El senador de la Democracia Cristiana (DC), Andrés Zaldívar, se había mostrado reacio a hablar públicamente sobre la reforma tributaria, pero ayer hizo un paréntesis. En un desayuno organizado por Asexma, el parlamentario -que integra la comisión de Hacienda de la Cámara Alta, donde se discutirá la iniciativa tras ser aprobada por los diputados-, defendió los intereses esenciales de la reforma, pero se mostró contrario a que el debate se haya desviado a temas “accesorios” y a la defensa de intereses particulares.
“Se lo he dicho al propio ministro de Hacienda, creo que ha sido un error el presentar la iniciativa con cosas adicionales al corazón de la reforma tributaria, ya que nos lleva muchas veces a discutir lo accesorio y no el tema principal”, declaró. Expuso que lo esencial es que “los que tienen más, paguen más, buscar la equidad y combatir la desigualdad”, para lo cual afirmó que es vital subir los impuestos a las empresas y eliminar el Fondo de Utilidades Tributables (FUT).
A su juicio, los temas que se desvían del pago de impuestos de primera y segunda categoría -como gravar las bebidas azucaradas, las emisiones de CO2 y otros compuestos contaminantes y los vehículos diesel-, se deben considerar, pero en un proyecto de ley diferente. “El gobierno ha abierto cuatro o cinco frentes diferentes, no poniendo la pelea en el núcleo de la reforma”, subrayó.
De esta forma, Zaldívar identificó tres focos para la reforma. Primero, el proyecto tiene que rendir los 3 puntos del PIB (unos
US$ 8.200 millones); segundo, se deben elevar los impuestos para que la gente que tiene más pague más; y tercero, se debe proteger que la iniciativa fomente y no afecte el ahorro y la inversión.
Para alcanzar estos objetivos, el parlamentario indicó que está dispuesto a realizar las adecuaciones necesarias, pero sin que se afecte el corazón del proyecto. “Queremos un Chile más justo, más equitativo y más inclusivo. Creo que la reforma tributaria (…) hay que hacerla, ojalá con el mayor consenso posible, ampliándose lo más posible. Nadie tiene que cerrarse aquí a la discusión, yo por lo menos me comprometo a que esa discusión va a ser abierta y vamos a tratar de hacer el mejor proyecto”, afirmó.
“Diálogo” en el Senado
Zaldívar adelantó que cuando el debate de la reforma aterrice en la comisión de Hacienda de la Cámara Alta, la recibirá con propuestas “muy concretas y claras” que actualmente está preparando con la ayuda de un equipo de asesores y también de acuerdo a las conversaciones que ya ha tenido y tendrá con el ministro de Hacienda, Alberto Arenas. No obstante, declinó entregar más detalles.
“Lo propondremos en su momento en la discusión en la Cámara, después de escuchar a los actores que queremos escuchar”, dijo, al tiempo que recalcó que el parlamento “no es un buzón”, sino un lugar donde se va a discutir y escuchar.
“Lo importante es que si se puede mejorar el proyecto, hay que hacerlo y escucharemos las propuestas que haya”, dijo, agregando que hasta el momento no sólo se ha reunido con el empresariado sino también con expertos y toda la gente que le ha solicitado ser escuchada. Como las reuniones han sido privadas, se mantendrán así, acotó.
“En las negociaciones para ir avanzando, es mucho mejor hacerlo en privado que hacerlo en público, nunca resultan cuando se hacen en público”, sentenció.
Finalmente expresó que se dará “todo el tiempo que sea necesario” a los empresarios para exponer sus ideas ante los senadores explicando que la Cámara tuvo un ritmo “pero en el Senado es una costumbre tener un ritmo diferente”. “Vamos a tener espacio para que la gente se exprese y nos lleve los aportes que sean convenientes para poder tomarlos en cuenta”, sentenció.
Larraín: "Es la hora de argumentos y propuestas"
A un debate abierto al diálogo y propositivo sobre la reforma tributaria invitó ayer el senador (UDI), Hernán Larraín, quien también expuso en el evento de Asexma. En la ocasión, presentó de manera formal su propuesta alternativa a la iniciativa del gobierno que plantea como eje principal un tramo progresivo en el pago de impuestos de primera categoría, mantener el FUT -pero con controles- y combatir la evasión del IVA, obteniendo así unos US$ 5.700 millones para financiar la reforma en educación.
Al termino de su exposición, el parlamentario evaluó el tono que ha tomado el debate, declarando que parte de la dificultad y la reacción negativa de la oposición que ha enfrentado la reforma se debe a la forma en cómo se ha discutido el tema en la Cámara de Diputados. "El Senado tiene que actuar de una manera distinta, por eso, creo que llegó el fin al proceso de descalificaciones, a la discusión con cuña, a la discusión por eslogan. Es la hora de los argumentos y la hora de las propuestas", manifestó.
Resaltó que son muchos los sectores -además del empresariado- los que han criticado el proyecto e, incluso, el mismo ha planteado que el proyecto actual tiene efectos negativos en muchos sentidos. De ahí la sugerencia de hacer una reforma tributaria, pero con otros instrumentos, "porque compartimos el objetivo, pero no el camino". "¿Se puede hacer? Sí, se puede hacer. Y se pueden lograr incrementos significativos sin causar efectos colaterales que son perjudiciales para nuestra economía, para la clase media, para las PYME, para los pensionados, para los agricultores, para los transportistas (...)", expresó.
El paso a seguir por Larraín es difundir su propuesta entre senadores de distintos sectores políticos y así tener cierta unidad cuando la iniciativa llegue al Senado.
"Vamos a ver quienes más quieren sumarse a esta propuesta, si acaso se convierte en la propuesta de la oposición o si hay una mejor yo no tengo problema en bajar la mía. Lo que importa es que la oposición tenga una propuesta unitaria", concluyó el parlamentario.
El senador Larraín aspira a que la oposición tenga una propuesta unitaria a la reforma.