La entrega de los resultados de la auditoría de la base de datos del Censo 2012 originó el primer desencuentro entre la Asociación de Funcionarios del Instituto Nacional de Estadísticas (Anfine) con la dirección del organismo encabezada por Ximena Clark.
Si bien durante los primeros meses la relación se mantuvo fluida, ayer los funcionarios agrupados en la Anfine manifestaron, a través de una declaración pública, su malestar por la forma en que se dieron a conocer los resultados de dicho proceso, que en su conclusión afirmaba que los datos generados para 2012 no cumplen con los estándares para que sea denominado como censo y, por ello, el INE no recomienda su utilización en política pública debido a que la omisión impide realizar estimaciones.
Uno de los principales reparos que hizo la asociación es que no se haya conocido -antes de la publicación- los resultados de la auditoría y que no se separara correctamente la decisión política que se tomó, con la labor desempeñada por los funcionarios del INE, quienes realizaron el trabajo profesionalmente.
“Las deficiencias del Censo 2012 obedecen a decisiones políticas adoptadas por las autoridades de turno y, en ningún caso, los funcionarios del INE han sido o pueden ser sindicados como responsables”, indicó la declaración pública.
Asimismo, argumentan que si bien “se desconoce la autoría técnica del informe, no se duda de él: una omisión cercana al 10% supone una deficiencia grave. Pero nuestra directora no puede desconocer que hubo un 90% que se realizó con mucho trabajo y toda una institución movilizada”.
Según una fuente del INE, “el principal problema radica en que se despreocuparon de los funcionarios que trabajaron en el Censo 2012, quienes serán los mismos que tendrán que llevar adelante el próximo proceso estadístico”. La misma fuente argumentó que “con esta situación se comienza a disipar la buena relación que manteníamos con la dirección”.
Reunión de emergencia
La publicación no cayó bien en la dirección del INE e, incluso, durante la misma tarde de ayer la directora Ximena Clark se reunió con los dirigentes para aclarar el tema. Al interior del INE describen el encuentro como tenso, donde la Anfine mantuvo sus descargos a la directora, mientras que Clark les explicó el sentido de la auditoría. Consultada por esta declaración pública, Clark sostuvo que la Anfine puede “haber mal interpretado alguna de las publicaciones que aparecieron y la tomaron como un ataque a los funcionarios”.
En ese sentido, dijo que “lo que ellos quieren decir es que no se responsabilice a los funcionarios del INE por un problema que tuvo su raíz en una decisión de modificar la modalidad del Censo y pasar de uno de hecho a derecho, sin un adecuado trabajo preparatorio que se manifestó en problemas de todo tipo”.
Con todo, la directora aseguró que la asociación tiene “reuniones regulares con la dirección”.