Millennials buscan la innovación 4.0: dispersa y humanizada
Eric Quint, vicepresidente de 3M, señala que su compañía los atrae y que la clave de su negocio es descubrir las necesidades no expresadas por sus clientes y que pueden no conocer, además de satisfacer sus requerimientos.
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La generación de los millennials, que son impacientes, bien preparados a nivel académico y ansiosos por cambiar el planeta, al momento de buscar trabajo investigan aquellas empresas que les permitan canalizar sus esfuerzos creativos, más allá del dinero. Idealmente en espacios donde la cultura fomente la innovación, siendo posible adquirir conocimientos y asociaciones inusuales de ideas que puedan ser implementadas en la realidad. Es decir, acercan su telescopio personal hacia una nueva mirada, donde una red de inteligencia combinada permita acceder a soluciones infinitas.
Esta difícil búsqueda fue hallada por la revista Fortune, el Índice Dow Jones y la National Society of High School Scolars, que la rankeó como número 1 por los millennials. La compañía norteamericana 3M, que nació hace más de 100 años, floreció con una línea cambiante de productos y un enfoque de innovación hacia la diversidad. La historia fue relatada en exclusiva por Eric Quint, vicepresidente y chief design officer de la compañía a nivel global, quien visitó Chile por tres días para imbuir a una serie de audiencias sobre este exitoso modelo de innovación, donde lo sofisticado del diseño también forma parte del proceso. En el país existen dos centros, en Santiago y Antofagasta, especialmente orientado a la minería.
Su compañía generó ingresos por US$ 31,7 mil millones durante 2017 y destinó US$ 1,9 mil millones en Investigación y Desarrollo (I+D), lo que equivale a cerca de un 6% de sus ventas. Para Quint, “el principal desafío no es la creación del número de ideas, sino levantar las mejores, aquéllas que tienen un impacto social cultural, cambian el comportamiento de las personas y mejoran sus vidas. Nuestros diseños esperan humanizar la tecnología, utilizando la ciencia para sorprender al mundo de manera positiva”.
Desde su mirada, las primeras innovaciones fueron los automóviles, televisión, móviles y post-it, que se convirtieron en un ícono de colaboración. En este siglo 21, el ejecutivo destaca los modelos de negocios como Amazon, Uber, Google y iPhone. En 3M tienen 46 plataformas tecnológicas administradas desde el centro de la corporación para crear soluciones prácticas e ingeniosas tales como vidrios livianos con burbujas, fluidos que no intervienen la electrónica de los aparatos y enfriadores para baterías de litio, por mencionar algunos. Sus principales líneas de negocios son Industria, Salud, Consumo, Seguridad y Gráfica, y Energía y Telecomunicaciones.
Al contrario de otras compañías, en lugar de concentrarse en un grupo pequeño de productos y procesos, la dispersión tecnológica constituye parte del éxito. Este modelo descubre las necesidades no expresadas a un ritmo tan rápido, que hasta puede cambiar las leyes de la competencia del mercado. Los equipos de trabajo van “contra la corriente” e innovan de manera permanente. A esto se suma que el 30% de los ingresos debe provenir de la venta de productos que no tengan más de cinco años en el mercado.
Según Quint, “la clave de nuestro negocio es descubrir las necesidades no expresadas por nuestros clientes y que pueden no conocer, además de satisfacer sus requerimientos al trabajar de manera conjunta. Queremos impactar al mundo de manera positiva a través de la ciencia. En el ámbito de la innovación hay muchas oportunidades, pero las que incluyen creatividad permiten abrir una visión de futuro”.
Huella de la humanidad
Los cálculos de Naciones Unidas vaticinan una población de 9.700 millones de personas para el 2050 sobre el planeta tierra. La huella de la humanidad se extenderá hacia todos los continentes, sus empresas y emprendimientos, donde deberán existir productos y procesos que permitan el desarrollo económico y social a través de la implementación de nuevas ideas que crean valor. En esta línea Quint indica que “una parte integral de la innovación y la gestión de marca debe involucrar el área de diseño de manera conjunta. Este enfoque siempre se basa en la información de los clientes y la colaboración funcional cruzada para crear soluciones relevantes que conecten las tecnologías de una manera empática con las personas”.
En la cultura 3M existe libertad a la hora de trabajar, contratando gente de mentalidad abierta, que puede destinar un 15% de sus horas de trabajo para ejercitar la curiosidad, el primer paso para la innovación. Su poder reside en que tienen creativos que producen ideas nuevas y otra cantidad de personas que puede implementarlas. Sólo así logran introducir alrededor de 50 productos en el mercado por mes, es decir, producto y medio por día, y casi un total de mil al año. Para ellos la innovación es también la capacidad de tener conciencia del tiempo, es decir, comprender cuál es el mejor ritmo de soluciones tecnológicas.
En este escenario lograron generar durante 2017 más de 100 mil patentes acumuladas en todo el mundo. Quint señala que “como compañía con raíces en la exploración científica y la creencia de que cada problema tiene una solución, estamos aplicando nuestra experiencia tecnológica para ayudar a resolver algunos de los desafíos más grandes del mundo. El mayor catalizador para generar valor para las personas y estimular el crecimiento es el reconocimiento de que participamos en un mundo conectado, que requiere un enfoque que sea interactivo e integrado. Este principio de creatividad colaborativa es nuestra filosofía y nos recuerda que somos parte de un ecosistema”.
Al abordar la influencia de la revolución 4.0 sobre la realidad de la sociedad moderna, concluye que “Internet de las Cosas, electromovilidad, blockchain o la misma digitalización permite crear oportunidades ilimitadas para las personas de una forma que nunca antes habíamos experimentado. Al final todo se reduce a cómo se aplicarán de manera significativa y relevante. Asimismo, los diseñadores pueden ayudar a humanizar estas nuevas tecnologías de manera respetuosa y democrática. La interacción entre las personas y las tecnologías debe ser intuitiva, amplificando las posibilidades de los individuos”.