Transformación Digital

DF Lab Opinión/ La Inteligencia Artificial: El Nuevo Horizonte de Crecimiento para Chile

"Mientras en el pasado para la revolución industrial el PIB global se multiplicaba por dos o a lo sumo cuatro cada 100 años, en este siglo el PIB global se multiplica por 20 por la aceleración de las tecnologías digitales".

Por: María Francisca Yáñez Castillo, Ph.D, National Technology Officer Microsoft y co char del Comité AI and Data Amcham y Chair Mesa Talento – Regulación IA Senado | Publicado: Martes 2 de enero de 2024 a las 08:56 hrs.
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María Francisca Yáñez Castillo, Ph.D, National Technology Officer Microsoft y co char del Comité AI and Data Amcham y Chair Mesa Talento – Regulación IA Senado
María Francisca Yáñez Castillo, Ph.D, National Technology Officer Microsoft y co char del Comité AI and Data Amcham y Chair Mesa Talento – Regulación IA Senado

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 En la era actual, donde las fronteras entre lo físico y lo digital se desdibujan, el crecimiento de una nación no puede limitarse únicamente a la expansión de su infraestructura tradicional. En Chile, como en el resto del mundo, es imperativo entender y abrazar el poder transformador de la inteligencia artificial para alcanzar nuevas alturas en términos de desarrollo económico y social. Bajo el prisma de la transformación digital, el país se encuentra en un momento crucial, donde la adopción de tecnologías avanzadas puede ser la clave para catapultar a Chile hacia un crecimiento significativo y sostenible.

 Históricamente, la noción de crecimiento económico se ha asociado fuertemente con la construcción de proyectos e infraestructuras físicas tangibles, como aeropuertos, puertos o carreteras. Y de hecho Chile logró un paso sustantivo a partir de la década de los noventa.

 Sin embargo, actualmente la verdadera revolución económica está siendo liderada por la inteligencia artificial y la transformación digital. El crecimiento exponencial del Producto Interno Bruto (PIB) a nivel global durante las últimas décadas ha sido impulsado en gran medida por la adopción masiva de tecnologías inteligentes. Mientras en el pasado para la revolución industrial el PIB global se multiplicaba por 2 o a lo sumo 4 cada 100 años, en este siglo el PIB global se multiplica por 20 por la aceleración de las tecnologías digitales.

Chile se encuentra en una encrucijada estratégica, el mismo Presidente Boric lo reconoce y convocó recientemente un gabinete especial procrecimiento. Debemos repensar un modelo de crecimiento y evolucionar hacia una economía digital que abrace la inteligencia artificial en todas sus dimensiones. La aplicación efectiva de la IA no solo impulsa la eficiencia y la productividad, sino que también fomenta la innovación y la creación de nuevos modelos de negocio. Al adoptar tecnologías de vanguardia, Chile puede diferenciarse en la arena global, atrayendo inversiones y talento especializado que acelerarán su desarrollo.

 Es esencial que los líderes de negocios y políticos chilenos reconozcan el papel crítico de la inteligencia artificial en la construcción del futuro del país. La inversión en tecnología, así como la colaboración del sector privado, sector público y la academia, son pasos cruciales para garantizar el éxito de esta transición hacia una economía impulsada por la inteligencia artificial.

En este contexto de cambio y transformación, Chile tiene la oportunidad de liderar la revolución de la Inteligencia Artificial en América Latina. Sin embargo, el camino hacia una economía impulsada por la inteligencia artificial requiere una visión audaz, inversión estratégica y una fuerte colaboración entre todos los sectores de la sociedad. Lo que está en juego es la capacidad de Chile para definir su propio futuro en la era digital. Al abrazar la inteligencia artificial, Chile no solo está adoptando una tecnología, sino que está eligiendo un camino hacia la innovación, la prosperidad y un crecimiento sostenible. En última instancia, la decisión de cómo y cuándo hacer esta transición recae en nosotros. La pregunta es: ¿Estamos listos para asumir el desafío y convertirnos en los arquitectos de nuestro propio destino digital?

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