El prolífico anecdotario que sentenció la salida de Varela

Tras casi cinco meses de gobierno, se le atribuye al exministro de Educación, Gerardo Varela, ser el fusible que gatilló el primer cambio de gabinete de la segunda administración Piñera. Pero las frases que fueron tejiendo su fatal destino quedarán grabadas para siempre en el anecdotario de ésta, una de las carteras más complejas y en la que se han quemado hasta los políticos más experimentados, como el ahora tan popular Joaquín Lavín.

Incluso antes de asumir su cartera en propiedad, Varela tuvo que dar explicaciones sobre una de sus polémicas declaraciones en las que no sólo justificaba el lucro en la educación, sino que lo sancionaba como legítimo. Aseguraba que "si yo legislara no pondría penas de cárcel para la gente que gana plata", y refrendando sus dichos profundizó en que "las personas naturales tenemos una legítima aspiración de ganar más plata de la que gastamos. ¿Es eso lucro?".

Iniciada su corta gestión, el flamante ministro no hizo más que darle dolores de cabeza al gobierno en general y al presidente Sebastián Piñera en particular. De hecho, el 6 de abril es el día en que Varela comete su primer error comunicacional que daba cuenta, además, de una mala relación con el movimiento estudiantil, pues ante la convocatoria a una manifestación, señaló que este tipo de expresiones son "emocionalmente poco atractivas"; lo que lo mantuvo en primera línea un par de semanas.

Cuando aún no se apagan el eco de su polémica con los estudiantes, el 17 de abril, en el marco de una conferencia de prensa se le consultó si estaba de acuerdo con instalar dispensadores con preservativos, no sólo para evitar el embarazo adolescente, sino también para proteger de las enfermedades de transmisión sexual a los adolescentes, ante lo cual su primera reacción fue sostener que "mis hijos son unos campeones, necesitan más de tres (preservativos) parece".

Resulta casi increíble que pese a las críticas que recaían sobre él –y que luego fueron afectando la popularidad del propio Piñera-, Varela no controlara su impulso por decir frases totalmente controversiales e inadecuadas. Justo un mes después, el 16 de mayo, en medio del debate por el acoso estudiantil y de las tomas, ante la Comisión de Educación de la Cámara señaló que "ellas tienen la experiencia más recientes de haber transitado por universidades prestigiosas del país y haber experimentado esa pequeñas humillaciones y discriminaciones".

Por último, la frase que incluso algunos asemejaron a la de los patines del extitular de Educación de Bachelet, Nicolás Eyzaguirre: "Todos los días recibo reclamos de gente que quiere que el ministerio le arregle el techo por goteras o una sala que tiene el pido malo y yo me pregunto ¿por qué no hacen un bingo?" Demás está recordar la polémica que suscitó esta polémica expresión. Al punto que la molestia que generó en el entorno del mandatario y en el propio Piñera es una de las razones que habría provocado el inesperado cambio de gabinete.

Eso, sumado al hecho de que Varela fue contumaz en el tema de los bingos, pese a que el Presidente en persona le habría exigido contener este tipo de salidas de libreto, es lo que habría terminado sellando este primer cambio de gabinete. La decisión de Varela de responderle a la expresidenta Bachelet reiterando el tema de los bingos habría sido lo que terminó cortando la cuerda: "Ojalá tengamos más Estado y más bingos".