El triunfo de Magnus Carlsen sobre Viswanathan Anand a fines de noviembre permitió al joven noruego de 23 años retener su corona como campeón mundial de ajedrez.
Sin embargo, fue la extraordinaria manera en que derrotó a su rival indio la que ha fortalecido la visión en el mundo ajedrez de alto nivel de que él es el mejor que este juego haya visto jamás.
Carlsen ganó sin un gran equipo de asesores o asistentes que le proporcionaran nuevas ideas y sin una habitación llena de supercomputadores para preparar planes de juego con antelación.
Su victoria fue, como dijo Frederic Friedel, cofundador de la compañía de software de ajedrez ChessBase, "como si un jugador de tenis llegara a Wimbledon con una vieja raqueta de madera, y ganara".
Los computadores y el análisis de datos numéricos se han convertido en una característica habitual de los más altos niveles de ajedrez durante más de una década. Los mejores jugadores confían en ellos para generar la novedad teórica que puede proporcionar una ventaja clave en la apertura.
En 2010, mientras se preparaba para competir por la corona mundial de ajedrez contra Anand, el gran maestro búlgaro Veselin Topalov reveló que él estaba usando un supercomputador Bue Gene/P IBM, equipado con 8.192 procesadores, para ayudar a preparar jugadas de apertura a la medida.
Anand, por su parte, admitió que el escritorio de uno de sus principales asesores parecía una "cabina de piloto".
Este enfoque es lógico en un juego que es tan complejo que los jugadores llegan a una entre nueve millones de posiciones después de sólo tres movimientos cada uno, y en el que hay más juegos únicos posibles que neutrones en el universo físico. Como dijo el propio Carlsen tras una de las últimas partidas usando una expresión demasiado modesta "el ajedrez, en general, es más difícil que otras cosas".
Pero el hombre que regularmente juega en jeans rasgados y es conocido por su costumbre de hundirse en la silla durante las partidas no se basa en el análisis computarizado tanto como sus oponentes y pone relativamente poca atención a la teoría sobre las jugadas de apertura. "Con la era de la informática moderna, hay algunas nuevas ideas", dijo hace un par de años. "Pero los principios son básicamente los mismos... Trato de no enfocarme demasiado en la preparación". El resultado de este enfoque de la vieja escuela ha puesto de cabeza al ajedrez moderno.
Mientras que el análisis informático ha incrementado la importancia relativa de las jugadas de apertura para la mayoría de los jugadores, Carlsen lo ha ignorado.
Él busca en cambio ganar un juego a través de la acumulación constante y paciente de ventajas a veces casi imperceptibles.
"El espacio que ocupa el ajedrez es tan grande que pese a todo el trabajo computacional aún se puede salir de él", comentó Friedel, que ocasionalmente asistió a Carlsen cuando era adolescente. "Magnus se abre y derrota a sus rivales. Es sorprendente".
Gran maestro a los trece años, se convirtió en el jugador más fuerte del mundo a los 19 y ha permanecido allí. En mayo, alcanzó una calificación "Elo" de 2.882, la más alta que un ser humano haya logrado nunca. Consultado en 2012 cómo jugaba tan bien, respondió con modestia: "No lo sé... el juego viene naturalmente".
Su estilo posicional incansablemente preciso significa que sus partidas son a menudo más largas. En el último torneo, se enfrentó a Anand seis horas y media en un juego de 122 movimientos, el segundo más largo en un campeonato mundial. Además rara vez ofrece tablas, prefiriendo jugar hasta pulverizar a sus oponentes mental y físicamente. Entre otras cosas, se especializa en transformar una posición teóricamente de empate en una victoria, presionando a su rival a cometer un error.
El tiempo que el fenómeno Carlsen continuará dependerá más que nada de lo motivado que se mantenga. Por ahora, sin embargo, parece que podría seguir así por un tiempo.
Como Christof Sielecki, un maestro internacional alemán cuyo canal de Youtube Chessexplained le ha proporcionado una creciente afición online, dice: "Plantea a su oponente 50 problemas en un juego. Apenas solucionas uno, él aparece con otro".