La próxima semana será clave para el proyecto de ley de reforma tributaria. Luego de ser aprobado por la comisión de Hacienda de la Cámara hace dos semanas, el proyecto será votado en Sala el próximo martes y miércoles en Valparaíso, contexto en el cual el Ejecutivo ya prepara la fórmula con la cual afrontará dicha discusión.
Ayer, en el tradicional almuerzo de los lunes entre el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, y los senadores y diputados miembros de las comisiones de Hacienda de ambas cámaras, las partes acordaron votar en bloque la iniciativa en ambas instancias, repitiendo la fórmula empleada en el trámite en la Cámara: votar el proyecto por artículo y no de manera separada.
El punto fue motivo de discusión en la instancia parlamentaria por la oposición de la UDI y de algunos sectores del PS y de la DC, quienes pedían dividir la votación del articulado debido a que no había consenso en puntos particulares de la reforma. Por ejemplo, en lo relacionado al artículo 1 (Impuesto a la Renta), la DC solicitó votar por separado la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT) y la rebaja de la tasa marginal para los tramos altos de ingresos. En este último punto, la falange se mostraba contraria a la reducción, argumentando que “no estarán los votos para recortar impuestos a los más ricos”.
La estrategia se da en un contexto donde voces disidentes dentro de la Nueva Mayoría han abogado por modificaciones al texto legal, particularmente en la DC.
Según parlamentarios presentes en la reunión en Teatinos 120, con esto se buscaría contener eventuales focos de conflicto en la votación.
“La discusión está programada para el martes y miércoles de la próxima semana, de la misma manera que se aprobó el ajuste tributario del gobierno de Sebastián Piñera. Es decir, sin votación separada, ya que se trata de una reforma sistémica y naturalmente no se puede aprobar unas partes y otras no”, dijo el diputado Pepe Auth (PPD).
Se aceleran
indicaciones
En la reunión, senadores de la DC plantearon al Ejecutivo la posibilidad de patrocinar indicaciones enfocadas en dos aspectos de la reforma: los impuestos a las fuentes contaminantes de emisión fija, y la tributación del sector construcción.
Según asistentes a la instancia, se le planteó a Arenas la posibilidad de hacer “precisiones” a ambas materias, con la idea de reducir el posible impacto de los cambios impositivos en la clase media, particularmente en el precio de las viviendas y las cuentas de la luz.
La petición se dio luego de que el jefe de las finanzas públicas le reiterara a los legisladores que “el corazón de la reforma no está en discusión”, refiriéndose explícitamente al artículo número 1 sobre las modificaciones al Impuesto a la Renta (eliminación del FUT, entre otros temas).
Sobre ese tema, en la reunión se desechó la idea propuesta por el senador DC Jorge Pizarro, quien levantó la idea de aumentar el impuesto a las empresas de 20% a 26%, para compensar recortes en otros tributos, como alcoholes y timbres y estampillas.
En la reunión, los parlamentarios también consultaron al ministro sobre la desaceleración de la economía local, luego del magro Imacec de marzo. Arenas reiteró que ralentización es “herencia” del gobierno anterior.
Pizarro defiende su propuesta
Como "una alternativa que puede simplificar el debate de la reforma tributaria" calificó el senador DC Jorge Pizarro su propuesta de subir en un punto porcentual más el Impuesto de Primera Categoría, de modo que sea de 26% y no de 25% como lo establece el emblemático proyecto impulsado por La Moneda. Su idea, reconoció el legislador, puede transformarse en una medida "compensatoria" frente a la posibilidad que se modifiquen otros aspectos del proyecto como el alza del tributo a los alcoholes; el aumento del impuesto de Timbres y Estampillas o la exención del IVA a la primera venta de las viviendas, entre otras áreas donde han surgido algunas inquietudes.
Pizarro explicó que su planteamiento sintoniza con lo planteado por la misma mandataria en orden a debatir el proyecto y formular propuestas siempre y cuando no afecte el objetivo final que es lograr una recaudación de US$ 8.200 millones que permitan financiar la reforma educacional, el sistema de salud pública y los cambios previsionales. "No es ningún matiz", dijo, aludiendo con ello a las diferencias que diputados de su partido tuvieron con algunos aspectos de la reforma.
En la misma línea, el presidente de la Democracia Cristiana, senador Ignacio Walker, sostuvo que "no hay dos voces en la DC y en la Nueva Mayoría, respecto de las bases fundamentales de este proyecto. Pero como dijo la presidenta Bachelet, estamos abiertos a aquellas propuestas que puedan mejorar y perfeccionar esta reforma tributaria".