De vuelta de sus vacaciones, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, entró de lleno al análisis de 2012. La proliferación de conflictos y la inestabilidad social son, a juicio del timonel de los trabajadores, las líneas que marcarán 2012. “Va a ser un año más bien de reclamos y de movilizaciones de ciudadanos que se organizan, eso es algo nuevo que creo que se va a potenciar ya que están buscando respuestas a problemas que no han tenido solución por mucho tiempo (...) Se está formando un grupo de presión que va a irrumpir y eso es lo nuevo de este año, que puede ser muy importante, que se va a topar con lo histórico que es la reclamación sindical, estudiantil, aunque éste último este año no va a ser tan potente”.
- ¿Ve desgaste en las demandas estudiantiles?
- El movimiento terminó en una situación donde le va a costar retomar la potencia que tenía, producto del relajo del propio verano. Veo una ciudadanía movilizada, pero no con la intensidad del año pasado. Las cosas no se vuelven a repetir tal como fueron, el país tomó conciencia y van a haber respuestas, este debe ser un año de respuesta. El gobierno no se puede hacer el loco, no puede hacer como que no ha pasado nada. La clase política y el gobierno están obligados a dar respuestas si quieren tener un clima de tranquilidad.
- ¿En este escenario se potencia la demanda sindical?
- La demanda sindical va a partir por otro carril, tanto los empleadores como nosotros tenemos conciencia que el país por mucho tiempo ha dejado abandonado el tema laboral y ese tema si no se asume puede generar inestabilidad. Ahora, por primera vez se han abierto a conversar, a asumir que hay cosas que resolver, ya no se aferran al plan laboral de Pinochet. Después del acuerdo que firmamos (con la CPC) la responsabilidad la tiene el gobierno y el parlamento. Si no son capaces de asumir lo que planteamos, son responsables de un clima de movilización.
- ¿Cómo evolucionará el acuerdo de la CPC y la CUT?
- Estamos todavía cerrando la primera etapa. Se lo vamos a presentar al Ministerio del Trabajo en marzo y hay temas como las reformas al seguro de cesantía, que tienen cuatro o cinco puntos que resolver. En negociación colectiva y multirut también hay propuestas. Para la próxima semana estamos pidiendo una reunión con la ministra Matthei y decirle “ahora la palabra la tiene usted”.
- El salario mínimo se va a discutir en este nuevo acuerdo, ¿lo van a plantear al gobierno?
- Creo que nos vamos a poner a conversar el salario mínimo en abril, pero no creo que el tema se tenga que abordar de la misma forma qu en los últimos años. El salario mínimo está superado, la gente no quiere trabajar por el mínimo.
- ¿Qué le parecen los dichos del subsecretario Bruno Baranda respecto a que el salario mínimo debiese ser de
$ 250.000?
- Si fuera oportunista le diría que ese es el piso para empezar a conversar este año, pero creo que el subsecretario tiene una confusión, él habla de ingreso ético y de repente usa la nomenclatura de salario mínimo para el mismo tema (...) ha mostrado una buena señal que el punto de partida tendría que ser
$ 250.000 pero la ministra Matthei le pegó en las manos, pero el problema no pasa por eso. El problema del salario mínimo es que no podemos seguir discutiendo sobre la base de la inflación, del crecimiento, cuando tenemos un salario mínimo deteriorado.
- ¿Y cómo entonces?
- Hay que hablar de un cierto nivel y de ahí se puede llegar a un reajuste automático en el futuro, pero primero hay que llevarlo a un piso más alto. Este año no vamos a ir al parlamento a conversar con el ministro de Hacienda o con los diputados y senadores para no llegar a acuerdo y que los parlamentarios suban el monto en $ 4.000, nosotros no nos vamos a hacer cargo de eso. Prefiero conversar con los que pagan el salario mínimo y entregar una señal al país y que, con eso, el gobierno presente un proyecto. En la CUT no debiésemos comprometernos en una negociación de salario mínimo, la CUT debería tener opinión, una propuesta, más que entrar en una negociación.
- ¿Cómo viene la negociación para este año?
- Vamos a decir el salario mínimo que los trabajadores necesitan, pero no nos vamos a ir a sentar para decir que estamos negociando, porque no lo hemos hecho nunca. Siempre vamos a presentar nuestra propuesta y terminamos haciéndonos cargo del salario mínimo.
- ¿El monto que tienen pensado?
- El salario mínimo en Chile está atrasado en $ 30.000, después de eso se puede empezar a reajustar automáticamente todos los años, sobre los doscientos y tantos mil pesos, un salario mínimo es necesario. Queremos llegar con una propuesta de $ 210.000 para así empezar a reajustar automáticamente, estamos desfasados en $ 30.000, incluso en $ 40.000. Si se repone eso se puede plantear un reajuste en base a la situación económica del país, pero hay que recuperar ese piso.
- ¿Qué siente cuando el gobierno realza la generación de empleos?
- Me parece más populismo porque la creación de empleo no tiene que ver con que el gobierno haga tal cosa, es la economía y un gobierno que lleva dos años no creo que haya cambiado mucho la economía.
Elecciones CUT: “Es difícil que me ganen”
- ¿Va a intentar una nueva candidatura parlamentaria?
- Lo he pensado, pero no creo que pueda.
- ¿Por qué?
- Porque la experiencia me demostró que se necesita más que ganas. Con el sistema electoral se necesita un distrito donde el conglomerado que te apoya te presente como electo, pero cuando la Concertación propone candidatos hay solo uno que ellos quieren sacar y en ese caso, no era yo cuando me presenté, no tenía ni el apoyo de mi partido. A veces la gente tampoco vota por los dirigentes sociales, sólo al que sale harto en la tele, los minos, las minas, la Andrea Molina que no tiene nada en la cabeza pero sacó hartos votos. No soy pintoso, no soy joven pero igual saqué hartos votos.
- ¿Si llegan a ofrecerle la oportunidad?
- En esta vuelta tendría que ver el distrito, la otra vez me tiré en un distrito que no conocía, pero no me lo he negado pero tendrían que existir otras condiciones, la otra vez fui con los ojos vendados, pero quiero terminar en la CUT.
- ¿Entonces se presentará a las elecciones de la CUT?
- Si, voy de candidato dentro de los 60 de los cuales se elige al presidente.
- ¿Tiene el respaldo para seguir como presidente?
- Prefiero que me ganen antes de retirarme yo; no sé si voy a salir o no, pero prefiero que me ganen.
- ¿Y le gana?
- Yo he sido de consenso las tres veces, me voy a presentar nuevamente pero no sé cual va a ser el resultado; mi idea también es posicionar a gente nueva aunque no ganemos como lista, pero es difícil que me ganen.
Dos años de gobierno “larguísimos”
- ¿Cuál es su balance de los dos años de gobierno?
- Se han cumplido dos años larguísimos, yo pensaba que este gobierno terminaba este año. Mucho conflicto, mucha metida de pata y muchos dramas, accidentes, catástrofes, parece que ha sido una década interminable. El gobierno perdió la brújula, cuando se creía que la derecha venía al gobierno con buenos técnicos, pero se demoraron mucho en instalarse, se les perdió el pendrive o a lo mejor, estaba vacio. Antes que terminara un año empezaron a cambiar ministros, a traer senadores a los ministerios, sacaron ministros que no dieron el ancho y los llevaron al Parlamento. Empezaron a hacer lo mismo que criticaban, toda la diferenciación del gobierno de excelencia quedó botado e hicieron el ridículo con ese discurso.
- ¿Y lo bueno?
- Lo único que los ha salvado es la economía, el precio del cobre, pero es un gobierno que no tiene capacidad de resolver conflictos, al contrario, los agranda. Por ejemplo, no hay gobierno en Aysén y ahí el gobierno mostró su incapacidad. El ADN de este gobierno es el autoritarismo y la amenaza, Hinzpeter amenaza con las penas del infierno a medio mundo, es un discurso represivo que no le ha servido para resolver nada. Este es un gobierno que la ciudadanía rechaza, no sólo al presidente sino al gobierno. Molesta que siempre digan que son los mejores, vamos a hacer la mejor carretera nunca antes vista, el mejor colegio de excelencia de la historia… Eso al final choca con la realidad y quedan en ridículo.
- ¿Y cómo lo ha hecho la Concertación?
- Hace rato que terminó. Nunca he sido hincha de la Concertación, se desacreditó mucho, la gente ya la dio por terminada, como logo, como marca no le veo destino.
Los 14 presidenciables según Martínez
Michelle Bachelet, ex presidenta
“Ella es muy querida, tiene carisma y si se presenta a una elección gana, pero no la veo viniendo de candidata”
Andrés Velasco, ex ministro de Hacienda
“No lo veo como una carta, es serio, nuevo, no tiene estructura política. Es independiente pero dirigir el país no lo hace una persona”
Ricardo Lagos Weber, senador PPD
“Si es que le ayuda el papá, podría ser”
Claudio Orrego, alcalde de Peñalolén
“Está bien como alcalde”
José Antonio Gómez, senador PRSD
“Es un gallo serio, capaz, pero le falta partido”
Ximena Rincón, senadora DC
“No la veo con estatura todavía, tiene futuro pero no en esta vuelta”
Pablo Longueira, ministro de Economía
“Siempre ha sido el candidato natural de la derecha, lo tiene claro, pero tiene un problema por su forma de ser, no muy simpático, y, en esta cuestión, la gente que miente, que hace promesas que nunca cumplen, tienen más votos que los gallos serios”.
Laurence Golborne, ministro de Obras Públicas
“Lo veo como un cabro chico que de repente se posicionó con el tema de los mineros y que, más que nada, lo hace por ego personal, pero no tiene idea de dirigir un país”
Andrés Allamand, ministro de Defensa
“No lo veo como presidenciable, es capaz pero no lo veo”
Evelyn Matthei, ministra del Trabajo
“No, el problema de ella es otra cosa. Para gobernar el país todos tienen que pensar como ella, se pelea con medio mundo antes de empezar a conversar, es la anticandidata”
Carolina Schmidt, ministra del Sernam
“Su perfil es el Sernam. Es que para dirigir un país por lo menos hay que tener estatura”
Marco Enríquez Ominami, presidente PRO
“No va a ser nunca presidente de Chile porque le falta consistencia política y más respaldo”
Tomás Jocelyn-Holt, candidato de Chile Primero
“Nadie lo conoce”
Franco Parisi, economista
“Está bien para la farándula”
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