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Brasil complace a aficiónpero fallas defensivasdan esperanza a Chile
Por: | Publicado: Miércoles 25 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
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Brasilia
Los toques y trucos regresaron junto con los goles, pero ni la magia de Neymar pudo ocultar los defectos defensivos que dificultan el intento de Brasil de conquistar su sexta Copa del Mundo, esta vez como local.
El delantero del Barcelona fue el centro de atención mientras se deleitaba ante la frágil defensa de Camerún para anotar dos goles en la victoria 4-1 del lunes, que puso a los anfitriones en octavos de final, donde enfrentarán a Chile.
Sus pases hacia atrás, toques hábiles y travesuras conquistaron a la multitud en los 70 minutos que estuvo en el campo, en los que tuvo un apoyo ferviente del público que lo ovacionó de pie en el estadio Nacional de Brasilia.
La afición local llegó para ver una victoria con estilo, algo que le fue negado por una fallida línea de ataque y un esfuerzo defensivo sólido de México en el empate previo por el Grupo A, que planteó interrogantes sobre el nivel del favorito del torneo.
El entrenador de Brasil Luiz Felipe Scolari alineó al mismo equipo que remontó el marcador para vencer a Croacia 3-1 en el partido inaugural y abrumó a los africanos, ya eliminados. Pero habrá que ver si un desarrollo similar ante Chile, un equipo de mayor potencia ofensiva, no termina con un resultado diferente.
Los centrales Thiago Silva y David Luiz, y el mediocampista de contención Luiz Gustavo eran los únicos que protegían al portero Julio Cesar por largos períodos, mientras los otros siete jugadores brasileños salían disparado hacia adelante buscando goles. Otra vez, eso podría ser fatal ante Chile.
Incluso Luiz Gustavo abandonó su puesto a los 17 minutos para aparecer por la izquierda y dar el pase para el gol de Neymar. Pero este despliegue tuvo defectos ante un equipo que sólo mostró peleas internas en sus dos derrotas iniciales.
La confianza de Camerún creció a medida que encontraba espacios frecuentes alrededor del área penal de Brasil.
El resultado dejó a los aficionados felices pero quedaron preguntas inevitables sobre la frágil defensa del anfitrión. (Reuters)
