Durante el año pasado 46 obreros de la construcción murieron en plena faena, situando a este sector como el segundo en el ranking de fatalidades encabezado por el transporte, con 68 decesos.
Las estadísticas de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) informan que con tal número de fallecimientos, la tasa de fatalidad de la construcción es del 18 por cada 100 mil accidentes. Aunque se trata de una actividad esencialmente riesgosa y sus índices de accidentabilidad siguen siendo altos, desde 2006 hasta la fecha dichas tasas cayeron en cuatro puntos, situándose hoy en el 4,6%.
De ahí que la Dirección del Trabajo (DT) sume a las fiscalizaciones continuas en respuesta a denuncias de trabajadores y sindicatos, un programa de fiscalización anual.
Este programa especial se concentra en las empresas principales, contratistas y subcontratistas que están ejecutando obras de construcción como excavaciones, túneles, movimientos de tierra, construcción de pilas de socalzado, obra gruesa y trabajo en altura.
Este año el plan se activó este 1 de agosto con una fase de difusión entre las empresas del sector y se prolongará hasta el 9 de octubre próximo.
En total, serán 550 las empresas fiscalizadas en todo el país entre el 11 de este mes y el 9 de septiembre bajo la modalidad de asistencia al cumplimiento. Esto significa que a las empresas sorprendidas en infracción se les da un plazo de corrección de 30 días corridos cuyo cumplimiento deja sin efecto la aplicación de la sanción.
Esta lógica correctiva solo será inviable y obligará a la suspensión inmediata de faenas cuando la fiscalización constate en terreno el riesgo inminente para la salud y vida de los trabajadores. Tal situación se configura en los siguientes casos: que no haya agua potable, los andamios no cuenten con barandas protectoras o no estén amarrados a la estructura, los conductores eléctricos se encuentren sobre superficies con agua y los trabajadores que laboren al borde de excavaciones superiores a un metro y medio de profundidad o que lo hagan en altura no estén sujetos por tipos de arnés específicos para cada caso.
El director del Trabajo, Christian Melis, explicó que con los plazos de corrección antes de la aplicación de multas "pretendemos incentivar en el empleador un cambio conductual sostenido en el tiempo dado los riesgos que entraña el trabajo de la construcción".