Banco Central celebra fin de deuda subordinada y destaca rol del ente rector en sistema financiero
El presidente de la institución además habló de los desafíos futuros tras la aprobación de la Ley de Bancos.
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El pago de la última cuota de la deuda subordinada que mantiene Banco de Chile con el Banco Central continúa generando repercusiones. Un día después de la junta de accionistas de la compañía ligada al grupo Luksic y Citibank, que se realizó el jueves de la semana pasada, el presidente del ente emisor, Mario Marcel, abordó el último vestigio de la crisis financiera de Chile de los 80’ en un seminario.
En un discurso, Marcel señaló que “en unos pocos días más, el Banco Central recibirá el último reembolso de la deuda subordinada originada en el rescate del sistema financiero chileno a principios de los años 80’”.
El presidente del Central manifestó que el que Banco de Chile salde la última cuota de la deuda subordinada el 30 de abril de 2019, es un hecho que demuestra que “ha pasado un largo camino desde este episodio, y el hecho de que solo ahora podamos dejarlo atrás, destaca la importancia de hacer todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que ocurran grandes interrupciones financieras”.
Marcel hizo un repaso sobre la crisis que afectó a la economía chilena en aquellos años y afirmó que “se cita a menudo como una de las 25 crisis financieras más graves de la historia moderna”.
El rol del Central en la crisis
El timonel de la autoridad monetaria resaltó que una de las principales ayudas para salvar al sistema financiero del país “fue la compra de carteras deterioradas por parte del Banco Central bajo una variedad de esquemas, incluidos los acuerdos de recompra, y a cambio de instrumentos de deuda, recursos líquidos y un nuevo pasivo denominado ‘obligación subordinada’”.
Aseveró que las lecciones aprendidas tras la crisis se materializaron en un marco legal para el sistema financiero más estricto que “paradójicamente, lo que podría considerarse una regulación más severa no obstaculizó la profundización financiera”.
Agregó que el marco legal que se creó a raíz de la crisis “fomentó la solvencia y la credibilidad del sistema bancario y permitió su desarrollo saludable en las décadas posteriores”.
Sostuvo que esto demostró que “una regulación adecuada, con un balance sólido de evaluación de riesgos, puede ayudar a prevenir un crecimiento crediticio insostenible e irresponsable, reduciendo la probabilidad de insolvencia y permitiendo a las instituciones bancarias desarrollar negocios rentables”.
Bajo este telón, concluyó que dentro de las lecciones aprendidas se debe reflexionar en que “no se trata de si se debe regular o no, sino de cuánto regular y cómo hacerlo sin menoscabar la asignación eficiente de recursos”.
Al momento de analizar el actual panorama, Marcel se mostró orgulloso. “El sistema financiero chileno muestra un mejor desempeño que otras economías latinoamericanas y emergentes, en dimensiones como la capitalización de mercado, el número de sucursales por habitante, el uso de derivados y la participación en el crédito interno del sector privado, por mencionar algunos”, dijo.
Temas pendientes
El presidente del Central destacó la entrada de la nueva Ley de Bancos, que incorpora varios cambios para la industria y que requerirá que los actores del mercado incorporen estándares de capitalización internacionales en el marco de Basilea III.
No obstante, apuntó que “hay algunos desafíos por delante que debemos abordar para tener un sistema financiero aún más sólido. En particular, dos tareas parecen más urgentes que otras: resolución de instituciones financieras y seguro de depósitos”.
Si bien la nueva legislación incorpora medidas de intervención temprana para compañías en problemas, “éstas deben desarrollarse más para proporcionar un marco integral para tratar con los bancos en problemas o al borde de la insolvencia”.
Expresó que ojalá se pueda “avanzar en la redacción de una propuesta legal sobre estos temas”.