Rodrigo Valdés opta por el rechazo: “El sistema político será tanto o más disfuncional que el actual”
A su juicio, la “escasa reflexión previa, cierto desprecio por el rol de los partidos y la política tradicional; y un diagnóstico incompleto, o derechamente incorrecto, sobre el ‘exceso de presidencialismo’” son las tres causas que explican el conflicto que deja la propuesta constitucional para el país.
- T+
- T-
“El mayor problema de la propuesta constitucional quizás sea aquello que no logró plasmar: el sistema político será tanto o más disfuncional que el actual”. Con esta frase el exministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, fijó posición en su columna dominical en El Mercurio.
A su juicio, la “escasa reflexión previa, cierto desprecio por el rol de los partidos y la política tradicional; y un diagnóstico incompleto, o derechamente incorrecto, sobre el ‘exceso de presidencialismo’” son las tres causas que explican el conflicto que deja la propuesta constitucional para el país.
Aunque resaltó algunos puntos positivos de lo que podría convertirse en la nueva Carta Magna -como el hecho de “convertir a Chile en un Estado social, democrático y de derecho (…) y otorgar reconocimiento y derechos a distintos grupos”- también enfatizó: “Los problemas, no obstante, también son varios”.
La concentración excesiva del poder del Consejo de Justicia y el riesgo que implica de politizar el sistema; el tema del endeudamiento local; el modelo de descentralización que “deja muchos cabos sueltos"; y la imposibilidad de comercializar las autorizaciones de uso de agua son algunos aspectos que precisó el exministro y que justifican su rechazo este 4 de septiembre.
Otra razón que impulsa a Valdés a no aprobar esta propuesta constitucional es “la convicción de que Chile necesita una nueva Constitución y de que somos capaces de elaborar una que sea aprobada ampliamente en el plebiscito de salida (…) Necesitamos una Constitución más paritaria, quizás menos numerosa, con representación indígena, elegida popularmente con reglas que faciliten acuerdos”.
Revisa la columna de El Mercurio aquí.