Después de varios meses en que el diputado Jaime Bellolio no termina de decidir si es que va a competir o no para presidir la UDI en diciembre próximo, su compañero de bancada Felipe Ward tomó la determinación de intentar llegar a la cabeza de la colectividad en reemplazo del actual timonel, el senador Hernán Larraín.
Hace meses que el nombre de Ward sonaba en los pasillos del gremialismo como una de las figuras probables para asumir el desafío de llegar a la presidencia del partido. Sin embargo, al diputado le costó tomar la decisión, según comentan algunos de sus adherentes, porque quiere evitar a toda costa tener que competir con Bellolio si este finalmente también se decidiera a buscar la presidencia de la colectividad.
Aunque sigue sin estar clara cuál será la definición de Bellolio, Ward decidió no esperar más y comenzó a trabajar apoyado por un grupo importante de diputados, labor que ha dado resultado puesto que, hasta ahora, comenta uno de sus adherentes, tiene a su favor a más de la mitad de la bancada, sólo no le han dado su apoyo los diputados Bellolio, María José Hoffmann, Javier Macaya, Ernesto Silva y Juan Antonio Coloma.
En todo caso, donde definitivamente no tiene respaldo es en la bancada de senadores, puesto que ellos apoyan a la jefa de su bancada para asumir el desafío, Jacqueline van Rysselberghe.
La senadora aún no ha aceptado formalmente, pero ha dado indicios de que podría estar disponible.
En todo caso, si Van Rysselberghe decide ser candidata tendrá que enfrentarse en las urnas con Ward, ya que en el entorno del diputado aseguran que si él tomó la decisión de intentar llegar a la presidencia de la UDI, no lo amedrentará la competencia con la senadora.
Lo único que podría hacerlo desistir es que Jaime Bellolio finalmente optara por ir a una elección, porque Ward no quiere competir con él, dicen en su entorno. Aunque todo indica que Bellolio, que ha sido considerado como el rostro de las nuevas generaciones del gremialismo que podría cambiarle la cara al partido, habría decidido guardarse para más adelante.
Uno de los adherentes de Ward explica que de tener que competir con la senadora, se podría dar un escenario parecido al ocurrido cuando Ernesto Silva compitió contra el senador Víctor Pérez.Entonces, pareció que la fuerza de los segundos podría imponerse, pero finalmente la candidatura más joven logró imponerse y Pérez debió bajar su aspiración por falta de respaldo.
No obstante, esta elección tendrá un elemento absolutamente novedoso para la UDI: en la medición de diciembre será un militante un voto, según los cambios que se le hicieron al mecanismo de elección para adecuarlos a la nueva ley de partidos políticos, lo que introduce un enorme grado de incertidumbre a un proceso que recién comienza en el gremialismo.
Y uno de los elementos que habría convencido a Ward de postular a la presidencia es que también buscará un escaño por la Región de Atacama en el Senado y la presidencia del gremialismo sería una buena vitrina.