"Va a haber un proceso participativo, legítimo e institucional, donde los temas de fondo son cuál es el tipo de país en el cual queremos vivir, cuál es la sociedad en que queremos vivir los próximos 50 años", dijo ayer la presidenta, Michelle Bachelet, en una actividad en Valparaíso, explicando los alcances de lo acordado en el cónclave oficialista de mantener dentro de la lista, sin alteraciones importantes, el tercer eje del gobierno: las reformas constitucionales. Acto seguido la mandataria enfatizó que, tras este debate, "sí se puede traducir en una Constitución".
Pese a la decisión política de La Moneda de seguir adelante con esta promesa de campaña, dentro del oficialismo ya han aparecido matices. Algunos como el senador Alejandro Navarro, presidente del MAS, dudan que sea en este gobierno donde se firme una nueva Carta Magna; mientras que otros apuestan por la gradualidad, manteniendo el foco en las otras prioridades marcadas la noche del lunes en Palacio como lo fueron: económía, salud, transporte educación, seguridad pública y dinamización de la economía.
Otros parlamentarios, como el senador Felipe Harboe (PPD), han puesto en duda que en tan poco tiempo se pueda llevar a cabo un debate de fondo. Pese a ello, en el gobierno son enfáticos en decir que cuando se cambie la banda presidencial el 11 de marzo de 2018, este acto republicano será bajo una nueva Carta Fundamental. Aunque, otro de los debates que aún no está saldado es la fórmula, en un cuadro en que la Asamblea Constituyente estaría perdiendo cierta fuerza, y el Congreso asoma como el lugar de deliberación final.
¿Aún se puede pensar en una AC?
El diputado Leonardo Soto (PS) es miembro de la llamada "bancada AC", defiende esta opción y aún guarda esperanza en que la Presidenta opte por este camino: "aún abrigamos la esperanza varios diputados que la AC esté siendo considerada en la definición final del mecanismo, la AC sin duda es el más democrático de todos los mecanismos", expresó. Mientras que para el diputado Arturo Squella (UDI), La Moneda ya estaría dando señales que no se optaría por este camino, lo que celebra: "tras las últimas intervenciones, al parecer, estaría descartando toda lógica de AC o algo que se le asemeje. Me parece sensato, razonable y ajustado a lo que debe ser", indicó.
En tanto para el académico, Patricio Zapata la AC se podría dar sólo si convergen tres factores, "uno el nivel de apoyo que esto tenga en la ciudadanía; dos, el nivel de respaldo político y en el gobierno, y tres, el grado de convergencia que exista con algún sector de la oposición". En tanto, el abogado de LYD, José Francisco García, si bien piensa que no se deben "demonizar" las AC, cree que "no están las condiciones de crisis institucional para necesitar una asamblea constituyente".
Respecto a las aclaraciones dadas por la propia jefa de Estado, tras la cita del lunes, para algunos más que certezas, siguen quedando dudas. Squella sostiene que "la única certeza es que quieren hacer una reforma, no saben cuál, cómo y cuándo. Eso es preocupante pues estamos hablando de cambiar las reglas del país". Una idea que García complementa con lo que a su juicio es la señal política emanada de Palacio: "no se puntualizó como será este mecanismo participativo, legítimo, institucional, pero la señal política es potente de que no se va a postergar el debate hasta el final de su mandato".
Por su parte, el diputado Soto, valoró la definición de que "Chile contará con una nueva Constitición" y que la única que puede definir los plazos y proponer el mecanismo es Bachelet: "no es Zúñiga ni personeros individuales de la NM ni los presidentes de partido", los que decidirán, enfatizó. El abogado Francisco Zúñiga es uno de los principales asesores de la presidenta en materia constitucional y ha expresado con énfasis -en los últimos meses- que el mecanismo para la reforma debe ser el Congreso Nacional.
Los acotados plazos
Poco será el tiempo para el debate, si se piensa que la Segpres comenzaría el proceso de redacción de un proyecto mediados de 2015. Pero antes de eso, se debe dislucidar cómo será el método de participación.
Para García esta primera fase es central y aún no hay luces, recordando que las reformas de 2005 estuvieron cinco años en el Parlamento. Zapata confía en que en 2015 "surjan acuerdos importantes y se llegue a lo que se entiende como una nueva constitución, con cambios significativos".
Así son varios los flancos que se abren, tanto en la NM, la derecha y en mundo académico, en torno al tercer cambio estructural de Bachelet.
Las otras áreas prioritarias para el gobierno en 2015
Transporte El sector ha alcanzado más relevancia, tras las serias fallas que ha tenido el metro en los últimos meses y la baja aprobación en las encuestas de la gestión del gobierno en este sector. Potenciar los servicios de transporte urbanos e interurbanos, así también como reducir la evasión de pasajes, mejorar los recorridos y calidad del Transantiago, son algunos de los compromisos de gobierno. En su programa la Presidenta compromete agilizar la construcción de las líneas 6 y 3 del Metro, y ampliar el alcance de la 2. Además, en 2015 se conocerá el modelo de concesión para la línea paralela a la 1.
Seguridad Los atentados con bombas registrados en el país, volvieron una prioridad para el gobierno la agenda de seguridad ciudadana. Así se espera que de aquí al término del año legislativo de 2014 sea aprobada la ley de control de armas y de la violencia en los estadios, para 2015 los esfuerzos se centrarán en la la nueva ley antiterrorista, la que ya se discute en el Senado. Además de una nueva ley de inteligencia cuyo proyecto trabaja el Ministerio del Interior. En su programa, Bachelet también compromete una nueva política de persecución penal que integre a las policías, Gendarmería, y las carteras de Justicia e Interior.
Salud En esta área un primer compromiso del gobierno fue la ampliación de la red pública de salud, anunciando una mayor inversión en la construcción de nuevos hospitales y de otros servicios médicos. Otra de las medidas emblemáticas -y más polémicas- del sector, es la transformación del sistema de seguros de salud, para modificar las normas con que operan las Isapres, materia sobre la cual la Presidenta ya recibió una propuesta de la comisión conformada para el estudio del sector. Por otro lado, la cobertura de medicamentos y tratamiento de enfermedades catastróficas también seguirá discutiéndose en 2015.
Educación Cerca de seis proyectos en materia educacional quedaron pendientes para el próximo año. Luego de que en enero se despache la iniciativa que termina con el lucro, el copago y la selección, tres serían los focos en los que se centraría el gobierno durante el 2015: los profesores, las escuelas públicas y la educación superior. Durante el primer semestre del próximo año el Ejecutivo presentaría la iniciativa de desmunicipalización y la de carrera docente, dejando para la segunda mitad del año la de gratuidad universitaria. Así, según lo prometido por Bachelet, en 2015 se terminaría de dibujar el mapa global de la reforma.
Economía En el contexto de la desaceleración de la economía y con proyecciones a la baja, el gobierno se ha esmerado en dar señales de tranquilidad y de que está trabajando para dinamizar la economía. Así se ha puesto énfasis en el Plan de Reforzamiento de la Inversión Pública, que encabeza el titular de Hacienda. Además de avanzar en la ejecución presupuestaria, como elementos que pueden impulsar la inversión y el empleo.
En este cuadro desde el gobierno también han puesto especial atención a la implementación de la alianza público privada a cargo del ministro de Economía.