Uber ha pasado por muchos episodios a través de su historia. Desde su materialización, en 2009, hasta hoy, la aplicación ha escalado tanto en su valorización como en la cantidad de ciudades donde está presente –cerca de 450 en todo el mundo-. Sin embargo, su carrera también ha estado marcada por decisiones para intentar regularla en varios puntos del globo, y en Europa ayer se escribió un nuevo capítulo.
En una determinación considerada un revés para la aplicación, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictó una sentencia que determinó que la plataforma de origen estadounidense no responde a la clasificación de “servicio de la sociedad de la información”, sino a la de “servicio en el ámbito de los transportes”.
El fallo -no apelable- responde a un recurso prejudicial cursado por un juzgado de Barcelona a partir de una denuncia por presunta competencia desleal presentada en 2014 por la asociación catalana de taxistas Elite Taxi Barcelona y su foco es UberPop, un servicio de transporte de bajo costo que funciona en varias ciudades del Viejo Continente y que permite a los conductores sin una licencia de taxi utilizar sus propios vehículos para recoger pasajeros. Las impugnaciones legales han obligado a Uber a cerrar UberPop en la mayor parte de los principales países europeos a favor de UberX, que exige que los conductores obtengan una licencia.
Pese a que la sentencia del tribunal con sede en Luxemburgo es la primera de su tipo respecto a cómo una aplicación como Uber debe ser calificada, el litigio no queda resuelto y se limita a interpretar la normativa comunitaria para que el juzgado donde fue presentado el recurso sea, en definitiva, el que resuelva el caso “de conformidad con la decisión del Tribunal de Justicia”.
Desde la compañía se limitaron a señalar que la resolución “no generará cambios en la mayoría de los países de Europa donde Uber ya opera conforme a la ley de transporte”. Agregaron que “estamos a favor que se regulen servicios como el de Uber, y por lo tanto continuaremos el diálogo con las distintas ciudades del continente europeo. Esta es la posición que tomaremos para asegurar que todos puedan acceder a viajes eficientes con sólo tocar un botón”.
Por su parte, desde Cabify Chile, su gerente general, Agustín Guilisasti, afirma que este fallo no es visto como un factor que les pueda afectar, ni para modificar su funcionamiento ni para cambiar su modelo de negocios.
“Esta resolución de la justicia europea no tiene mayores implicancias para Cabify, ya que a diferencia de Uber, nosotros nunca hemos desconocido que somos una aplicación de transporte de pasajeros. En cambio, Uber dice ser una plataforma tecnológica. Nosotros estamos a favor de la regulación de las aplicaciones, tanto en el extranjero como en Chile (...) Esta medida es algo que le afecta mayormente a Uber”, asegura.
Reafirma su regulación
La ministra de Transportes, Paola Tapia, destacó que del fallo en Europa no hace más que resaltar la necesidad de establecer regulaciones apropiadas no solo para regular su funcioniento, sobre todo en el ámbito de la seguridad y la congestión, sino también para aprovechar las ventajas de las tecnologías en cuanto a accesibilidad y disponibilidad. Esta materia, según la secretaria de Estado, reafirma la razón por la cual se presentó en el Congreso el Proyecto de Ley de Plataformas, para regular la actividad de este tipo de aplicaciones.
Según Tapia, “el objeto es hacer exigible los estándares como licencia de conducir, exigencias de condiciones de seguridad de los vehículos, entre otros, para que los usuarios tengan la opción de contar con alternativas, puedan reclamar en caso de incumplimientos y, por su parte, la autoridad pueda contar con toda la información para velar por la correcta prestación de estos servicios”.
Para el diputado Felipe Letelier (PPD), miembro de la comisión de Transporte de la Cámara Baja, los legisladores nacionales deben tomar en cuenta fallos como los de que ayer tomó la Unión Europea para debatir el proyecto de ley.
En este contexto fue claro en señalar que “los legisladores tienen que tenerlo presente y el gobierno también debe tenerlo presente”.
LÍNEA DE TIEMPO
2008 DICIEMBRE En París, nace la idea de Uber. Garret M. Camp y Travis Kalanik, sus creadores. 2009 sus creadores se asocian y crean Uber.
2010 ENERO-SEPTIEMBRE Se prueba Uber en Nueva York. Nacen los primeros prototipos para la aplicación y un par de autos recorren la ciudad. JUNIO Nace UberCab en San Francisco.
OCTUBRE Inversionistas valoran la compañía en US$4 millones, e inyectan capital para crecer en el mercado californiano. 2011 Cambio de su CEO. Ryan Graves tomó las riendas de manos de sus fundadores y en febrero, los inversionistas ingresaron otros US$11 millones. Su valoración subía a US$60 millones.
MAYO Aplicación se masifica a Seattle, Chicago y Washinton.
DICIEMBRE Uber llega a París, donde había nacido la idea.
2012 Uber deja el color negro en sus autos, baja sus tarifas y llega a Toronto, Berlín, Ámsterdam, Roma, Estocolmo, Londres y Milán.
2013 Uber opera en 40 ciudades y prevén 500 al cierre de 2014.
Uber ya vale US$3.500 millones cuando recibía una de las peores demandas de su historia. Una mujer de 20 años acusó a un conductor de violarla después de una carrera; otra demanda por homicidio los golpeó.
México y Colombia vieron entrar a la compañía. California aprueba una ley para permitir la actividad de Uber.
2014 Llegan a Madrid y Barcelona, pero en apenas tres meses se consiguió que el juez prohibiese la actividad, lo mismo ocurrió en Alemania.
2015 Uber no tiene límites. En Europa crean UberBoat y UberEats. Logran ser legales en México y en Gran Bretaña.
2016 No tan buenas para Uber. Pierden cerca de US$ 3 mil millones y salen de China. Su valor de mercado, sin embargo, crece a US$ 69 mil millones.
2017 Notifican a Uber de su suspención de funcionamiento en Londres y Dara Khosrowshahi, es elegido nuevo CEO de la compañía.
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