El mensaje que el gobierno entregó a la Nueva Mayoría fue claro: el requerimiento presentado el domingo por senadores y diputados de Chile Vamos contra más de 60 disposiciones de la reforma laboral, debería ser declarado inadmisible por el Tribunal Constitucional (TC).
Así lo señaló el ministro del Interior, Mario Fernández, a los presidentes de los partidos de la NM ayer en el comité político de La Moneda. Con la Constitución en la mano, el ex integrante del TC aseguró que el recurso es extemporáneo y vulnera el artículo 93 de la Carta Fundamental, que señala que el órgano de control constitucional sólo puede examinar un requerimiento “siempre que sea formulado antes de la promulgación de la ley o de la remisión de la comunicación que informa la aprobación del tratado por el Congreso Nacional y, en caso alguno, después de quinto día del despacho del proyecto o de la señalada comunicación”.
La reforma laboral “quedó totalmente tramitada por el Congreso Nacional, el 22 de junio”, según el oficio enviado por la Cámara de Diputados al TC, un día después, el 23 de junio. De acuerdo a este documento, que es la remisión de la comunicación, el plazo para objetar el proyecto venció el 28 de junio. Así lo aseguró, primero, el ministro Fernández, y luego los titulares de la Secretaría General de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre; de Hacienda, Rodrigo Valdés; y de Trabajo, Ximena Rincón, en las reuniones de coordinación legislativa que sostuvieron con diputados y senadores de la NM.
Sin embargo, desde el equipo jurídico que asesora a los legisladores de oposición, consideran que el despacho ocurrió el 28, cuando la reforma ingresó al control preventivo obligatorio, por lo que el plazo para cuestionar su constitucionalidad expiró el pasado domingo.
El TC resolverá la próxima semana la admisibilidad del recurso interpuesto por la derecha, donde acusan al gobierno de “desacato” y de “desconocer el efecto vinculante del fallo del tribunal”.
Críticas a la oposición
El ministro Rodrigo Valdés concordó con el vocero de gobierno, Marcelo Díaz, quien calificó como “una actuación política” la objeción de Chile Vamos. “Hace rato que la reforma laboral, desde el punto de vista de la oposición, tiene una parte política”, expresó el jefe del equipo económico de La Moneda. Sus palabras fueron respaldadas por la NM.
“La derecha, desde el primer día, se ha opuesto a legislar sobre este proyecto”, afirmó la presidenta de la DC, Carolina Goic. Su símil del PS, Isabel Allende, complementó: “Espero que la ciudadanía se dé cuenta hasta dónde llega la derecha, que no logra entender que en los países civilizados los sindicatos son necesarios”.
Preocupación en la NM
La lectura relativa a un recurso “fuera de tiempo” es transversal en el bloque. Sin embargo, el recuerdo del fallo que eliminó la titularidad sindical está fresco. Ilustrativo fue lo declarado por el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), quien sostuvo que “cada vez que se ingresa en un proceso judicial, el resultado es incierto”.
Pero lo que más preocupa al oficialismo es la actuación que tendrá el TC, organismo que -antes, durante y después de examinar el primer requerimiento- fue calificado como un tribunal “político y no técnico”. Además, “su composición está orientada a la derecha”, dijo la presidenta de la comisión de Trabajo del Senado, Adriana Muñoz (PPD).
“Si ellos quieren resolver A, B o C, lo pueden hacer, pero dejarían un proyecto aún más desregulado”, manifestó la legisladora. Esta visión, que se basa en la eventual impugnación total o parcial de más de 60 disposiciones de la reforma, es compartida por el presidente del PC, Guillermo Teillier, quien afirmó : “Echar abajo este proyecto sentaría un precedente nefasto”.
En la NM creen tener argumentos de forma y también de fondo. “Acá no hay desacato”, coincidieron los presidentes de los partidos del bloque, quienes subrayaron que el Ejecutivo cumplió con el fallo del TC, al eliminar los artículos objetados por el tribunal.