- ¿Qué le pareció la reforma tributaria del gobierno?
- Claramente no es una reforma tributaria, es un ajuste, si hasta el propio gobierno lo reconoce si uno mira que materias afecta y el rendimiento que se pretende lograr con ello. El cálculo de rendimiento es bastante discutible y no es suficiente para abordar los compromisos que el Estado chileno tiene que asumir en materia educacional y áreas sociales pendientes como el salario ético, en fin. Hay una serie de gastos en régimen que aun no están cubiertos actualmente con los ingresos normales, por tanto, es una reforma insuficiente. En cuanto al rendimiento vamos a tener que verlo bien, que se compruebe que efectivamente se vayan a producir estos rendimientos, aunque sean menores. El gobierno ha desaprovechado la posibilidad de hacer una reforma tributaria a fondo.
- ¿En el debate legislativo esperan incluir alguna de sus propuestas?
- Efectivamente, todos esperamos un proceso de conversación y discusión, por tanto, tampoco soy partidario de darle un despacho de urgencia, sino que un tiempo razonable, de dos a tres meses como debe ser, donde podamos entregar argumentos como para avanzar más allá de lo que el gobierno está proponiendo. Ahora hay que tener claro que en estas materias el que tiene la iniciativa es el propio gobierno. En cuanto a la idea de legislar, no es un tema que vayamos a aprobar o rechazar, lo votaremos en su mérito, pero no vamos a votar en contra de un alza de impuestos, aunque sea insuficiente, como por ejemplo, el alza a un 20% del impuesto a las empresas, pensamos que debiera ser unos tres puntos más.
- La tabla de impuestos que se fija a las personas ¿le parece justa?
- También es discutible, porque efectivamente, si no se hace una compensación mayor a los sectores de más bajos ingresos no presenta justificación lo que significa para los sectores de más altos ingresos. Lo mismo que el subsidio que se está dando con educación y salud para determinados sectores, también provoca una discriminación, como se ha señalado ya en la comisión de educación en relación a la educación pública y la privada; son todos temas que vamos a discutir en su momento.
- ¿Qué espera del ministro de Hacienda?
- Que se abra a escuchar y discutir, por ejemplo, lo del impuesto de timbres y estampillas. Estamos de acuerdo con suprimir ese impuesto para todos los créditos en forma progresiva, es decir hasta 2.000 UF cero pago y de 2.000 UF a 5.000 UF 0,4 UF y de 5.000 UF hacia arriba 0,6 UF; de tal manera que con esta escala progresiva se beneficien los primeros tramos del crédito que son los de menor envergadura, pero no los de mayor magnitud.
- ¿Este gobierno pasará a la historia con esta reforma?
- No, esta reforma representa más o menos el 0,2% del producto y si la comparamos con la reforma de Aylwin, que fue del 2% del producto, es decir, diez veces más grande.
- ¿Cómo vio la presión de la UDI por el tema de los combustibles?
- Tampoco es un tema que esté resuelto, porque se nos ha dicho que se enviará un proyecto por separado, pero nosotros tenemos claro que lo que se ha hecho con el Sipco demuestra que es un sistema fracasado. Es un sistema que no ha tenido el efecto deseado, el precio de las bencinas desde que se aplicó hasta este momento ha aumentado en un 20% y a su vez, el fisco en vez de disminuir sus ingresos por impuesto a los combustibles los ha aumentado en más de US$ 300 millones, o sea, se ha beneficiado con el incremento de los precios. El gobierno tiene que traer una nueva propuesta concreta.
- ¿Qué otro tema esperan revisar?
- El arancel cero, cuál es la razón de que lo dejemos en esa condición de manera unilateral. Y eso significa casi US$ 500 millones, o sea, casi el rendimiento del punto y medio del impuesto a la renta al elevarlo a 20%.