Gobierno provoca a la oposición y acelera tramitación del veto presidencial
La Nueva Mayoría responsabiliza a la derecha por la desregulación de grupos negociadores. “Sólo buscaban contradecir al TC”, asegura Chile Vamos.
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Qué ocurrirá con las futuras negociaciones y huelgas -cuando entre en vigencia la nueva legislación laboral- es la gran interrogante de autoridades políticas, empresarios, trabajadores y abogados. Sólo una cosa está clara: serán la Dirección del Trabajo y los Tribunales de Justicia los encargados de pavimentar ese camino y establecer los límites. Esto fue materia de debate ayer, en el comité político en La Moneda, donde se analizaron distintos escenarios.
Uno, el de la desregulación de los grupos negociadores, fenómeno que, según concuerdan en la Nueva Mayoría, es responsabilidad de Chile Vamos. “Ellos recurrieron la reforma laboral en el TC”, comentó un líder del oficialismo. El presidente de la Cámara, el diputado socialista Osvaldo Andrade, complementó: “Triunfó la insensatez y la incapacidad de la derecha de darse cuenta que incluso para los intereses empresariales, la alternativa que se planteaba (reforma constitucional) era buena”. La oposición, agregó, “se cebó con el resultado del TC y eso impidió tener un mecanismo de equilibrio”.
El análisis político en el oficialismo es que, con todas sus diferencias, el bloque pudo acordar una postura común y despachar la reforma. Y que, por el contrario, fue la oposición la que objetó una titularidad sindical que es realidad en gran parte del mundo desarrollado y, por esa acción, tendrá que asumir el costo político.
“Me cuesta entender plenamente, (por qué) la oposición no quiso establecer un diálogo constructivo sobre cómo solucionar esos temas”, expresó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés. “Todas las conversaciones con nosotros fueron para contradecir el fallo del TC”, respondió el presidente de la UDI, Hernán Larraín.
En la oposición confiaban en que el gobierno normaría las exigencias y facultades de los grupos negociadores, cosa que finalmente no ocurrió.
No sólo eso. La Moneda aceleró la tramitación del veto presidencial, cerrando cualquier espacio para una eventual conversación. “Vamos a sacar el veto rápidamente del Congreso”, detalló la ministra del Trabajo, Ximena Rincón.
La intención del Ejecutivo es aprobar las observaciones esta semana. Hoy comenzará la tramitación en la comisión de Trabajo de la Cámara y se espera que la Sala despache el veto durante la tarde. Mañana sería el turno del Senado.
Zaldívar polemiza con pactos
“Es bueno adaptar nuestra legislación en materia de contratos de trabajo, sobre todo para jóvenes, mujeres y adultos mayores. Eso requiere contratos flexibles y acuerdos de adaptabilidad”. Así lo expresó el senador de la DC, Andrés Zaldívar, férreo defensor de la flexibilidad pactada. La respuesta de la presidenta de la falange, Carolina Goic, fue que “si los pactos son acordados sólo con sindicatos, ningún problema, ya que ellos garantizan condiciones laborales necesarias para que esto no sea un espacio para el abuso o la imposición de una parte, el empleador”.