Raúl Ciudad, líder de innovación de Sofofa: “Sin transformación digital estaremos condenados al subdesarrollo por 200 años”
Plantea que la salida para salir de esta situación es consensuar una estrategia nacional de desarrollo, de largo plazo, al margen de las ideas políticas.
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Raul Ciudad está preocupado. Desde que presidía la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de la Información (ACTI) y desde la presidencia del Comité de Innovación de Sofofa, le dan vuelta dos temas en la cabeza: subirse al carro de la Transformación Digital para no seguir perdiendo competitividad y aumentar la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D).
"No hay ningún país que no haya alcanzado el desarrollo por la vía del conocimiento y la tecnología. Si no nos enfocamos en I+D y en Transformación Digital estaremos condenados al subdesarrollo por 200 años más, al menos", afirma categóricamente el también gerente general de Coasin Logicalis.
Comenta que falta una "estrategia nacional de desarrollo", de largo plazo e independiente de las ideas políticas. La ha planteado a los distintos gobiernos y candidatos, pero sin éxito. Un resultado que atribuye a la "miopía, cortoplacismo o no entender bien el problema. Nos falta más generosidad, pensar más en el país y no en intereses particulares".
-¿Las empresas en Chile están leyendo lo que se viene con la revolución tecnológica?
- Hay harta curiosidad respecto del tema. En la Sofofa iniciamos un proceso profundo de información a las empresas e hicimos un primer viaje a Silicon Valley, hay una apertura de los empresarios a entender el tema, comienza a permear, pero aún es muy prematuro. Ahora, hay sectores productivos donde se ha avanzado, hay centros de distribución completamente automatizados, plataformas tecnológicas más avanzadas y chatbots en el sistema financiero..Estamos recién en el proceso de entender qué es lo que tengo que hacer con la Transformación Digital en mi empresa para mantenerme vigente y seguir compitiendo en el mundo.
-¿Si Chile no apura el paso seguirá perdiendo competitividad?
-Los rankings muestran que el país ha caído seriamente, también hay otras razones. Y una de las formas de perder competitividad es caer fuerte en innovación, hemos estado pegados en el piso. Si hacemos una revisión de los principales indicadores, el país está pésimo, en productividad, educación, inversión en I+D. Chile tiene que tomar acciones concretas para cambiar esos indicadores y entrar en un proceso de modernización y transformación digital real que permita que la I+D empiece a crecer. Este es un tema que compete a todos. Y ese es el gran problema de Chile, que no hemos podido sentarnos a conversar todos juntos en una solución que realmente saque a Chile de esta situación. No ha sucedido porque hay interesas cortoplacistas y estas decisiones no traen votos de inmediato. Veo al ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (Andrés Couve) y a la subscretaria (Carolina Torrealba) que están impulsando esta idea, con el Presidente Piñera también se habló. Y si sumamos a entidades como Sofofa y ACTI, debiéramos empezar a empujar la maquinita.
-¿Qué se puede hacer en concreto para revertir los índices de competitividad y alcanzar el desarrollo?
-Chile no tiene una estrategia nacional de desarrollo. Algo estamos haciendo mal. Cuando los países entran en procesos de desarrollo, su sociedades, independiente de sus ideas políticas, son capaces de trabajar juntos una idea para llevar adelante a un país para que se desarrolle de cierta manera. Hay una mirada cortoplacista. Sin una estrategia Chile nunca va a salir del subdesarrollo.
-¿Y usted como ACTI o Sofofa ha planteado esta necesidad?
-Sí, tuve muchas discusiones en distintos gobiernos e incluso, con candidatos. Veamos la cifra dura, sólo se invierte un 0,34% del PIB en I+D, el último punto de la curva de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), cuyos países miembros tienen un promedio de gasto de 2,4%. Tenemos una gran oportunidad con un amplio rango de commodities, a partir de los cuales podemos generar investigación, desarrollo y productos de alto valor que se exporten al mundo, que nos genere divisas de alto valor para Chile y dar una base de crecimiento sustentable.
-¿Y qué responsabilidad le cabe al mundo empresarial?
-Las grandes empresas no se han visto en la necesidad de generar un proceso profundo innovativo. Y a las pequeñas y medianas hay que ayudarlas más, porque no tienen el capital para hacerlo. Hay avances, el nuevo ministerio, la ley de transformación digital, la ley de protección de datos y la reformulación a la I+D. ¿Qué falta? Crear un ecosistema, una estrategia nacional de desarrollo y un modelo para que la I+D empiece a crecer.
"La transformación digital duplicará el déficit de trabajadores en el sector TI"
-Lo quiero llevar a otro tema, la automatización. ¿Qué efectos concretos está teniendo en Chile?
-Ya estamos viendo algunas situaciones. En el retail ya hemos visto manifestaciones, en la banca se empiezan a notar cambios en la forma en que están atendiendo a sus clientes. La tecnología no se puede detener artificialmente. Los que estamos en este mundo estamos convencidos de que la cantidad de empleos que se generarán será mucho más grande que los que se pierdan, esto ha sucedido en otras revoluciones, en las que ha habido efectos en el período de transición y es ahí donde tenemos que intervenir.
-¿Están impulsando alguna iniciativa?
-Sofofa, CPC, ACTI, Fundación Chile y Fundación Kodea hicimos un acuerdo con los ministerios de Hacienda, Trabajo, Educación y el Sence (Servicio Nacional de Capacitación y Empleo), para entrenar a personas que no necesariamente hayan estado en el mundo TI (Tecnologías de la Información), en programación, códigos y herramientas. La meta es mover a unas 16.000 personas en los próximos cuatro años para que puedan acceder a trabajos más tecnológicos. Y lo mismo para las industrias de la Sofofa, que los trabajadores comiencen a prepararse para esta transformación. Los tiempos nunca calzan exactamente, inicias el proceso, pero se producen situaciones de personas que quedan sin trabajo.
-Según un estudio de Clapes UC, el 17% de los ocupados tiene riesgo de perder su trabajo por las nuevas tecnologías en Chile. ¿Cuál es su visión?
-Hoy hay un déficit de 6.000 personas en el mundo TI, en distintas disciplinas y eso va a duplicarse con la transformación digital. Las empresas van a necesitar mucha gente preparada, entonces se abre un espacio para introducir gradualmente a más personas. Las empresas, en general, deben ir preparando programas de reinserción antes de que ocurran los cambios tecnológicos profundos. En las más grandes es más lento, pero en las pymes es más acelerado, y el trabajo es más urgente. Hay varios cambios en el Sence que favorecen la capacitación. Lo ideal sería capacitar a 200.000 personas en cuatro años. Los empresarios debemos ver cómo paliar este tema lo mejor posible.
-La última medición situó el desempleo en 7,1%. ¿Esta cifra refleja el reemplazo tecnológico?
-Sí, no sé cuánto lo explica, pero sí está teniendo un efecto.
-¿Y la educación está respondiendo a las demandas laborales futuras?
-Tenemos una base de educación prehistórica, las clases se siguen haciendo como hace 120 años y los contenidos son muy poco atractivos. Y ese es uno de los elementos radicales que hay que transformar. Algunas cosas hemos logrado, como incorporar el proyecto internacional "El Código" que implementa en Chile la Fundación Kodea y que le enseña a programar a niños desde kínder en 2.000 escuelas públicas. La programación, el software, el código, el diseño lógico, los algoritmos son los elementos que van a mandar el futuro cercano. Y ahí hay un tremendo déficit.
También estamos trabajando con universidades e institutos profesionales, algunos ya están pensando nuevos modelos de enseñanza y nuevas carreras. Pero el gran problema es la educación básica y media.