La senadora y presidenta del Partido Socialista (PS), Isabel Allende, está inquieta. Y con razón. No sólo porque el ex mandatario y líder de la oposición, Sebastián Piñera, apareció liderando la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), sino por los datos demoledores respecto al interés de los ciudadanos por la política.
“Lo que me preocupa es el desaliento de la población, que no tiene una mirada optimista y que es muy crítica de todos”, dice la parlamentaria.
Y agrega: “Esto deberíamos tomarlo como una lectura respecto de qué hicimos mal y qué seguimos haciendo mal. Es impactante que el 59% esté satisfecho con su vida personal, pero no con la mirada de país. Y eso nos debe importar a todos porque no hay ninguna institución pública que quede bien parada. Ni el Ejecutivo, ni los partidos, ni sus líderes”.
- En cuanto al tema presidencial, en estos momentos Ricardo Lagos aparece con la mejor opción en la Nueva Mayoría, pero está lejos de Piñera. ¿Pueden acortarse las distancias? ¿Estaría dispuesta a declinar su opción?
- Esto hay que verlo con una mirada más general, porque a la prensa parece interesarle sólo el tema presidencial y esto es una fotografía mucho más amplia. Pero queda claro que a la gente no le preocupa el tema presidencial. Hay más de un 60% que no tiene una definición, por lo tanto, está absolutamente abierto y este no es el momento de adelantar una decisión presidencial.
- Usted dice que no es el momento de hablar de candidaturas, pero la mala evaluación de Bachelet y el gobierno podría afectar una aspiración presidencial suya…
- Le repito. Todo está abierto, es muy prematuro y la gente no tiene una definición. Claramente importa que al gobierno le vaya bien para que la Nueva Mayoría pueda tener un triunfo y este gobierno tiene que elevar su nivel de adhesión y mejorar la valoración. Pero lo que me importa es mejorar nuestra gestión, el diseño y nuestro comportamiento público, porque muchas veces nosotros contribuimos a la mala imagen cuando tenemos polémicas estériles por los medios o desórdenes aparentes o reales, todo eso influye.
Estamos en una situación económica más estrecha, la gente lo percibe, y por eso nuestra preocupación fundamental debe ser la economía y el empleo, aunque hay una serie de elementos que están condicionándonos.
Todavía es prematuro y no tenemos condiciones como para decir que están definidos los que van a ser los potenciales liderazgos. Si se suma la votación de la Nueva Mayoría hay varios liderazgos dispersos todavía, pero el día que tengamos una candidatura única cambiarán las cosas.
- ¿Cree que haya un factor que determinó que se produjera este fenómeno de desafección?
- Desgraciadamente, lo que más fluye hacia la opinión pública y lo que más destacan los medios, son cuestiones como un empujón de un parlamentario a otro, las descalificaciones, los insultos, las malas prácticas o las boletas ideológicamente falsas. Todas son conductas inadecuadas y que la ciudadanía rechaza, por eso nos ven con profunda desconfianza.
- ¿La irrupción de un nuevo bloque de izquierda puede afectar a la Nueva Mayoría tomando en cuenta los resultados obtenidos en la CEP?
- Todo está por verse. Es legítimo que surjan alternativas, porque los partidos tenemos un desprestigio muy grande, pero hay una enormidad de colectividades en formación y esa es una de las contradicciones con las que vivimos. Ahora, veremos qué grado de fuerza tendrán, pero todavía sigue habiendo dos grandes coaliciones, aunque claramente pueden surgir otras y eso es parte del juego democrático.
- ¿Le sorprendió que el senador Alejandro Guillier apareciera tan bien posicionado?
- Me parece súper positivo que el liderazgo mejor evaluado sea alguien de la Nueva Mayoría, aunque esto es muy fluctuante y ha ido cambiando de una encuesta a otra. Sin embargo, creo que lo de él tiene más que ver con que como es independiente se le mira como a una persona menos clásica, cosa que no pasa con un presidente o militante de partido. Él se ve más autónomo, como rostro de un medio más que político tradicional.
Pero es muy positivo que tenga esta estupenda evaluación, yo lo felicito y me alegro mucho.
- ¿Y cree que esta buena evaluación le alcance para levantar una candidatura presidencial?
- Es muy prematuro porque esta es una fotografía de hoy. Falta más de un año y tendrá que verse que va a ocurrir. Que el 62% todavía no tenga una opción dice que la gente no está con deseo ni voluntad de definirse. ¿Por qué? Porque hasta ahora se habla de nombres, pero faltan las elecciones municipales, los mecanismos, las propuestas de cada una de las candidaturas, qué va a pasar con las reformas… En fin.
- ¿Que le parece que pese a las reformas para combatir la corrupción no haya mejorado la imagen de los políticos?
- Porque lamentablemente hemos aprobado una legislación severísima, pero recién se va a aplicar. La que viene será la primera elección en que vamos a tener un organismo autónomo y regulador como el Servel. Pero de tanto en tanto sigue saliendo un nombre nuevo, un nuevo caso o una nueva boleta como una especie de goteo que nos va acompañando y eso hace que la sensación de la gente sea muy negativa, a pesar de los esfuerzos.