La cultura de la innovación implica visiones, prácticas y discursos que se dan en el trabajo cotidiano, es decir, no basta con tener una estrategia innovadora en papel, sino que se requiere una verdadera transformación del cómo se piensa la empresa y las metodologías de trabajo. Esto implica, fomentar la creatividad y el pensamiento crítico, experimentar con nuevas ideas y soluciones, y estar dispuesto a asumir riesgos.
“Si la organización no cuenta con visiones y prácticas que caminen hacia una forma distinta de hacer las cosas, no es posible la innovación, si no es posible la innovación, no es posible ejecutar la estrategia, y si no se puede ejecutar la estrategia, el negocio o las empresas van a morir”, comenta José Manuel, sociólogo y CEO de la consultora Brinca.
Cultura como habilitador: el fin es el negocio y el medio es la innovación
Para alcanzar esta cultura de la innovación, lo fundamental es comprender la estrategia de negocio con una proyección mínima de 5 años y los desafíos que deberá enfrentar la organización en ese periodo, según Morales, esto facilitará la superación de desafíos a través de la originalidad, impulsando el desarrollo de proyectos donde la incertidumbre es directamente proporcional al beneficio, esto a largo plazo genera cultura de la innovación y, esta cultura, se alimenta de las metodologías de trabajo diarias y la relaciones cotidianas entre colaboradores.
“Hay que entender que hoy no puedes lograr la estrategia sin innovar (...) para superar los desafíos que nos pone, por ejemplo, la inteligencia artificial, la velocidad tecnológica, los temas ESG, la complejidad de poder aprobar y aceptar proyectos de inversión, las nuevas generaciones o el Great Resignation se requiere de un medio y este es la innovación. En ese sentido, la cultura dentro de la empresa, es el gran habilitador. Ahí aplica la frase clásica de Peter Drucker: la cultura se come la estrategia al desayuno”.
¿Por qué es tan importante la cultura de la innovación? “En primer lugar, porque permite a las empresas adaptarse rápidamente a los cambios del mercado y las necesidades de los clientes”, dice José Manuel. Para el sociólogo, en un mundo en constante evolución, la capacidad de innovar se convierte en una ventaja competitiva crucial. Otra buena razón es porque la innovación mejora la sostenibilidad del negocio. “Por ejemplo, mediante la implementación de soluciones más eficientes y sostenibles, o la creación de nuevos productos y servicios que respondan a las necesidades de un determinado grupo”.
Pero una de las razones más importantes, es que la cultura de la innovación también puede fortalecer la vinculación de la empresa con sus comunidades internas y externas, al fomentar la participación activa de los empleados y establecer colaboraciones con otros actores del ecosistema en el que se ubica la marca, empresa o proyecto.
Errar para avanzar
“La innovación del error es fundamental. El error es un motor de aprendizaje. Los que se equivocan rápido, aprenden rápido”, indica José Manuel y agrega: “Si tu misión es posicionar una marca empleadora, una marca creativa, una marca disruptiva, es súper importante cómo esa marca se reconozca en el ecosistema y si quiere serlo como una empresa que permanentemente está innovando no puede ser solo en el discurso; uno tiene que hacer marketing con hechos, con proyectos, reales”.
Durante su experiencia como consultor, Morales ha visto los errores más comunes que las empresas cometen en el camino hacia la innovación:
“El primer error es enamorarse de los proyectos”, señala. De acuerdo al CEO de Brinca, esto lleva a impulsar ideas que no son deseables para los clientes, viables financieramente, o factibles técnica, legal o regulatoriamente.
El segundo error es la falta de colaboración interna y externa y la formación de silos corporativos, lo que desincentiva el trabajo en equipo, “colaboramos poco o desconfiadamente y es necesario involucrar o aliarse a diferentes áreas fuera y dentro de la empresa para alcanzar nuestras estrategias de negocio, utilizando metodologías ágiles en ambientes horizontales de trabajo donde se puedan compartir ideas”, explica José Manuel.
El tercer error más común, es la falta de prueba de deseabilidad, es decir, no probar si hay alguien interesado en la idea y si estarían dispuestos a pagar por ella. En este proceso el experto destaca la importancia de la cultura experimental y del desarrollo de pruebas A/B en la innovación. “Uber y Spotify tienen activos más de mil experimentos para perfeccionar sus apps y hacerlas financieramente viables por más tiempo”.
Atreverse a medir y solucionar con creatividad son claves para superar desafíos en los negocios y eso solo podrá darse si creas cultura de la innovación, enfatiza.
Innovación como condición de supervivencia
La innovación es una condición de supervivencia para las empresas, según el CEO de Brinca, fomentar una cultura innovadora en los negocios permite aprovechar los beneficios de un proyecto sostenible.
En ese sentido, Morales destaca la importancia de tener una estrategia clara para desarrollar un ecosistema innovador, que incluya la diversidad en los equipos ejecutivos y la incorporación de expertos y colaboradores hábiles en distintas áreas. También subrayó la necesidad de crear un sentido de urgencia en torno a la innovación, y de mostrar a colaboradores y directivos cómo esta puede marcar la diferencia en términos de supervivencia y competitividad.
Para Morales, la innovación no es solo una cuestión de comunicación y capacitación desde arriba hacia abajo. También es importante fomentar la energía creativa y la inteligencia colectiva de los empleados para que puedan proponer nuevas ideas y avanzar en sus proyectos de forma ágil. Según Morales, esto puede ser un activo y una ventaja competitiva para las empresas.
Caso de éxito Grupo DF: cosechando frutos
Grupo DF, se ha propuesto contribuir desde el periodismo especializado a una sociedad mejor informada y posicionarse como el grupo más innovador de los medios de comunicación. Así, persiguiendo este objetivo, cada año miden la cultura de innovación dentro de la compañía a través del estudio C³ de Culturas Creativas Corporativas ©.
En esta oportunidad, el grupo ha logrado saltar de una cultura del aprendizaje a una cultura creativa e innovadora (el mejor resultado que mide el estudio), posicionándose 17 puntos sobre el promedio de la industria, creciendo en todas las dimensiones.
Además, sus esfuerzos fueron premiados en el XIII Encuentro Innova Claro. El concurso reunió los proyectos más innovadores desarrollados por las empresas de Grupo Claro (Cristalerías de Chile, Santa Rita, ME Elecmetal y Grupo DF) y, en esta oportunidad, Grupo DF, obtuvo el mejor resultado en las categorías Cultura Pro Innovación, por su modelo de innovación, y en Ecosistema, con el caso DF MAS Pitch.
“Los galardones obtenidos son una prueba concreta de que el trabajo impulsado por el equipo de innovación del Grupo va en el camino correcto”, afirma José Morales.
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