"El hombre más odiado de EEUU" fue hallado culpable de fraude
El juicio se prolongó más allá de lo habitual, porque la defensa debió objetar a docenas de posibles jurados que expresaron su abierto desprecio por el acusado.
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Martin Shkreli, un joven y ambicioso ejecutivo de la industria farmacéutica y financiera, fue hallado culpable de diversos delitos de fraude y un cargo de conspiración para cometer fraude
El empresario recibió el apodo de "el hombre más odiado de Estados Unidos", luego de adquirir los derechos de un medicamento para males potencialmente mortales, y elevar su precio en 5.600%.
Daraprim (nombre comercial de la pirimetamina), es un tratamiento usado en infecciones como la malaria y para pacientes con problemas inmunológicos, como el VIH, y Shkreli incrementó su valor desde US$ 13,5 por píldora a US$ 750.
Aunque el tribunal todavía no emite una condena, es casi seguro que terminará en prisión, y podría tener que cumplir hasta 20 años de cárcel.
A pesar de ganarse el odio público por su ambición descontrolada, lo que lo llevó a la cárcel no fueron sus agresivas estrategias de precios, sino el haberle mentido a sus inversionistas.
Los representantes de la fiscalía dijeron que el ejecutivo, de tan sólo 34 años, engañó a sus clientes maquillando el desempeño de sus fallidos fondos de cobertura y usó su dinero sin decírselo para fundar su firma de desarrollo de tratamientos Retrophin.
Hermano serpiente
El juicio de Shkreli se convirtió en un complicado procedimiento, ya que la fase de selección de jurados se prolongó mucho más allá de lo habitual, puesto que la defensa debió objetar a docenas de candidatos que expresaron su abierto desprecio por el personaje, al que ya conocían a través de la prensa por el caso de Daraprim.
Algunos se refirieron a él como "serpiente" y otro lo calificó como "el rostro de la ambición corporativa".
En su estilo habitualmente polémico y desenfadado, Shkreli volvió a desatar la ira del público, al ufanarse de que sólo fue condenado por tres cargos, mientras que otros cinco fueron desechados.
Acostumbrado a compartir a través de Internet los detalles de su vida y negocios, transmitiendo desde su lujoso departamento de Manhattan, Shkreli no carece sin embargo de seguidores, que lo llaman en términos afectuosos "Pharma Bro".
Tras ser expulsado de Twitter por agredir a una periodista, durante su juicio que se prolongó por un mes, transmitió el proceso a través de Facebook.