La posibilidad de una desaceleración de la economía local está tomando cada vez más fuerza entre los economistas de la plaza. Si bien el Imacec de septiembre registró un avance de 5,7% y se posicionó por sobre las expectativas, los expertos ya anticipan un menor ritmo de la actividad.
Y es que la inestabilidad con que se mueve la economía global proyecta un escenario futuro lleno de incertidumbre, sobre todo por la dificultad política que ha tenido la Unión Europea para superar el complejo escenario que viven algunos de sus países miembros, con Grecia como el caso más grave pero con crecientes temores por el destino de una economía mayor como es Italia.
Un escenario que elministro de Economía de Chile, Pablo Longueira, vio en persona puesto que estuvo hace pocos días en el Viejo Continente y sus conclusiones fueron más bien pesimistas El secretario de Estado representó la primera vez que de forma explícita una autoridad de gobierno reconoce que es complejo queel gobierno pueda cumplir con una de las promesas de campaña que llevaron al Presidente Piñera a La Moneda: llevar a Chile a un crecimiento promedio de 6% durante los cuatro años de mandato.
Calculadora en mano
Mientras la mayoría de los analistas hacen sus proyecciones sobre lo que sucederá con la economía interna en los próximos meses, hace ya algún tiempo que el parqué accionario parece dar señales de lo que podría venir.
Al revisar el rendimiento del IPSA durante los últimos tres meses, el resultado en comparación con igual período del año anterior da números rojos. Lo mismo sucedió meses antes que estallará la crisis subprime y en la antesala de la crisis asiática, periodos en que la economía real aún mostraba resultados positivos.
Entonces, ¿puede el IPSA estar adelantando un frenazo de la actividad económica?
La primera respuesta por parte de los expertos es afirmativa. Reconocen que puede haber una capacidad de anticipar, pero advierten que no siempre sus malos resultados se verán reflejados en el ritmo de la economía real.
¿Qué pasó en crisis anteriores?
Para la debacle de fines de los noventa, el IPSA tuvo variaciones negativas seis meses antes que el Imacec, cuando cayó 1,9% en octubre de 1998. Diez años más tarde, ya en marzo de 2008, el indicador de las principales acciones de la bolsa comenzaba un ciclo de variaciones negativas y sólo hacia fines de ese año la economía inició un proceso de caída que finalizó recién en noviembre de 2009.
Caso aparte es lo que sucedió con la llamada burbuja punto com a inicios del 2000. Sus efectos en bolsa no se hicieron sentir en la economía principalmente por las características de una crisis que nació en el mercado financiero por la excesiva valoración de empresas tecnológicas vinculadas a Internet.
Pero como el efecto también es a la inversa, el IPSA empieza a mejorar meses antes que la actividad interna.
¿La bola de cristal?
La asertividad del indicador chileno tiene explicaciones reales y tangibles. Alejandro Puente, economista jefe del BBVA Research Chile, explica que el IPSA debe responder a los resultados financieros de las empresas listadas en el índice y las expectativas con relación a esos rendimientos. Ahora bien, agrega que si los ambos factores influyen en las decisiones de inversión, ciertamente debiera haber alguna causalidad entre IPSA e Imacec.
“El problema es que el IPSA se mueve por muchos factores, varios de ellos que afectan la actividad económica doméstica, pero algunos no. Así, por ejemplo, la cotización de importantes empresas listadas en el IPSA puede variar por factores independientes al comportamiento de la actividad económica en Chile. Un ejemplo claro es el de empresas con importante presencia en países de la región, como Perú o Colombia, cuya cotización puede verse afectada por eventos en esos países pero que no tienen efectos mayores en el crecimiento en Chile”, detalla.
Por su parte, Alejandro Fernández, gerente de Estudios de Gemines, sostiene que para se debe tener cuidado con la capacidad de anticipar, porque el IPSA tiene una composición diferente a la estructura de la economía, por ejemplo el peso de las eléctricas.
Rodrigo Jacob, gerente de Estúdios de Bice Inversiones, afirma que el Imacec no mide expectativas, sino que hechos concretos. Entonces, agrega, “si hay un deterioro de las expectativas y como privado detengo decisiones de inversión, eso se verá reflejado en el Imacec futuro, pero en el precio de las acciones hoy. Desde ese punto de vista, puede ser un predictor”.
Ya van tres meses de variaciones negativas del IPSA y la economía parece no sentir los efectos de la inestabilidad de los mercados globales. Aunque los economistas no dan una relación directa entre el IPSA y el Imacec, ninguno descarta totalmente que el índice accionario sea una ventana de lo que vendrá en los próximos meses.