La discusión presupuestaria de este año estuvo marcada por las restricciones que impone el complejo escenario económico. Así lo expresó en todo momento el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, especialmente ante exigencias manifestadas durante el debate legislativo por mayores recursos para partidas como Salud o Educación.
Dichas materias terminaron siendo parte de lo más conflictivo durante estos dos meses de trámite, principalmente debido a que en ellas radican dos promesas emblemáticas del gobierno: una enorme mejora de la infraestructura hospitalaria y gratuidad en educación superior.
Sin embargo, luego de intensas negociaciones entre el Ejecutivo y los parlamentarios de la Nueva Mayoría, en ambas áreas se terminó por llegar a acuerdo, con el mismo resultado entre ambas Cámaras.
En Educación, un rol clave jugó la DC en presionar por modificaciones a la fórmula planteada para avanzar en gratuidad el próximo año. Aunque el gobierno no cedió ante todos sus puntos, sí acogió algunas propuestas tales como un leve aumento en las becas Nuevo Milenio, dirigidas a jóvenes del 50% más pobre que estudian carreras técnicas.
En Salud, en tanto, ante la imposibilidad de poder inyectar recursos frescos a la partida por las restricciones de la desaceleración económica, Hacienda optó por una significativa redistribución de las platas. Transversalmente, parlamentarios alegaron escasos montos para poder concretar el compromiso de gobierno de dejar 20 hospitales en proceso de construcción, además de 20 listos y otros 20 en estudio.
Sumado a reasignaciones al interior de la misma partida priorizando el ítem de inversión, el Ejecutivo también planteó que parte de los recursos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), provenientes de los fondos espejo del Transantiago, se utilizaran para la infraestructura hospitalaria. La propuesta fue aprobada, aunque con duras críticas incluso de sectores oficialistas, por tratarse de "desvestir a un santo para vestir a otro".
Comisión Mixta
Hacienda logró resolver ambos temas antes de una comisión mixta. Pero fueron otros los puntos que terminaron por conducir el proyecto a su cuarto trámite: los recursos para Conicyt (Comisión Nacional para la Investigación Científica y Tecnológica), la bonificación forestal establecida en el DL 701 y la reducción a la mitad de los dineros para Metro, indicación presentada por senadores regionalistas ante la baja de las platas de la Subdere y aprobada con escaso quórum en la Sala de la Cámara Alta.
Respecto de esto último, ayer Valdés fue categórico en el tercer trámite en la Sala de la Cámara: "Dejarlos (a proyectos de Metro) sin financiamiento sería detener obras, básicamente la línea 3 y 6, que sería de suma gravedad. Iniciar obras y dejarlas sin recursos hablaría muy mal de la seriedad de Chile".
También con un tono tajante se pronunciaron diputados oficialistas como Pepe Auth (PPD) al decir que "el Senado cometió una transgresión imperdonable", el DC René Saffirio señalando que "esta reducción de recursos a Metro es lo más aberrante que se ha escuchado en esta discusión", o el PS Marcelo Schilling, quien trató a los senadores autores de la indicación de "bandidos asaltando el presupuesto de Transporte en el medio de la noche".
Así las cosas, dicha modificación aprobada en el Senado fue rechazada en la Cámara.
Por otra parte, pese al compromiso del Ejecutivo de aumentar progresivamente, en el futuro los recursos para Conicyt y aunque el Senado dio su aprobación a dicha glosa, la Cámara volvió a rechazar el ítem.
Similar suerte sufrió el subsidio forestal planteado en el DL 701, desaprobado nuevamente por la Cámara ayer al medio día. Pese a que ello no implica más de $ 300 millones, el rechazo se explicaría más por la intención de parte de los parlamentarios de la NM de hacer un punto político en el actual contexto en que el debate por colusión empresarial ha alcanzado gran relevancia.
Respecto del tema, Valdés aseguró ayer que este subsidio no se repondría posterior a 2016. "Está congelado y no pensamos en moverlo de nuevo. Otra cosa distinta es tener los recursos para pagar subsidios que ya se dieron en el pasado. La ley funciona con compromisos y ese es un compromiso previo", dijo.
Al cierre de esta edición, la comisión mixta comenzaba a sesionar hasta el total despacho del proyecto. En la tarde de ayer, previo a la constitución de la instancia, la oposición trabajaba en un protocolo para fortalecer el financiamiento a regiones. Así también, tanto la Alianza como el oficialismo pretendían pedir a Valdés su firma en el compromiso de aumentar recursos para Conicyt.
Esta mañana la Cámara verá lo resuelto por la comisión mixta, mientras que en la tarde el proyecto quedará en manos del Senado para su última revisión antes de ser despachado del Congreso.