El reloj marcaba las 8 horas con 23 minutos de ayer cuando Mario Fernández bajó del vehículo gris que lo trasladaba a La Moneda formalmente, y por primera vez, como ministro del Interior.
Descendió saludando y recibió un diario de la mano de un suplementero que se le acercó antes de que entrara por la mítica puerta de Morandé 80, mientras la prensa lo grababa y fotografiaba una y otra vez.
Luego ingresó a palacio y de ahí no se supo de él hasta que se trasladó a la sede de su partido, la Democracia Cristiana (DC). Allí fue recibido por el secretario nacional, Gonzalo Duarte, quien lo recibió con un efusivo abrazo, al igual que la presidenta de la colectividad, Carolina Goic.
Tras una reunión de cerca de una hora, el secretario de Estado salió junto a la senadora. “He venido a la casa de mi partido de toda la vida y he querido hacerlo como un gesto, no sólo como un deber”, dijo antes de añadir que la colectividad es parte importante de la Nueva Mayoría.
“He tenido una muy buena reunión, he sido bien acogido por mis camaradas y me siento muy contento y muy fortalecido después de esta visita”, agregó Fernández en compañía de Goic, quien agradeció sus palabras.
El nuevo jefe de gabinete de Bachelet también se dio tiempo para referirse a su postura valórica. “Eso yo no lo he dicho nunca, lo han dicho algunos medios y es un calificativo al que yo no me voy a referir”, comentó en relación a que es sindicado como una persona muy conservadora.
“Yo he tenido una trayectoria clara en una serie de aspectos, la sociedad cambia, se van a produciendo otros problemas, posiciones, otros programas y hay que evolucionar”, agregó antes de regresar a La Moneda.
Rotura de matriz
De vuelta en palacio con cretó dos reuniones que desde el miércoles tenía agendadas. Una con el general director de Carabineros, Bruno Villalobos, y luego con el jefe nacional de la PDI, Héctor Espinoza. Y es que una de las principales tareas que el ministro tendrá será el combate contra la delincuencia y la seguridad ciudadana.
De hecho, según comentaron ayer en palacio, durante la jornada siguió atentamente las consecuencias derivadas de la marcha estudiantil y la rotura de una matriz de Aguas Andinas en Providencia, que obligó al Metro a suspender su servicio en la Línea 1 toda la jornada.
Algo que comenzó a monitorear a las 6 de la mañana de ayer, cuando se comunicó con el subsecretario Mahmud Aleuy.
Pero lo que Fernández no tenía presupuestado era salir de palacio rumbo a la Iglesia de La Gratitud Nacional, ubicada en la intersección de la Alameda con Ricardo Cumming.
Pasadas las 15:30 horas arribó hasta el templo donde con pavor, y visiblemente molesto, observó las consecuencias de la irrupción de unos encapuchados que sacaron una imagen de Cristo crucificado y la destruyeron en plena calle.
“Quiero expresar la condena por parte del gobierno de este tipo de actos, independiente que se trate de una sede, de un culto religioso, lo que se ha visto en las imágenes es un síntoma muy preocupante de lo que algunos jóvenes están llegando a realizar en el país”, dijo acongojado Fernández, quien es un conocido practicante del catolicismo.
Cuestión que quedó en claro ayer, cuando al interior de la iglesia les llamó la atención a algunos periodistas, quienes le pedían que se pusiera en determinados lugares. “Este es un lugar sagrado”, les dijo, exigiéndoles respeto.
Visita de parlamentarios
Tras retornar a La Moneda el secretario de Estado arribó a su despacho, pero no estuvo mucho tiempo allí pues pronto cruzó por el Patio de Los Cañones para dirigirse a las oficinas del ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Nicolás Eyzaguirre.
Con él analizó algunos temas como la agenda legislativa que viene para lo que resta del año y el avance del proceso constituyente, entre otras cosas.
Mientras permanecía reunido con su par de la Segpres, los diputados Daniel Farcas (PPD) y Gabriel Silber (DC) llegaron hasta La Moneda con la esperanza de conversar con él. Sin embargo, no pudo recibirlos.
La idea de los parlamentarios era solicitar su respaldo para sacar adelante el proyecto de ley que pretende sancionar a los encapuchados en las marchas, pero deberán esperar hasta el próximo lunes, día en que tal vez los reciba.
Los que sí se reunirían hoy con Fernández serían los periodistas acreditados en palacio, quienes recibirían al ministro en La Copucha. Lugar que conoce tras haber sido el titular de la Segpres en el gobierno de Ricardo Lagos y como ex director del diario La Epoca.
Bachelet reitera respaldo al nombre del nuevo ministro
Fue ayer durante una actividad en la Región de Coquimbo que la presidenta Michelle Bachelet afirmó, por segunda vez y en menos de 24 horas, que le pidió al ministro del Interior, Mario Fernández, que fortalezca el diálogo político con todos los actores. "Porque hay algo en lo que creo que estamos de acuerdo los chilenos: que exista más respeto y colaboración entre todos nosotros", dijo. Y agregó: "Su llegada refuerza nuestro compromiso con la hoja de ruta anunciada el 21 de mayo. Conozco bien al ministro Fernández. Fui colega de él y fue mi jefe en algún momento.
Tiene la experiencia, las ganas y las capacidades, así que vamos a seguir trabajando por todos ustedes". Paralelamente, el presidente del Senado, Ricardo Lagos Weber, se reunía en La Moneda con el ministro de la Segpres, Nicolás Eyzaguirre, con quien analizó la agenda legislativa que queda para el resto del año. Al término del encuentro, comentó que pese a las dudas planteadas por la postura conservadora del ministro Fernández, confiaba en que respetaría al pie de la letra la hoja de ruta oficialista.
"Estamos ante un gobierno que lleva más de dos años, que tiene un programa conocido, que tiene proyectos que se han presentado y otros que se están discutiendo", dijo Lagos Weber. En ese contexto, añadió: "En consecuencia, yo digo: ¿Alguien podría creer que una persona con la trayectoria que tiene Mario Fernández no sabe cuál es la línea del programa de este gobierno? Él puede tener sus creencias y sus valores personales, pero tiene clarísimo cuál es el rol, el papel y la misión de este gobierno".
Asimismo, instó a quienes han cuestionado al secretario de Estado por su cercanía con la Iglesia a mirar adelante. "Saquemos eso y concentrémonos en que tenga la capacidad y eso es lo que si esperamos y lo vamos a apoyar en eso, de gestión del Gobierno", recalcó Lagos Weber.
Fiscalía ordena investigación tras irrupción en iglesia
Con enfrentamientos, desmanes y detenidos, como es habitual, terminó una nueva marcha convocada ayer por los estudiantes en el centro de Santiago.
Los incidentes empezaron al mediodía cuando un grupo de encapuchados comenzó a remover las vallas papales que habían sido instaladas por Carabineros en la Alameda, a la altura de Santa Rosa. Allí se desató un intercambio de proyectiles, agua y bombas lacrimógenas por parte de los jóvenes y las Fuerzas Especiales de la policía uniformada.
Ello obligó a que los locales comerciales del sector de Santa Lucía cerraran por largo rato. Sin embargo, los incidentes más grave se produjeron en la esquina de la Alameda con Cumming, donde un grupo de encapuchados ingresó a la Iglesia de la Gratitud Nacional, donde destrozaron una imagen de Cristo y sustrajeron artículos religiosos.
Esta situación motivó a que la Fiscalía Centro Norte abriera una investigación por oficio para dar con los responsables de los desmanes en el templo, que es monumento nacional. El repudio a los incidentes y el ataque fue transversal. Hasta la diputada comunista, Camila Vallejo, salió a rechazarlos. "Los actos vandálicos de encapuchados no sólo ofenden a quienes los sufren, también perjudican al movimiento social", escribió en su cuenta de twitter la parlamentaria.
En tanto, la presidenta de la República, Michelle Bachelet, afirmó: "La violencia, con o sin capucha, es inaceptable, por lo tanto nosotros vamos a tomar las medidas con respecto a la gente que hace este tipo de actos vandálicos como corresponde". El presidente de Salesianos Alameda, Marcelo Correa, expuso en su cuenta de twitter el repudio al daño realizado a la comunidad. "Los que lo realizaron son enemigos d demandas estudiantiles", escribió.
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