Por Claudia Rivas Arenas
“Nosotros hemos sido súper claros y nítidos en decir que rechazamos el aumento de parlamentarios”, asegura uno de los integrantes gremialistas de la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, el diputado Arturo Squella, en el marco de la propuesta de cambio al sistema electoral binominal que su partido elaboró y que desde hace una semana está en manos de la directiva, encabezada por Ernesto Silva. Sin embargo, existe otra postura, según la cual los máximos dirigentes de la tienda estarían abiertos a aceptar una leve alza, llegando a 134 diputados, pues sería la única manera de alcanzar un acuerdo con sus socios de Renovación Nacional (RN).
Para Squella, quien además integra la comisión del partido encargada de analizar las materias constitucionales, la propuesta que ha trascendido no corresponde a la que elaboró dicha instancia, sino que “es el documento que surgió a raíz del acuerdo entre Renovación Nacional y la Democracia Cristiana, al que nosotros le hicimos observaciones, pero nada más que eso”. En este contexto, el legislador es categórico en afirmar que la Comisión Política, que el pasado lunes 19 se reunió justamente para analizar la posición del partido en relación a la propuesta del gobierno que se tramita en la Comisión de Constitución de la Cámara Baja, y que finalmente la UDI optó por rechazar, “dio un mandato bien claro” en cuanto a que la colectividad no aceptará ningún proyecto que implique el aumento de parlamentarios.
Éste último ha sido el principal argumento del gremialismo para oponerse a la propuesta del gobierno de cambiar el binominal por uno que ha definido como “proporcional moderado”. También lo fue cuando RN consensuó una iniciativa que, pese a las críticas iniciales al aumento de legisladores, subía el número de diputados de 120 a 134 y los senadores de 38 a 44. Por lo que mayoritariamente en la UDI se niegan a avanzar en cualquier iniciativa que proponga una idea que, a juicio de su máximos representantes, resulta a todas luces impopular, dada la mala evaluación que se tiene de los políticos en general y de la labor parlamentaria en particular, según lo constatan una serie de encuestas.
La nota discordante
Sin embargo, el senador Hernán Larraín –integrante de la Comisión de Constitución de la Cámara Alta- y principal promotor, en su momento, de que la UDI se sumara al acuerdo suscrito entre sus aliados y la DC, plantea que si bien es cierto que la Comisión Política de su partido acordó que no aprobarán ningún proyecto que pase por el alza de parlamentarios, sería imperioso hacerlo si se quiere enfrentar el tema con una Alianza “unida”.
A este respecto aclara que si bien la propuesta que le fue entregada a la directiva “no aumenta el número de diputados”, pues se funda básicamente en un modelo “proporcional corregido”, no descarta que para llegar a un acuerdo con sus socios, la UDI tenga que ceder en algo. De modo que “es posible que un acuerdo (con RN) suponga un ligero aumento de diputados, (y) la UDI estaría dispuesta a ceder en ese punto, producto de las negociaciones para que haya unidad en la oposición”. Según el senador, “la mesa está analizando (el tema) y abierta a ver qué pasa. Entre 134 y 155 es probable que se tenga que optar por el mal menor, siempre que eso evite el aumento masivo que propone el gobierno”.
Este es un debate que cada vez adquiere más fuerza en la UDI, sobre todo porque más de una vez la tienda ha preferido quedar fuera de los acuerdos que ceder en sus argumentos y la postura de Larraín, se comenta, es “muy minoritaria”. Al punto que un representante adelanta que el mandato de la Comisión Política sobre no aumentar el número de parlamentarios es tan tajante que “si hiciéramos algo así, sin su autorización, se acaba la mesa de Ernesto (Silva)”, dice.