Bajo el título "Oswaldo Vigas. Antológica 1942 - 2013", el Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) exhibe una selección de 60 obras del artista visual venezolano, que permanecerá abierta hasta el 15 de marzo de este año.
La exposición, que llega por primera vez a Chile luego de su paso por Lima, pertenece a una colección de la Fundación Oswaldo Vigas.
"Esta muestra trata de una antología de algunos momentos claves en el desarrollo de su obra pictórica y que data desde 1943", expresa Bélgica Rodríguez curadora de la exhibición.
La propuesta antológica ha despertado el interés de varios museos de Latinoamérica, con la intención de consolidar la trayectoria de un artista que buscaba crear una pintura con un fuerte sentido americanista y a la vez universal.
"Siempre fue muy fiel a su pintura y a partir de allí logró desarrollar un lenguaje pictórico visual que tiene una proyección internacional. Era un hombre muy apasionado que defendía su pintura en momentos en que en Venezuela la moda estaba situada en el arte cinético", comenta Bélgica Rodríguez.
La experta también destaca la importancia de la exposición y del trabajo de Vigas para los artistas jóvenes, quienes -en ocasiones- no se interesan por sus propias raíces latinoamericanas y buscan lenguajes pictóricos foráneos.
Oswaldo Vigas, uno de los artistas plásticos más reconocidos en Venezuela y en el extranjero, es considerado pionero del arte latinoamericano. Su obra destaca por un hondo sentido de pertenencia a la región, expresado por medio de imágenes que se refieren tanto a la naturaleza, como a la figura femenina, vinculando a la tierra con el origen de la vida.
El trabajo del artista, realizado entre Francia y Venezuela, es una síntesis de las raíces culturales latinoamericanas y las corrientes plásticas más actuales de la modernidad.
La obra del artista, nacido en Valencia en 1923, aborda la pintura, escultura, grabado, cerámica y tapicería.
A lo largo de su trayectoria, fue merecedor, entre otros galardones del Premio Nacional de Artes Plásticas de Venezuela y del Premio Arturo Michelena en el X Salón Ateneo de Valencia.
La gran bruja de 1952.