A pesar de que según la última encuesta Adimark, el ministro del Interior Rodrigo Peñailillo disminuyó su aprobación respecto al primer mes de gobierno, de 69% a 65%, su debut en la tramitación del proyecto que cambia el actual sistema electoral binominal es calificado positivamente, tanto en la oposición como en el oficialismo.
De hecho su actuación es comparada con la del su par de Hacienda, Alberto Arenas, argumentando que el jefe de gabinete de Michelle Bachelet se ha mostrado “mucho más receptivo” a las inquietudes manifestadas, sobre el proyecto, por todos los sectores.
Es cierto que a algunos diputados les sorprendió que el ministro leyera la exposición que hizo al inicio de la sesión de la Comisión de Constitución de la Cámara, porque “estar circunscrito a una minuta hace que pierda, un poco, uno de sus principales atributos que es la cercanía con sus interlocutores”, acota el diputado UDI Arturo Squella. El mismo parlamentario destaca su “receptividad y humildad, en el sentido de reconocer que los proyectos son perfectibles, cosa que contrasta con la tramitación de la reforma tributaria”.
La performance de Peñailillo ha sido seguida con atención debido a las interrogantes que generaba su desempeño en un rol eminentemente político desde la jefatura del gabinete. En ese sentido, en la Nueva Mayoría admiten que su incursión tanto en la elaboración como en la defensa de un proyecto tan emblemático para el sector, da cuenta de su interés por marcar el estilo que ha querido imprimir a su gestión.
Este debut ha producido especial interés en la oposición, sobre todo por las críticas que tienen al desempeño de Arenas. En contraste, Peñailillo ha sido bien evaluado, pese que según un legislador gremialista “no ha respondido exactamente lo que se le pregunta”, pero el mismo expresa que su esperanza de que “eso sólo sea efecto de su debut, porque en general ha estado bien.”
A esta evaluación positiva se suma el diputado de Amplitud, Pedro Browne, quien lo sintió “cercano en su exposición y claro en sus conceptos”. Incluso agrega que el buen clima generado se debe a que Peñailillo “se ha mostrado transparente, entonces, es receptivo cuando se le plantea algo que es bueno para el proyecto”. De persistir estas facetas de su carácter, coinciden que contribuirían a alcanzar acuerdos en una iniciativa que es considerada trascendente. En el oficialismo, en tanto, ponen el acento en el respeto con que se relacionó con todos los sectores y la diplomacia con que escuchó. “Tuvo una actitud abierta, sin por eso debilitar su matriz”, sostuvo un diputado y otro agrega que “no es un ministro histriónico que ocupe toda la escena, no es un Insulza, pero lo hace bien”.