Por Miguel Bermeo
“No podemos ocultar que el proyecto de reforma tributaria presentado por el gobierno ha provocado un estado de crispación que no vivíamos desde hace muchos años. Se trata del cambio al esquema impositivo más profundo que se haya promovido en nuestro país en las últimas décadas”, dijo Daniel Hurtado, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción durante el desayuno de los empresarios del gremio, hasta donde debía llegar la presidenta Bachelet, pero que canceló previamente su participación.
En todo caso, Hurtado señaló que “no discutimos la aspiración de recaudar con esta iniciativa algo más del 3% del PIB anual, con el fin de destinar esos recursos a políticas sociales. No discutimos la voluntad política de reducir la desigualdad y emparejar la cancha, lo que nos lleva a asumir que quienes tenemos más, debemos hacer un esfuerzo mayor en beneficio del bienestar colectivo. Ni tampoco discutimos el deseo del Ejecutivo de aplicar celeridad a este proceso, para evitar incertidumbres y conseguir que el Presupuesto de la Nación del próximo año ya incluya nuevos recursos obtenidos gracias a la reforma tributaria”.
Para el gremio el punto es que se pierda la oportunidad de alcanzar “un acuerdo amplio sobre algo tan delicado y complejo como es el sistema tributario, el cual debe ser pensado para que rija no por algunos años sino por décadas”.
El dirigente añadió que también le preocupa “la reducción del crédito especial de IVA a las viviendas y el pago de IVA por la venta habitual de viviendas nuevas o usadas”.
“Hay que tomar en cuenta los efectos que estas medidas pueden tener sobre las familias que aspiran a una vivienda y tienen un ingreso familiar entre $ 560 mil y $ 1 millón 850 mil, que verán aumentar el precio de los inmuebles y tendrán menos posibilidades de acceder a financiamiento”, señaló.
La respuesta del gobierno
La ministra de Vivienda, Paulina Saball, que participó en el desayuno, señaló a Diario Financiero que las críticas que se han esgrimido de parte del gremio inmobiliario a la medida de la reforma que quitaría exenciones de IVA a las viviendas, son “posiciones distintas a la que nosotros tenemos como gobierno, respecto de un tema que es muy relevante”.
En cuanto a las proyecciones de alza de precios de vivienda, Saball añadió que “no va a tener impacto de ninguna manera en los sectores más vulnerables ni en la clase media” como acusan las inmobiliarias.
En su discurso, la ministra dijo que la propuesta del Ejecutivo busca además eliminar la exención de IVA para las viviendas de valores entre 2 mil y 4.500 UF, corrigiendo una franquicia que se justificó en la grave crisis de los años 80 y que no se condice con la situación económica actual del país.