La Federación Bancaria Europea (EBF) lanzó una propuesta dirigida a las autoridades comunitarias para que aprueben un nuevo paraguas regulatorio. Advierte que, pese a las buenas intenciones de las autoridades y del propio sector bancario, cada empresa parte de un punto distinto en su camino hacia ser sostenible. Por ello, cree que es imprescindible que Europa proporcione un marco común.
La proliferación de índices de sostenibilidad, ránkings, agregadores y medidores es una realidad creciente. Ángel Fraile, head of Sustainability Planning and Stakeholder Engagement Iberia en Endesa, comentaba recientemente un foro del Club de Excelencia en Sostenibilidad: "Llevamos años trabajando en sostenibilidad y cada vez que aparece un estándar nuevo nos esforzamos por cumplirlo". La compañía se ha visto obligada a dedicar más recursos al departamento de reporting, que ha pasado de dos a diez personas.
El problema es que, como explica Senén Ferreiro, CEO de la consultora especializada Valora, "hay mediciones, como las de Carbon Disclosure Project (CDP) o índices como Dow Jones, que tienen su propio método más o menos claro. Pero los agregadores toman datos de diferentes fuentes y les aplican su propio algoritmo más o menos opaco". En su opinión, esto no es válido, porque están en juego la reputación de las compañías, la toma de decisiones de los clientes o la financiamiento. Un ejemplo es cuando uno de estos agregadores analiza un fondo y extrae el dato de carbono de sus posiciones, pero éstas son 100 y sólo dispone del dato de 80: "La valoración del fondo estará distorsionada", dice.
Actualmente, el Consejo del International Sustainability Standards Board (ISSB) delibera sobre la propuesta de norma Requerimientos Generales para la Información a Revelar sobre Sostenibilidad. Como explica Marisa Pérez Puerta, socia del área de Accounting Advisory Services de KPMG: "La conexión entre la presentación de información sobre sostenibilidad y los informes financieros es un aspecto cada vez más relevante".
De lo que se trata es de que la información no financiera se acerque a los estándares de la financiera. "Además de metodologías diferentes de las empresas para medir sus propios objetivos, entre los estándares que proliferan los hay con intereses puramente mercantiles o de ONG y otros que son más científicos y serios", dice Senén Ferreiro.
Diferencias
El caso de Inditex, figura en numerosos índices de sostenibilidad y es reconocida como una de las empresas líderes en este aspecto. En The Global 100 (el ránking de mejor desempeño según el S&P Capital IQ) ocupa el puesto 73; también se encuentra entre las 153 cotizadas del Dow Jones Sustainability Index Europe; el índice de sostenibilidad FTSE4Good, que incluye a las compañías mundiales con un mayor compromiso sostenible, le ha otorgado varios años consecutivos una puntuación de 4,9 sobre 5, y, entre otros reconocimientos, Carbon Disclosure Project (CDP) reconoce con el nivel A sus iniciativas para luchar contra el cambio climático, así como su liderazgo en la divulgación de información y en el desempeño en la materia.
¿Cómo se explica entonces que el Monitor de Responsabilidad Climática Corporativa, recién elaborado por NewClimate Institute y Carbon Market Watch sitúe a la empresa en el grupo de las compañías Low Integrity -baja integridad- junto con otras punteras como Nestlé, Amazon o Mercedes? "Es difícil distinguir entre ránkings e índices. Es una materia en la que siempre alguien puede decir que hay que hacer más", asegura un consultor de una de las Big Four. De hecho, el Monitor no incluye ninguna empresa en el apartado High Integrity -alta integridad- y sólo una, Maersk, en el de Reasonable Integrity -razonable-, ya que explica que el Estándar SBTi Net Zero y las Directrices ISO, muestran que el cero neto requiere "recortes en los niveles de emisiones actuales de al menos el 90% o 95%. Pero encontramos que los compromisos asumidos por las empresas revisadas ascienden a sólo una reducción del 36% en su huella combinada de emisiones".
Objetivos aprobados
En 2020, SBTi aprobó los objetivos de Inditex para reducir en un 90% sus emisiones de alcance 1 y 2 (directas e indirectas) en términos absolutos, y para reducir al menos en un 20% las emisiones de alcance 3 (que incluyen toda la cadena de valor). SBTi consideró dichos objetivos como "ambiciosos" de acuerdo con sus recomendaciones. Lo que ha ocurrido es que SBTi actualizó sus estándares en octubre de 2021 y las empresas han tenido que ponerse manos a la obra para alinear sus objetivos con los nuevos criterios, lo que explica que ninguna compañía figure como High Integriy en su último ránking.
Desde Inditex aseguran: "Estamos totalmente comprometidos con alcanzar las cero emisiones netas en 2040, siguiendo las recomendaciones SBTi y en línea con nuestro compromiso con la Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática". El compromiso es alcanzar las cero emisiones netas en 2040.
Es una carrera constante en la que las grandes empresas encuentran dificultades para atender con celeridad a todos los diferentes requisitos de sostenibilidad y reporting. Y cuando se traslada el desafío a los proveedores, en su mayoría pymes, que generan once veces más emisiones que las empresas a las que suministran, el panorama es todavía mucho más complicado.
Telefónica tiene 10.000 proveedores y se fijó el objetivo de evaluar al 10% de los más relevantes y luego ir extendiendo esta práctica, pero reconocen que "supone una tarea ímproba".
ISSB, el Parlamento y el Consejo Europeos, We Mean Business, la iniciativa SBTi y otras muchas instituciones tratan de fijar estándares claros, transparentes y justos para medir la sostenibilidad. Al final, lo idóneo sería contar con un único estándar homologado, "pero estamos todavía lejos", dice Senén Ferreiro.