Estudio de ProChile revela baja medición de la huella de carbono en sector exportador de agroalimentos

Las exportaciones del sector agroalimentario nacional representan una cuarta parte de los envíos al extranjero y según datos del Ministerio del Medio Ambiente, la agricultura generó el 11% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de Chile en 2018.

Con el fin de tener una visión general de las acciones que esta industria ha implementado en acción climática y huella ambiental, ProChile y la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del Ministerio de Agricultura realizaron un estudio que reveló que sólo un 30% de las empresas mide su huella de carbono.

Daniela Acuña, jefa de sustentabilidad y cambio climático de Odepa, cuenta que el estudio surgió a raíz de una mesa público-privada para abordar los desafíos ambientales en los mercados de destino de los envíos.

En el análisis participaron unos 30 gremios de subsectores como pesca y acuicultura, vitivinícola, carnes, frutas frescas, alimentos procesados, apícola y lácteos, con los que se abordó la acción climática en cuatro aspectos: medición, mitigación, adaptación y comunicación. En materia de mitigación -reducción de emisiones-, la medición de la huella de carbono es clave para determinar acciones que contribuyan a frenar el cambio climático y a cumplir la meta de carbono neutralidad de Chile a 2050.

El jefe de sostenibilidad de ProChile, Marco Gallardo, afirma que uno de los sectores que ha mostrado mayores avances es el rubro vitivinícola, “ya que, en el mercado de destino, la medición de la huella se ve como un atributo de competitividad”, dice.

El informe señala que 11 empresas del sector agroindustrial han adherido a la campaña Race to Zero, lanzada en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas en 2019 (COP25), iniciativa que busca que diversos actores no gubernamentales se comprometan a lograr emisiones netas cero de carbono a 2050.

Además, para mitigar sus emisiones, algunas de las compañías del sector han implementado energías renovables en sus procesos productivos; economía circular con iniciativas en gestión de residuos, ecodiseño de envases y agricultura regenerativa; y la creación y suscripción de Acuerdos de Producción Limpia (APL).

Adaptación y comunicación

En relación a medidas de adaptación al cambio climático, el reporte indica que se han realizado acciones vinculadas a gestión hídrica y ahorro de agua; y a la conservación y restauración de la biodiversidad.

Acuña, de Odepa, afirma que “este sector cuenta con un enorme potencial para adaptarse al cambio climático. A nivel mundial, se estima que a través de prácticas sostenibles esta industria podría mitigar entre el 3% y 7% del total de las emisiones de GEI a 2030”.

Para visibilizar sus avances en gestión sostenible, estas empresas en su mayoría cuentan con certificaciones nacionales e internacionales que validan atributos de sustentabilidad o realizan reportes de sostenibilidad.

En relación a desafíos, Gallardo plantea que “falta trabajar en mediciones y en comunicarlas a tiempo, porque estamos llegando tarde a nivel competitivo global a mostrar los resultados, a diferencia de otros países que ya tienen este tema dentro de su cadena de suministro”.