de puesta en servicios de personas en planta y flota, apuntando a la equidad en las remuneraciones.
- Contar con estudios de remuneraciones bi-anuales en el sector de la pesca industrial, con el fin de detectar cargos o áreas con indicadores de inequidad y además, poder realizar una comparación de mercado objetiva.
- Desarrollar planes de beneficios flexibles para los y las trabajadores contratistas
- Levantar los perfiles de los cargos de servicios que ofrecen los y las contratistas, con el fin de generar un documento que facilite y estandarice los procesos de reclutamiento y selección.
- Elaborar una base de datos de las personas trabajadoras certificados que prestan servicios, para facilitar su movilidad laboral dentro de las empresas asociadas a la pesca industrial.
- Revisar y compartir jurisprudencia sobre conflictos laborales ocurridos en el sector de la pesca industrial en nuestro país.
Fuente: Asipes